De tal manera se acumula un importe muy importante en los valores a establecer en los impuestos (ICL e IDC).
Por redacción El Estacionero
Tal como estaba previsto, el sábado 1º de junio hubo una nueva suba en el precio de los combustibles, que en esta oportunidad se ubicó en torno al 4,1% en las naftas y el 2,5% en los gasóleos. Una parte del incremento corresponde al ajuste parcial del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el Impuesto al Dióxido de Carbono, y otra parte proviene de un aumento en el valor de los precios netos de los productos, generados en los nuevos valores de los biocombustibles.
Con este ajuste, los combustibles líquidos comercializados en las estaciones de servicio, acumulan en los que va del año, un incremento promedio del 62%. Por otra parte desde el comienzo de la administración del presidente Milei, el aumento ha sido del 124,6%.
En el primer caso, la suba fue inferior a la inflación en el mismo período (75%). En el segundo caso, fue superior a la inflación (97,6%).
Continúa acumulándose un atraso en los valores de los impuestos que grava a los combustibles líquidos, los que tendrán un fuerte efecto en los precios de venta si se aplican en el mes de julio.
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