Del pozo al surtidor: cómo la inteligencia artificial transformó a YPF

En alianza con Microsoft, la petrolera monitorea pozos, la estructura logística y el consumo de combustible.

Imagine que tiene que cargar nafta. Se entera por el alarma de su celular que le indica cuál es la estación más cercana sin cola y que además le ofrece una promoción especial para tomar un café o para el cambio de aceite y hasta podrá anticipar una compra desde el móvil. También se le informa que si va a una determinada hora, por ejemplo de madrugada, tendrá un descuento en el precio del combustible.

Esta posibilidad no es ninguna fantasía y sería realidad en menos de un año, gracias al manejo inteligente de la información que YPF tiene sobre sus clientes que le permitirá predecir cuándo llenar el tanque. Y es parte de un universo de cambios que, de la mano de la inteligencia artificial, está realizando la petrolera con control estatal, que domina casi el 56% del negocio del combustible y acaba de concretar una alianza estratégica con Microsoft. Decididamente, YPF busca la transformación digital desde el pozo al surtidor. Por cierto, detrás de todo está la necesidad de una eficiencia creciente.

Con 1,5 millones de clientes que pasan todos los días por las 1.500 estaciones de servicio y unos 3,5 millones socios de su tarjeta de fidelización, el volumen de datos de YPF es gigantesco. En la otra punta de su negocio, YPF avanzó en la digitalización de pozos petroleros, unos 10.000, que son telesupervisados y pueden ser operados remotamente. Esos 10.000 pozos, por la naturaleza de la operación, pertenecen al shale pero están avanzando agresivamente hacia el resto de las operaciones.

Por lo pronto, YPF ya es la empresa con mayor cantidad de pozos digitalizados fuera de los Estados Unidos. “Nos permite contar con la información para acciones preventivas, intervenir para evitar una parada. Cuando existe un problema de equipo se genera diálogo entre distintas especialidades, y entre todos surge la solución para actuar inmediatamente. Imagine el ahorro en el costo operativo”, grafica Miguel Gutiérrez, el presidente de YPF al Económico.

En los pozos no convencionales YPF perfora a 3.000 metros de profundidad y luego otros 3.000 metros de manera horizontal. Utilizan la geo navegación y los equipos están sincronizados para observar en tiempo real qué pasa. Ante cualquier evento se comunican con los que diseñaron el pozo, con los otros servicios al pozo, como los de fracking, y van interactuando en tiempo real con el centro de operaciones de Añelo y con la torre de YPF en Puerto Madero. Esto es lo que se va a replicar en los pozos convencionales.

“Los datos son el nuevo petróleo”, dice César Cernuda, presidente de Microsoft Latinoamérica La compañía de Bill Gates, que hace 28 años está entre nosotros, también ha trabajado con otras petroleras como Chevron y la noruega Equinor en su transformación digital.

Una de las herramientas que Microsoft aplicará en YPF es la segunda generación de anteojos inteligentes. “Alguien que camina por un pozo con estos lentes puede mirar lo que pasa en la realidad y con una capa superpuesta de información puede saber, por citar un caso, que un motor tiene un problema de temperatura. Como el lente tiene una cámara puede ir mostrando a un experto que está en otro lugar de qué se trata. Esta es la computación que funciona en un ecosistema que integra gente de distintas especialidades que se encuentra en diferentes lugares y resuelve en tiempo real”, señala Sergio Fernández Mena, el CEO de Tecnología e Innovación de YPF.

La compañía posee de 2.500 a 3.500 camiones, que circulan diariamente por las rutas, y es la principal empresa logística de la Argentina. Además de ser la primera en venta de café y hamburguesas. Con los camiones busca que lleguen justo a tiempo a la estación de servicio para que no se produzca el quiebre de inventario y que lo hagan de manera segura. Con los datos de consumo on line, la inteligencia artificial ayudará en la mesa de logística para que sea un suministro eficiente.

“La inteligencia artificial existe desde hace varios años pero hoy hay nuevos hitos: por un lado la nube, que hizo que sea más accesible encontrar los datos y bajó los costos; por otro, la creación de algoritmos para manejar esa explosión de datos. Nosotros ayudamos y aprendemos junto a YPF”, amplía Cernuda. “El cliente es nuestro primer valor y la digitalización es el camino”, asegura Gutiérrez.

YPF cuenta con 19.000 empleados que hoy trabajan de otra manera. Y se nota desde la misma torre de Puerto Madero. Ya no parece la sede de una industria del siglo XIX, sino el corazón de una firma tecnológica.

 

Fuente: Clarín

Los comentarios están cerrados.