El gas se abre paso en el transporte marítimo y por carretera

Transporte marítimo y por carretera de larga distancia. Esas son las dos grandes apuestas del sector de gas natural para los próximos años para facilitar la transición energética hacia una economía descarbonizada en el ámbito de la movilidad.

En el 2020, los buques no podrán emitir más del 0,5% de azufre, según la normativa de la Organización Marítima Internacional (IMO) y es ahí donde entra en juego el gas natural licuado (GNL), que carece de este componente.

En la actualidad hay 136 buques que están propulsados por este combustible en todo el mundo y está previsto que en el 2020 sean 278. La IMO también acordó reducir las emisiones del sector a la mitad en el 2050, con respecto al 2008. Es un sector con mucho potencial de crecimiento. Por su parte, el gas natural vehicular es utilizado por más de 20 millones de vehículos en el mundo, como ser automóviles, camionetas, vehículos pesados urbanos (autobuses y camiones de recogida de residuos), carretillas elevadoras, camiones de carretera, ferrocarriles, etc.

Si bien hay países que apenas cuentan con producción propia de gas, el desarrollo de la infraestructura de gas natural licuado constituye hoy una oportunidad para aprovechar el potencial que ofrece este tipo de energía. El gas natural es la fuente que permitirá acelerar la transición energética, en especial en los ámbitos del transporte marítimo y por carretera, ya que no será posible generalizar de forma rápida, por ejemplo la electricidad, en todos los tipos de transporte.

La mayoría de los buques están propulsados por fuel, que es más barato que el combustible empleado en los vehículos terrestres y aéreos, pero mucho más contaminante por sus emisiones de óxidos de azufre. Su combustión supone más del 2% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA). Este impacto además no para de crecer, de forma que, sin tomar ningún tipo de medidas, en el 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los buques se triplicarán, según las mismas estimaciones.

Los buques de carga, que copan el 90% del transporte de mercancía en el mundo, y los cruceros consumen hasta el 10% del crudo mundial. Se calcula que existen unos 55.000 buques mercantes surcando todos los mares. Y los 15 mayores contaminan en un año como unos 800 millones de vehículos terrestres. Y para hacerse otra idea: un ferri de pasajeros de tamaño medio consume tanto combustible como 25.500 coches.

El gas natural no solo evita las emisiones y materia particulada sino que genera hasta un 25% menos de emisiones de CO2 y un 85% menos de óxidos de nitrógeno.

En este contexto en el que las empresas navieras estudian alternativas para cumplir con las normativas medioambientales en el que este combustible se abre paso.

Fuente: Gas Vehicular

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