Vaca Muerta y los desafíos para convertirse en el “segundo campo argentino”

Referentes de la Bolsa de Comercio de Rosario visitaron el campo de explotación de YPF, en el marco de una serie de reuniones con funcionarios del gobierno provincial, municipal y representantes de empresas privadas

«Vaca Muerta ya es una política de estado. Es un desafío al que tienen que contribuir todas las instituciones, tanto públicas como privadas. Va camino a convertirse en el segundo campo argentino». Las palabras son del jefe de Gabinete de Neuquén, Sebastián González, pero representan una visión cada vez más generalizada en torno a la formación de gas y petróleo no convencional: si se concretan las inversiones estimadas, tiene potencial para transformarse en una fuente de ingreso de divisas para Argentina que podría igualar los USD 25.000 millones que el sector agropecuario y su industria estiman generar este año. Y el consenso en torno a esta proyección es cada vez mayor.

Con vistas a conocer en profundidad las características y perspectivas de desarrollo que tiene la reserva, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) visitó la capital provincial y el campo de explotación de YPF, en Loma Campana, en el marco de una agenda de reuniones con funcionarios de gobierno provincial, municipal y representantes de empresas privadas.

La recorrida transcurrió a menos de una semana del último pre coloquio de IDEA, el empujón que terminó de colocar a Vaca Muerta en el centro de la agenda nacional, donde -según manifestaron los diferentes actores que recibieron a la BCR-  se alcanzó un acuerdo tácito entre el arco político de que la explotación de la reserva de petróleo y gas no convencional debe ser una política de estado.

Proyecciones y beneficios que podría generar

La bolsa rosarina estimó posibles escenarios para calcular cuántas divisas por exportaciones podría generar la operación y explotación de Vaca Muerta a los años 2023 y 2030, y comparó los resultados con las cifras que produce actualmente el campo y la agroindustria por ventas al exterior de granos, harinas, aceites y biodiesel, que en 2019 alcanzarían la suma de USD 25.000 millones.

El estudio de la institución señala que, por las dificultades actuales, macro y microeconómicas de Argentina, existen posibilidades de que las exportaciones conjuntas de petróleo y gas de Vaca Muerta podrían ubicarse en torno a los USD 8.200 millones en 2023. Esa cifra se obtendría si se alcanza el 40% de la producción de gas y petróleo estimada por la Secretaría de Energía de la Nación, con un precio de barril de petróleo a exportar equivalente al Brent con rebaja de US$4,5 y retenciones a la exportación.

Mientras que para 2030, las exportaciones podrían ubicarse cerca de los USD 25.000 millones si Argentina logra desarrollar una agresiva política de inversiones en Vaca Muerta y puede encauzar su política macroeconómica y social.

Este escenario sería posible si se realizaran inversiones de infraestructura, tanto de transporte y logística como de equipamiento tecnológico para optimizar costos de explotación

«Hay una necesidad evidente de que nuevas empresas petroleras hagan sus inversiones en áreas específicas, de manera tal que se replique lo que sucede en Loma Campana, yacimiento que está produciendo cerca de 60 mil barriles por día y entre 11 y 12 millones de metros cúbicos diarios de gas. El 12% de la producción de petróleo está centrado allí», destacó el director de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR, Julio Calzada, quien formó parte de la delegación que encabezaron el presidente de la entidad, Alberto Padoán, el presidente de Matba-Rofex, Andrés Ponte; y el titular del Mercado Argentino de Valores, Pablo Bortolato.

La empresa petrolera nacional concentra el grueso de la explotación en la región y lidera la curva de inversiones y aprendizaje. Tanto es así que en menos de cuatro años logró reducir los costos de explotación un 60%, y hoy obtiene gas y petróleo a precios competitivos.

La empresa petrolera nacional concentra el grueso de la explotación en la región y lidera la curva de inversiones y aprendizaje: en menos de cuatro años logró reducir los costos de explotación un 60%, y obtiene gas y petróleo a precios competitivos

«Argentina tuvo el año pasado un déficit energético en la balanza comercial de USD 1800 millones. Se estima que este año esa pérdida esté nivelada. Desde la compañía nacional explicaron que el excedente que está generando Vaca Muerta no evita que haya importaciones temporales de gas durante los meses de bajas temperaturas», detalló Calzada. Y resaltó: «Lo que vimos en YPF superó ampliamente nuestras expectativas por su nivel tecnológico y el profesionalismo de sus empleados, en su mayoría personas jóvenes«.

En relación a las perspectivas de crecimiento, el secretario de Modernización de la Municipalidad de Neuquén, Rubén Etcheverry, realizó una presentación a las autoridades de la BCR donde aseguró: «Hoy existe un cuello de botella en la producción, que se ha ido incrementando tanto en oleoductos y gaseoductos. Creemos que el gran salto que debe dar Vaca Muerta para poder ser el proyecto que todos soñamos es una planta de Licuefacción de Gas Natural (LGN) para exportarlo vía barcos metaneros a terceros países, ya sea en el Pacífico o en el Atlántico. Va a demorar algunos años, pero se está trabajando en eso y ojalá pueda concretarse».

La bolsa rosarina estimó que existen posibilidades de que las exportaciones conjuntas de petróleo y gas de Vaca Muerta podrían ubicarse en torno a los USD 8.200 millones en 2023

Además, el funcionario destacó que Vaca Muerta genera un doble ingreso de divisas. Por un lado, las inversiones de empresas del exterior, que rondan los USD 5.000 millones anuales. Y por el otro, cuando se registran exportaciones de gas -la última fue a Chile- o se exporta LNG desde Bahía Blanca, crudo o combustible de las refinerías, evitando que salgan  dólares del país para importar combustibles sustitutos.

Con similar optimismo, el jefe de Gabinete de la Provincia, Sebastián González, recibió a la comitiva de la BCR en la Casa de Gobierno de Neuquén. En ese contexto, puntualizó: «Vaca Muerta implica una escala de desarrollo que hace mucho tiempo no vimos en nuestro país. El ejemplo más cercano es el del sector agropecuario, que es una industria ya consolidada, competitiva y con desarrollo de innovación tecnológica. Vaca Muerta va camino a eso. Y como requiere el campo, va a necesitar que se involucren empresas, instituciones y provincias. Porque esta escala va a requerir toda la experiencia que tenemos en otros sectores. Es un desafío de todo el país».

 

Fuente: Infobae

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