Advierten una potencial crisis hasta que llegue el «día 91»

En simultáneo a la preocupación en torno a los eventuales efectos que acarreará el cepo vigente, en el ámbito de los combustibles no hay dudas en que la salida del congelamiento de 90 días fijado por el Gobierno nacional hará saltar los valores una vez superado ese lapso

Lo difícil de determinar para los actores de la cadena, dada la fluctuación que sigue exhibiendo el dólar, es de cuánto será el «golpe» y cómo las petroleras afrontarán el compromiso de garantizar el flujo de combustible hasta entonces.

Sobre todo, teniendo en cuenta que la decisión del gobierno les originará pérdidas mensuales de cuanto menos 120 millones de dólares, según blanquearon fuentes cercana a la estatal YPF en las últimas horas.

En torno a las compañías que producen combustibles no terminan de ponerse de acuerdo respecto de cuán atrasado quedará el valor de las naftas en estos 90 días. Los cálculos más conservadores barajan una pauta del orden del 30 por ciento.

Esto, claro, si el dólar se estaciona muy cerca de los 60 pesos, la inflación deja de acelerarse y el valor del crudo internacional no presenta grandes variaciones. Sin embargo, hay otro foco de preocupación: ¿qué sucederá el día 91, si quien está en el poder es Alberto Fernández? ¿Procederá a «descongelar» el precio? ¿O demorará la actualización de precios?

Frente a este interrogante, un alto directivo de una de las principales petroleras del país advirtió que «pasados los 90 días, gane quien gane, hay que retomar el camino de la libertad de precios en los hidrocarburos. Costó muchísimo llegar a eso y es una pena que el Gobierno que lo logró termine retrocediendo. No es extraño hablar de una nafta a casi 60 pesos teniendo en cuenta todas las variables que hacen al precio. Hay que borrar cualquier posibilidad de volver al barril ‘criollo'».

Inversiones en la mira

El ejecutivo sostuvo que la decisión actual le quita envión a todas las inversiones que vienen promoviendo los actores del mercado, y alertó sobre un eventual parate en buena parte de las actividades que hoy se llevan a cabo en el reservorio Vaca Muerta.

«Se está jugando con fuego. Con señales como las que se está dando lo más probable es que ocurran postergaciones en los planes de las empresas. Queda esperar que quien ostente la presidencia no caiga en la idea de postergar el congelamiento», añadió.

Está claro que las petroleras ejercerán presión para torcer cualquier intento de sostener por más de 90 días los precios actuales. Pero las compañías tienen en claro que aplicar una suba de un 30 % de un solo tirón provocaría un cimbronazo político, por lo que acompañarían cualquier plan de «retoques» fraccionados aunque sucesivos. Saben que un eventual gobierno del Frente de Todos no convalidará esta idea.

«Aplicar un incremento total, de una sola vez, complicará a cualquier gobierno. Habrá que buscar un camino para fijar subas escalonadas, siempre desde la perspectiva de la libertad de precios», expresó la fuente.

Otra fuente del ámbito del refinamiento, siempre bajo estricto off the record, coincidió con esta mirada.

«Los precios van a quedar con un retraso de por los menos un 30 por ciento. A la salida del congelamiento lo sensato sería establecer ajustes parciales. En el mientras tanto, hay que ver si el Gobierno impone algún tipo de compensación para las empresas o aplica alguna ayuda en términos de exenciones impositivas. Si no, lo más probable es que se presione para terminar con el congelamiento mucho antes», aseguró.

 

Fuente: iProfesional

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