Estacioneros de Ecuador piden al gobierno que militarice las estaciones de servicio

La petición se da luego de los atentados con coches bomba que estallaron en distintas gasolineras del país

Los distribuidores de gasolina de Ecuador han pedido al gobierno de ese país que militarice las estaciones de servicio en las provincias donde rige el Estado de Excepción debido a los últimos atentados registrados en distintas ciudades y en otras zonas del país donde se han registrado extorsiones y asaltos.

Durante la primera semana de noviembre, siete coches bomba estallaron en distintas gasolineras de GuayaquilEsmeraldas y Santo Domingo. Los ataques sucedieron luego de que el gobierno anunciara el traslado de reos de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más violenta de Ecuador, a otras prisiones del país.

Además de la petición de seguridad, la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Canddepe) hizo otros tres pedidos al gobierno. Uno de ellos es que les permitan la restitución de los USD 0.05 de margen de ganancia que obtenían los distribuidores y comercializadores y que se eliminó hace tres años. La segunda petición es que el gobierno subsidie totalmente el costo del flete de los combustibles que se transportan hacia las gasolineras. Finalmente piden que se elimine la retención del Impuesto al Valor Agregado.

La Cámara insistió en su petición sobre la seguridad y aseguró que no ha recibido respuestas del gobierno. Ante esto, el gremio anunciará medidas que les permitan precautelar la integridad de sus clientes y de los trabajadores. El anuncio se realizará el 10 de noviembre.

Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de Camddepe, dijo al medio ecuatoriano Primicias que una de las medidas será reducir el horario de atención en las estaciones de servicio: “Por ejemplo, que la atención sea solo en horario de oficina, porque muchos de los ataques con explosivos han sido en la noche”, indicó.

La ola de violencia que se desató en Ecuador

Desde el 31 de octubre, Ecuador ha vivido jornadas de violencia nunca antes vistas.

Lo primero fue el hallazgo de dos cadáveres decapitados que colgaban en un puente peatonal en Esmeraldas, al norte del país. A continuación, se conoció sobre alertas de amotinamientos en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. Todo inició en el rechazo de bandas criminales al traslado de sus integrantes entre cárceles.

A partir de ese momento, en menos de 24 horas hubo cuatro atentados con coches bomba en Guayaquil y Esmeraldas, más de 10 hallazgos de artefactos explosivos en diferentes lugares, incluyendo unidades de policía; un atentado a un centro de salud y ataques a miembros de la fuerza pública.

La noche del 1 de noviembre, en Santo Domingo, a 152 kilómetros de Quito, tres coches bomba detonaron en distintas estaciones de servicio de combustible.

Desde el 2 de noviembre también hubo enfrentamientos en la Penitenciaría del Litoral. El amotinamiento fue violento y los reos atacaron a los miembros de la fuerza pública con armas de fuego y granadas. La revuelta dejó dos presos asesinados y otros 8 reos heridos.

Luego de varias horas de intervención, la tarde del 3 de noviembre, la Policía anunció que retomaron el control en la prisión.

Más de 1.300 miembros de la Fuerza Pública participaron en los operativos para recuperar el control de la Penitenciaría del Litoral. (REUTERS/Santiago Arcos)

Los ataques de esos días dejaron como saldo seis policías asesinados.

El Servicio de Atención Integral, encargado de las cárceles, aseguró que se realizaron más de 1.400 reubicaciones de presos, incluyendo el traslado de dos cabecillas de la banda criminal Chone Killers a la cárcel de máxima seguridad La Roca.

Ante la inseguridad y la escalada de violencia, el presidente Guillermo Lasso decretó el Estado de Excepción para las provincias de Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo. El primer mandatario se ha trasladado a Guayaquil, donde está el centro de mando unificado de las fuerzas de seguridad, para liderar las acciones que permitan retomar la tranquilidad.

 

Fuente: Infobae.com

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