¿Por qué hay tantas estaciones de servicio abandonadas en Mar del Plata?

Para quienes circulan por las calles de Mar del Plata con curiosidad, es posible que en algún momento hayan visto estaciones de servicio abandonadas.


Si notan una, y piensan si hay más, se darán cuenta de que son muchas a lo largo de toda la ciudad, incluso en zonas céntricas, o de alto tránsito.

Atentos a esta situación, consultamos al presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Patricio Delfino, para conocer si cuando una estación deja de funcionar se cierra sin mayores contraindicaciones o requiere un trabajo especial, dado el material sensible con el que se trabajó, como son las naftas.

“Es cierto que hay muchas estaciones cerradas”, apuntó Delfino, quien contó que siempre ve la que está ubicada en avenida Jara y Alberti, en donde se armó un pequeño bosquecito. “Parece Chernobyl”, graficó.

En tal sentido, remarcó que hay predios muy buenos, sea para poner un comercio o un edificio, como puede ser el de Independencia y Rawson, así como el Almafuerte e Independencia. También sucedió lo mismo en Peña e Independencia, pero se levantó un edificio, al igual que en Jujuy y 9 de Julio.

Los terrenos permanecen así por la burocracia y la ignorancia. Se requieren un montón de trámites para retirar los tanques subterráneos. Esos tanques, que albergaron combustible, así como las cañerías, deben extraerse, pero es un trabajo normal de la construcción, de demolición, para ser más específicos”, especificó.

El trabajo de remediación

En diálogo con InfoBrisas.com, Delfino explicó que las tareas para llevar a cabo la remediación no son de alta complejidad: “Hay que romper el hormigón, con una retroexcavadora, y a los tanques hay que engancharlos con una grúa y sacarlos. Previamente hay que hacer un control que no haya explosividad y quizás haya que desgasificarlo, para lo cual hay un método”.

“Se extraen sin peligro. Luego hay que llevarlos a un lugar especial, de residuos especiales, a una empresa que se dedique a eso y tenga la habilitación del Ministerio de Medio Ambiente provincial.

Existen empresas en Bahía Blanca y en el gran Buenos Aires que se dedican a esto. A los tanques los desguazan o los reciclan, si están bien. Cuando se los saca, en general, están en excelente estado”, precisó.

Según remarcó, “ese trabajo tiene un costo, porque la tierra que está alrededor de los tanques también hay que retirarla, ya que es clasificada como residuo especial, pero no es nada del otro mundo”. En ese orden, opinó que “es más simple que construir un edificio. Se construyen edificios y hay muchas estaciones abandonadas, por décadas, en donde se podrían hacer edificios”.

De todos modos, aclaró que “puede haber un pasivo ambiental, con las napas de agua, por si alguna vez hubo una pérdida. No es lo habitual, pero tampoco es un problema. Se saca la tierra, se succiona el combustible y queda solucionado el tema ambiental”.

La explicación de la dificultad para que se vendan los predios

“El trabajo total de remediación cuesta entre 200 mil y 300 mil dólares. Quizás un dueño de un terreno que fue una estación de servicio y está bien ubicado piensa que su lote vale 500 mil dólares. Allí hay que sacar los tanques, remediar, hacer el estudio de suelo y aguas. Entonces el que lo quiere comprar le tiene que descontar la obra de remediación. Además lleva tiempo; mínimo, dos años”.

Delfino analizó que “el dueño no quiere perder 300 mil dólares y el que quiere comprar, si paga un lote de 500 mil dólares, quiere empezar a trabajar enseguida. Estar dos años trabajando, haciendo trámites, es una complicación. Incluso puede durar más, por la burocracia, ya que cada paso requiere permisos, no lo podés hacer por las tuyas”.

Y definió:”El dueño no quiere vender barato, cree que tiene una mina de oro, siendo que no es así, y el desarrollador inmobiliario no quiere problemas”.

Inicio de los trabajos en Sobremonte. En diagonal trabajó hasta los ´90 una estación de servicio. Vecinos del barrio recordaron que luego funcionó una gomería. Hoy está la Coope.

También consultamos a uno de los corredores inmobiliarios que tiene a su cargo uno de los predios en donde funcionó una estación de servicio, quien confirmó la dificultad para cerrar la venta del inmueble. “La negociación tiene sus bemoles”, graficó.

“Generalmente, el dueño no está interesado en llevar a cabo los trámites de remediación antes de vender el terreno“, reseñó, aunque destacó que las consultas para saber el precio y las condiciones de venta del sitio son constantes.

¿No sirven para una estación nueva?

En el terreno donde estaba Sobremonte, uno de los sitios emblemáticos de Mar del Plata, empezó a trabajar hace pocas semanas una estación de servicio, que se construyó de cero. Curiosamente, en diagonal, en donde ahora está un local de la Cooperativa Obrera, antes se despachaba combustible.

La pregunta a Delfino fue por ese lado, entonces. ¿No es más lógico usar las instalaciones que deja una estación? “Si queremos poner una estación, no sirven esos tanques, después de 15 ó 20 años. Hay que sacar esos tanques y remediar el suelo. Es mejor otro predio, salvo que sea un predio excelente, pero si no, no te conviene. Para eso es mejor comprar dos o tres casas, que se puedan demoler, y construir.

De una estación de servicio que deja de trabajar no sirve nada. Hay que tirarla, lo de arriba y lo de abajo. No es solo lo que se ve, sino los tanques también”, graficó.

Edificios construidos sobre terrenos en donde funcionaron estaciones de servicio

Delfino apuntó a dos casos “exitosos” en Mar del Plata, pero deslizó que los desarrolladores “en algún momento tuvieron problemas”. Por un lado, donde se construyeron las Torres de Pelli, y el otro, el edificio de Libertad y Salta.

 “En el momento en que se hizo la torre de Libertad y Salta no había tanto control, y recién después de iniciada la obra tuvieron que retirar los tanques”, recordó.

Las torres de Pelli. Allí funcionó una Isaura, luego EG3, finalmente Petrobras.

En cuanto al sitio en donde fueron emplazadas las Torres de Pelli, había una Petrobras, “por lo que hubo que sacar los tanques, y después resultó que el suelo era rocoso, con lo cual se hizo complicado”.

“En ambos casos, los desarrolladores le pusieron mucha garra”, reseñó Delfino, explicando que “en el caso de la inversión en Playa Chica lo justificaba, pero en otros casos, el emprendimiento no da para tanto, y prefieren hacerlo en otro lugar”.

Fuente: infobrisas.com

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