Leve recuperación de las ventas y desplome de la rentabilidad o aumento del quebranto

Nuevamente presentamos el resumen de las ventas de combustibles líquidos en las estaciones de servicio del país, en esta ocasión correspondientes al mes de septiembre.

En dicho lapso, se vendieron 1.017.400.000 litros entre nafta y gasoil,  lo que significó una disminución del 24,56% respecto del mismo mes del año anterior, una diferencia levemente menor que la del mes pasado.

Este comportamiento de las ventas nos muestra un línea de lenta recuperación luego de la recaída del mes de julio

La variación interanual discriminada por empresa, nos muestra a todas compañías con números negativos según el siguiente detalle

En la segmentación por producto, al igual que en meses anteriores, vemos caídas en las ventas en forma directamente proporcional al precio de los productos, habiendo un diferencia importante entre el gasoil grado 2 y la nafta grado 3.

Es notable el distinto comportamiento en las ventas de naftas y gasóleos. Como ya indicamos anteriormente, además de otros factores, influye en esa menor caída de las ventas de gasoil, el traslado por motivos de precio que suele darse entre los canales mayoristas (agro, industria y transporte, entre otros), a las cuentas de estaciones de servicio, cuando estas tienen precios menores por estar más presionadas en sus políticas a diferencia de los canales mayoristas que suelen se mas «libres» y reflejar mejor las necesidades de las refinadoras.

Como indicamos más arriba los productos más caros cayeron más.

Así las cosas los productos regulares o «standard» llegaron a tener el 72,7% del total de ventas

La siguiente es la relación entre naftas y gasóleos que por primera vez en muchos meses se invierte ocupando mayor espacio los segundos.

Finalmente presentamos la torta de participación en el mercado de ventas en estaciones de servicio de las distinta empresas.

Si bien como hemos dicho, la diferencia interanual de las ventas tiende a una lenta diminución, no cabe ninguna duda de que un 24,56% menos, en el contexto actual en que el principal costo de la actividad que es el laboral, ha crecido en forma enorme entre la quita del las ATP y los incrementos salariales, se torna demoledor para el rubro.