Es uno de los combustibles de mayor crecimiento por su menor impacto ambiental. Los motivos de la caída en el país.
Argentina fue uno de los pioneros y líderes globales en el uso del GNC para su flota vehicular. Sin embargo, desde hace muchos años el sector atraviesa una notable caída justo cuando muestra un gran crecimiento a nivel mundial por su menor impacto ambiental.
En Europa, por ejemplo, el total de vehículos de pasajeros con combustibles alternativos creció un 200% entre 2008 y 2023 y los vehículos que utilizan GNC se incrementaron en un 112%.
Este camino se explica por una serie de incentivos como el establecimiento de infraestructura para la utilización de combustibles alternativos y la localización de estaciones de GNC en municipios de más de 100 mil habitantes y en carreteras de la Red Ten-T (“Corredores azules”) cada 150 kilómetros, según destaca un informe de la consultora Economía & Energía.
En Sudamérica se vivió un cuadro similar con una fuerte expansión en Brasil que llegó a 2,3 millones de vehículos, Bolivia (con el 25% de su parque automotor) y Colombia de la mano del transporte público.
Asia expande el mercado del GNC
Como suele suceder en la mayoría de los mercados, Asia Pacífico es la región que cuenta con mayor cantidad de vehículos que utilizan GNC y de acuerdo al “Report Title Global Compressed Natural Gas (CNG) Market 2024–2033” esta región liderará el crecimiento global, donde se espera un alza del 75% hasta el 2035.
La variable fundamental que explica este sendero es el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. Con un recorrido de 1000 kilómetros, un vehículo a nafta emite un 23% más que uno a GNC y un auto que usa gasoil supera en un 31% a las emisiones respecto a uno a GNC.
No obstante, luego de más de cuatro décadas de trayectoria y una industria bien afianzada que genera una fuerte tracción de empleo y actividad aguas abajo por su amplia cadena de proveedores, Argentina recorre el camino inverso.
El retroceso argentino
Tras un fuerte salto a fines de la década del 90’ y principios de los 2000, la cantidad de vehículos a GNC sufrió un estancamiento para luego entrar directamente en una fase descendente.
El año pasado, la flota de vehículos con GNC fue un 6,3% menor al pico alcanzado en 2016, según la consultora dirigida por Nicolás Arceo. Del mismo modo, la cantidad de gas entregado pasó de un máximo de 8,7 MMm3/d en el año 2005 a un piso de 6,2 MMm3/d en 2023.
Entre los motivos que justifican esta contracción, en E&E destacan el encarecimiento de los precios respecto al costo de los combustibles líquidos como la nafta y el gasoil. “El nivel de conversiones aumenta significativamente en los períodos en donde el GNC se abarata respecto a los combustibles alternativos. El precio del GNC en surtidor, evaluado en dólares, enfrentó una sensible recomposición desde comienzos de 2016 y hasta mediados de 2018, proceso que podría explicar el bajo nivel de conversiones de vehículos a GNC y la disminución en la demanda unitaria durante dicho período”, dicen.
El impacto de las naftas
Luego de ese momento, los precios volvieron al nivel de 2013, pero la demanda no se recuperó debido a la disminución de los precios en dólares de los combustibles alternativos (naftas y gasoil) desde mediados de 2018. “En particular, el precio de la nafta super entre 2019 y 2023 se ubicó un 34% por debajo del valor registrado entre los años 2013 y 2015”, explican. Así, mientras que entre 2013 y 2015 las conversiones netas promediaban las 13,5 mil unidades por mes, entre 2016 y 2023, las conversiones promediaron las 6500 unidades mensuales, un 52% menos.
Desde la consultora subrayan el efecto positivo que tendría un nuevo aumento de la demanda de GNC para “aprovechar los recursos gasíferos que dispone nuestro país con un vector de demanda sin la estacionalidad que caracteriza a la demanda del sector residencial”. En el plano industrial y de actividad económica, mencionan las 2065 estaciones de servicio que trabajan con este insumo, los 999 talleres de montaje, los 166 productores de equipos, los 80 centros de revisión de cilindros, los 43 fabricantes y los 19 centros de verificación y comercialización.
“La industria se encuentra integrada por diversas empresas que diseñan y fabrican una gran variedad de partes y módulos para la conversión de vehículos, empleando a más de 20.000 personas. A su vez, se producen kits de conversión, compresores y surtidores. Se trata de un sector intensivo en generación de empleo directo e indirecto y con alta integración de partes nacionales, varias de ellas en la frontera tecnológica internacional”, afirman. Fuente: Más Energía
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