Bajantes en los ríos Paraná y Paraguay amenazan el abastecimiento de combustibles en parte del litoral.

Se mantiene la tendencia de descenso en el caudal del río. Y en lo que va del año el actual es el nivel más bajo. En septiembre del año pasado llegó a marcar sólo 2,15, lo cual generó problemas de abastecimiento de nafta y puso en peligro los recursos ícticos.

El río Paraná alcanzó ayer una altura de 2,74 metros, 11 centímetros menos que el martes y 59 centímetros más que la mayor bajante del 2018, que se registró el 20 de septiembre y complicó el abastecimiento de combustibles que se realiza por la vía fluvial.

ElEstacionero.com consultó al ex presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles y Afines del Chaco (CECACH) Miguel de Paoli, sobre la situación en materia de abastecimiento en dicha provincia; el directivo manifestó que pese a la fuerte bajante, hasta el día de ayer no se habían producido problemas de navegabilidad en el río, por lo que el abastecimiento de combustibles fue normal

En tanto, desde el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa) sostienen que se espera que durante los primeros 3 meses del año los niveles persistan en valores superiores a los normales, aunque con tendencia gradual descendente.
A casi cinco meses de la última bajante que se registró en el caudal Paraná con una altura de 2,15 metros el 20 de septiembre, se registra una tendencia fuertemente en baja en lo que va del año.

El 1 de enero la altura del cauce alcanzó los 4,10 metros, seguida por una marca de 4,58 el 22, para luego continuar con una tendencia baja que fue escalando importantes diferencias entre jornadas o semanas alcanzando tan sólo 3,76 el 1 de febrero; luego los 3,30 el 10, para terminar hoy con una marca de 2,74 metros, siendo este último registro el más bajo en lo que va del año.

Este medio consultó además al presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Formosa, Angel Bigatti sobre la situación en esa provincia afectada por la bajante del río Paraguay; el directivo informó que pese a que dicho río ha experimentado una fuerte bajante al igual que el Paraná, aún no se había producido desabastecimiento. Cabe recordar que el año pasado, ante una situación similar hubo que contratar barcazas paraguayas, que tienen menor calado que las argentinas, a fin poder navegar transportando el combustible.

En este contexto el gobierno analizó la declaración de una veda extraordinaria para proteger a los peces, pero con el correr de los días el caudal del Paraná comenzó a crecer y el Iguazú no descendió hasta los 9 metros y rondó entre los 9 y 11 metros, por lo que esta opción fue descartada por la Dirección de Recursos Naturales de la Provincia de Corrientes. No obstante se recomendó que no se consuma pescado dado que la falta de oxígeno y la circulación en aguas sucias que pudieran sufrir los peces, podrían descomponerlos y a su vez generarían daños en la salud de los que los ingieran.

Bajante

En tanto, el Icaa en su informe trimestral sostiene que el promedio mensual en Corrientes fue de 3,98 metros   -lo que resulta casi coincidente con el valor medio mensual desde 1993- y 0,64 metros menos que en el mes de diciembre.
Se espera que durante el primer trimestre, los niveles persistan en valores superiores a los normales, aunque con tendencia gradual descendente.

 

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