Bolsonaro decretó que se informe cuánto bajaron los combustibles

La iniciativa forma parte de una serie de "medidas relámpago" en las que todas las estaciones de servicio deberán exhibir los precios de los combustibles, como resultado de la ley que el bolsonarismo logró aprobar en el Congreso. El decreto vale hasta diciembre de 2022.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, obligó a las estaciones de servicio a colocar carteles que informen sobre la reducción del precio de los combustibles.
De cara a recuperar rápidamente popularidad para la elecciones de octubre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, obligó a las estaciones de servicio a colocar carteles que informen sobre la reducción del precio de los combustibles a partir de una ley que bajó los impuestos que cobran los estados, lo cual implicará que deban cortar presupuesto de salud, educación y ciencia, según un decreto publicado este jueves y en el Diario Oficial.

Bolsonaro ha decidido encarar la cuenta regresiva hasta los comicios del 2 octubre con una serie de beneficios relámpago y el mayor aumento del déficit fiscal desde 2015 en búsqueda del apoyo de la clase baja y clase media, dado que aparece segundo en las encuestas, a más de diez puntos del favorito, el opositor ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT).

A partir de ahora, todas las estaciones de servicio deberán exhibir los precios de los combustibles antes de la ley que el bolsonarismo logró aprobar en el Congreso, que impuso un techo del 17% al Impuesto Sobre la Circulación de Mercaderías y Servicios (ICMS), el llamado IVA de los estados, la principal tasa para sostener salud y educación.

La reducción del precio de los combustibles, que ya está ocurriendo por la caída de los impuestos de los estados, es una de las cartas de Bolsonaro para recuperarse en las encuestas frente al liderazgo de Lula.

La finalidad de la medida «es permitir que los consumidores puedan comparar los valores antes y después de la imposición».

El decreto vale hasta diciembre de 2022, cuando termina el mandato de Bolsonaro, y no habrá sanciones para quien no cumpla la determinación del gobierno, sino que habrá orientaciones por parte de la Agencia Nacional del Petróleo.

La reducción del precio de los combustibles, que ya está ocurriendo por la caída de los impuestos de los estados, es una de las cartas de Bolsonaro para recuperarse en las encuestas frente al liderazgo de Lula, cuya campaña utiliza el eslogan «Bolsocaro» para asociar al gobierno con la disparada de la inflación.

Los combustibles aumentaron 33% en un año, en el marco de la decisión del gobierno de Bolsonaro y de su ministro de Economía, Paulo Guedes, de liberar a la estatal Petrobras para que alinee los precios al del barril internacional del petróleo.

Esta política de paridad internacional es combatida por la campaña de Lula, que acusa a los accionistas privados de Petrobras, sobre todo a los fondos estadounidenses, de tener más peso que el Estado brasileño en el Consejo de Administración de la gigante petrolera.

Es en ese marco, Bolsonaro cambió en mayo al ministro de Minas y Energía: sacó al almirante Bento Albuquerque y puso al libertario Adolfo Sachsida, que responsabilizó a los impuestos de los estados por el aumento del precio de Petrobras y envió un proyecto para iniciar la privatización de la compañía.

Los estados gobernados por el PT resistieron la ley con recursos ante la Corte Suprema, pero fueron cediendo ante el humor social sobre los precios de los combustibles.

Desde mediados de 2021 que brasileños en las regiones fronterizas cruzan hacia la Argentina y Paraguay para cargar nafta a la mitad de lo que cuesta en Brasil.

El impacto de la baja de impuestos

Con la reciente entrada en vigor, el 22 de junio, de la ley de reducción impositiva, los precios en San Pablo y Río de Janeiro bajaron entre 10 y 15% en las estaciones de servicio.

El gobernador de San Pablo, Rodrigo García, un dirigente de derecha del partido Unión Brasil que se juega la reelección, anunció que los presupuestos de las dos universidades más importantes en inversión científica de Brasil, la Universidad de Sao Paulo (USP) y Unicamp, de Campinas, fueron reducidos para favorecer a los combustibles.

«La política de precios es nacional, es de Petrobras, y nosotros reducimos la recaudación impositiva comprometiendo la recaudación del impuesto que va directamente a la inversión en salud y en educación», dijo García.

La recaudación del impuesto ICMS es usado en un 30% para el sistema educativo y becas de investigación científica y el 12% para la salud.

La medida sobre los combustibles está acompañada de la llamada por los medios liberales «Enmienda Constitucional Kamikaze», que aprobó el Senado la semana pasada para aumentar el monto de los gastos sociales y darle 200 reales por mes hasta diciembre a camioneros y taxistas.

La medida causó polémica en el PT, que la apoyó en bloque con el argumento de que no se opone a beneficios sociales, restando argumentos al bolsonarismo en la campaña electoral.

Esta enmienda constitucional debe ser tratada en los próximos días por el Congreso para que los beneficios a la población más pobre puedan comenzar a ser aplicados en agosto y lograr alguna mejoría antes de las elecciones del 2 de octubre.

La ley que reduce el ingreso de los estados fue fustigada por el gobernador de Bahia, Rui Costa, del PT. «No va a ocurrir nada significativo en el bolsillo de la población con esta medida, es lo mismo que cuando Bolsonaro decía que prevenía la Covid-19 con cloroquina», fustigó el Gobernador del partido de Lula.

Costa recordó que en 2016, antes del derrocamiento de Dilma Rousseff, la garrafa de gas costaba 34 reales y este jueves cuesta 150 reales con el mismo 12% de impuestos del estado.

«Lo que cambió es la incompetencia del gobierno federal, que privatizó una refinería de Petrobras en Bahía y automáticamente aumentaron los precios», se quejó el gobernador.

André Braz, economista de la universidad Fundación Getulio Vargas, dijo que el efecto de la reducción del impuesto de los estados a los combustibles será inmediato.

«Esta reducción puede impactar en la reducción de la inflación de junio porque el efecto es inmediato en las estaciones de servicio. Ahora no sabemos si eso pasará directamente al consumidor porque cada estación de servicio definirá sus precios», explicó Braz, citado por el diario Correio Braziliense.  Télam

 

 

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