La caída en el consumo de combustible pone en jaque a las estaciones de servicio

Con el último aumento de los combustibles del 2,8 por ciento registrado ayer en las estaciones de servicio de Rosario, la cámara que nuclea a los estacioneros locales (Cesgar) encendió el alerta: el consumo de nafta cayó un 6,4 por ciento en un año, el diesel se derrumbó un 13,4 por ciento en el mismo periodo y el GNC un 12,5 por ciento entre enero de 2018 y igual mes de 2019. «Esta caída representa en volumen lo equivalente al cierre de tres estaciones de servicio. La situación es realmente preocupante», subrayó a La Capital el titular de Cesgar, Daniel Giribone.

Ayer, muchos rosarinos se sorprendieron con la faja de clausura en la playa de combustible de Oroño y 9 de Julio. Y si bien se aclaró que el cierre ya era conocido en el sector debido a la decisión de la propietaria del terreno (la petrolera de bandera Axion) de cesar en la actividad, el impacto de la crisis se siente fuerte en el resto de las estacioneras.

Según el último informe del Observatorio Expendedor, en el periodo interanual 2018-2019 las naftas cayeron un 6,4 por ciento, un 13,4 en Diesel y un 12,5 por ciento en GNC.

«Con la problemática en la que estamos trabajando, nos encontramos en un delicado punto de equilibrio entre costos e ingresos. Esperamos que se pueda revertir en el corto plazo, porque como viene la cosa, está difícil. Todos estamos con el personal justo y necesario», narró Giribone.

En la madrugada de ayer, las pizarras de las estaciones de servicio volvieron a cambiar sus números que reflejan un 2,8 por ciento de suba en los combustibles. El incremento se debió al ajuste que aplicó la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) en el impuesto a la transferencia de los combustibles y el tributo al dióxido de carbono correspondiente al último trimestre de 2018.

En medio de la caída en el consumo y la suba incesante en el precio de los hidrocarburos, los estacioneros perciben un rotundo cambio en los hábitos de consumo.

Según el relevamiento de Cesgar, se registró en los últimos doce meses una caída en la carga de la nafta premium de un 20,5 por ciento, mientras que la súper tuvo más demanda: 1,3 por ciento. En este global, la caída es del 6,4 por ciento.

También el descenso en las cargas de GNC tuvieron una baja del 12,5 por ciento; «y hasta cayó el consumo en las tiendas de cafetería que están en las estaciones», apuntó el dirigente.

En relación al mapa de las petroleras en Santa Fe, la gran mayoría siguen siendo pymes: 580 estaciones corresponden a estos emprendimientos, mientras que otras 40 son de Bandera.

Las petroleras tienen mucha presencia en volumen de venta, no así en cantidad. Mientras una estación de Bandera de bulevar Oroño expende 1.500.000 litros al mes, una pyme lo hace por 300 mil litros. Las primeras están en puntos estratégicos y en rutas y dominan el mercado. «Pese a todo ello, el ajuste se hace en base al esfuerzo de los empresarios, no ha habido despidos, se achica la rentabilidad», apunta Giribone.

Nuevo aumento

Desde ayer, las estaciones de servicio YPF (que controla más de la mitad del mercado) y de Shell (que ostenta un 20 por ciento) aplicaron un aumento del 2,8 por ciento en el precio de la nafta y del gasoil. Es altamente probable que Axion y Puma imiten a ambas petroleras.

Según explicaron los especialistas, la suba obedece a tres razones: la actualización por inflación del impuesto sobre los combustibles líquidos, el 7,3 por ciento de suba en el precio del barril de crudo y el tipo de cambio que se modificó un 2,7 por ciento. Tres aspectos que inciden directamente en los combustibles.

En relación al tributo sobre los combustibles líquidos, el gobierno desdobló el incremento que se actualiza por la inflación acumulada del último trimestre de 2018. Se aplicó la mitad desde ayer (en un 2,8 por ciento) y se estima que la otra mitad se traslade el mes que viene

Diario La Capital