Debaten qué hacer para reordenar los precios relativos del sector energético

Juan José Aranguren, Nicolás Arceo, Nicolás Gadano y Marcos Pourteau analizaron la política energética del gobierno de Alberto Fernández y marcaron lo que se debería mejorar para potenciar el desarrollo de Vaca Muerta y reducir el déficit de la balanza energética.

Bajo la consigna ‘La mirada del sector público: el mapa de prioridades para reordenar el impacto fiscal y los precios relativos del sector’, el ex ministro de Energía Juan José Aranguren y los especialistas Nicolás Arceo, Nicolás Gadano y Marcos Pourteau debatieron en la apertura del Energy Day, el evento anual organizado por EconoJournal que apunta a reflejar cuáles son los principales desafíos y oportunidades que enfrenta cada segmento de la industria.

Pourteau, referente energético de la Fundación Pensar, resaltó «que -a pesar de las distintas dificultades que presenta la macroeconomía- la producción hidrocarburífera local sigue en crecimiento de la mano de Vaca Muerta». Nicolás Gadano, economista especializado en energía, advirtió, sin embargo, que las restricciones macroeconómicas pueden condicionar el desarrollo masivo de los hidrocarburos no convencionales.

Por su parte, Juan José Aranguren, ex ministro de Energía de la Nación, expresó que «el mayor desafío pasa -en realidad- por la falta de cumplimiento de la ley, característica que hace que la Argentina viva en una situación de emergencia permanente”.

De acuerdo con Nicolás Arceo, titular de la consultora Economía y Energía, lo que necesita Vaca Muerta es, fundamentalmente, un nuevo marco regulatorio que le otorgue un blindaje contra la volatilidad de las últimas décadas.

Normalizar las cuentas

El proyecto del Gasoducto Néstor Kirchner, según Gadano, contribuirá a resolver el déficit de oferta en invierno, lo cual abaratará el costo medio de la energía y reducirá las importaciones. “Independientemente de esto, la Argentina tendrá que estabilizar su macroeconomía”, insistió.

No menos relevante, añadió Aranguren, será la posibilidad de compensar la declinación que vienen sufriendo las demás cuencas productivas. En palabras de Arceo, las regulaciones deberían adaptarse al nuevo contexto de un país exportador. “Eso será inviable sin amplios consensos políticos. Hay que cortar con la política energética de carácter pendular”, cuestionó.

De todos modos, sostuvo Pourteau, el potencial que exhibe Vaca Muerta es suficientemente grande como para que nada detenga su avance. “Los problemas de transporte se están resolviendo. Hay mucho margen por crecer en tanto nos volvamos un país normal”, aseguró.

Señales de precios

Cuando se dice que la Argentina tiene energía barata, advirtió Aranguren, se está mintiendo. “Eso significa pagarla de manera indirecta e ineficiente: tomando deuda, o emitiendo y creando inflación”, señaló.

Es lamentable, según Gadano, que se haya vuelto a optar por el retraso tarifario prolongado. “Ojalá que el sistema político de los partidos mayoritarios se dé cuenta de que retrasar los precios energéticos es una trampa”, manifestó.

Lo que existe, apuntó Arceo, es una gran resistencia social a pagar la energía por lo que efectivamente vale. “Esto hace que los subsidios se conviertan en un problema fiscal significativo”, lamentó.

Las tarifas se encaminan, de acuerdo con Pourteau, al mismo punto en el que se encontraban en 2015. “El desafío venidero será darle sustentabilidad al sector, restándole incidencia sobre el gasto público”, concluyó.

 

Fuente: econojournal.com.ar

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