El Gobierno, empresarios y gremios pactaron bono de $ 5000 por fin de año

Saldrá por decreto y será obligatorio. Se pagará en dos tramos: $ 2500 este mes y $ 2500 en enero. Surgió de la reunión entre el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, la mesa chica cegetista y representantes de la UIA, CAME y otras cámaras.

Tal como adelantó El Cronista en su edición de hoy, los empresarios, sindicalistas y el Gobierno acordaron implementar un bono de fin de año de $ 5000, que será obligatorio y que los empleadores deberán pagar en dos veces, con los sueldos de noviembre y enero. La medida busca contener un eventual desborde paritario, con aumentos salariales que alcancen al 50%, y a la descomprimir la creciente conflictividad social. Como una primera reacción en ese objetivo, la CGT ya evalúa dejar sin efecto el llamado a un nuevo paro general para la última semana de noviembre.

La decisión del pago del suplemento extraordinario de fin de año quedará oficializada por decreto en las próximas horas, según garantizó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, a los gremios y cámaras empresaria que se reunieron hoy al mediodía en la sede de la Federación de Sanidad, que conduce uno de los referentes de la dupla de conducción cegetista, Héctor Daer.

De acuerdo a lo pactado durante ese encuentro, el bono de fin de año será general y obligatorio para todos los empleadores, que lo abonarán a su personal en dos tramos con los salarios de noviembre y enero. El decreto habilitará algunas excepciones en la forma de pago del suplemento en aquellas empresas que atraviesen dificultades (que se abone en más de dos cuotas o sea considerado a cuenta de otros aumentos, por ejemplo), pero ello no exceptuará a las compañías de su pago. Además, se consensuó que será no remunerativo hasta un monto de $ 5000, pero en el caso de aquellos sectores que paguen a su personal un bono de mayor monto, deberán pagar las cargas sociales correspondientes por toda cifra que supere los $ 5000.

Por otra parte, durante la reunión en la sede de Sanidad, que se extendió por más de dos horas, las partes acordaron que las empresas que pretendan recortar sus plantillas de trabajadores deberán poner encarar un proceso administrativo ante las autoridades de la Secretaría de Trabajo previo a concretar despidos de trabajadores. La obligatoriedad de la instancia administrativa previa a consumar desvinculaciones de personal quedará establecida en el texto de una resolución que el Gobierno también prevé publicar en las próximas horas. El esquema apunta a descomprimir la creciente inquietud del sindicalismo por fijar algún mecanismo para frenar los despidos en el marco del escenario de recesión económica.

“La idea es que todo se discuta por las vías administrativas, en la cartera laboral. Entendemos que estamos viviendo una situación especial y tenemos que ser responsables”, afirmó el secretario de la Cámara de Comercio, Mario Grinman. Y sobre el bono, el directivo de la CAC planteó que «es probable que algunos sectores tengan más inconvenientes que otros a la hora de poder pagarlo, pero el sector empresario va a ser el mayor esfuerzo para lograrlo, ya que no es una suma astronómica y además está fraccionada en dos pagos».

A su vez, Daer señaló que “no podemos decir que es un gran acuerdo nacional pero es un pequeño acuerdo de coyuntura para atravesar una emergencia”, y consignó a este diario que se estableció que “el despido antes de consumarse tenga que pasar por una audiencia en la vía administrativa”. Se trata de un esquema de desaliento indirecto de las desvinculaciones que funcionó durante la gestión de Carlos Tomada al frente del Ministerio de Trabajo mediante la implementación de subsidios para el pago de salarios, como los Repro, y otras medidas.

Caso por caso

A su turno, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, planteó que fue una reunión muy amable y que si bien será obligatorio dar el bono, «habrá que analizar caso por caso y en el marco de la paritaria cómo se paga».

«Si la paritaria recompone el salario, el bono tendría que ser a cuenta de eso, pero ese tema quedó en analizarse», agregó Weiss. Además, planteó que todos entienden que «los salarios perdieron poder adquisitivo», pero que «también es cierto que hay empresas que podrán hacerse cargo y otras estarán más complicadas».

El presidente de Camarco manifestó que la Uocra ya les pidió rediscutir la paritaria -cerrada en 25%- y que aumento salarial más bono no pueden dar. «En marzo cerramos un 15% y en junio le sumamos otro 10%, que como es acumulativo da 27,5%. Ahora nos llamaron para negociar otro 10%, que si también se integra llegás casi al 40%. Todavía no está aceptado, pero es inviable dar eso y bono», aseguró Weiss.

Antes de entrar a la reunión, el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, se había referido a la posibilidad de dar un plus a fin de año. En declaraciones radiales, el empresario aceitero planteó que «no todas las empresas podrán dar aumentos del 40%» y que, «por eso, hay que dar bonos».

«En este contexto de recesión, en las pymes los problemas están agudizados; hay suspensiones, adelantos de vacaciones, baja de los horarios laborales para tratar de pasar este momentos», señaló, en referencia a que a muchas de estas pequeñas empresas les resulta inviable renegociar paritarias al 40 o 45%.

Para muchas pymes, también será difícil pagar el bono, incluso sin pactar un nuevo aumento salarial. Pero la mayoría de los sectores considera que «hay que hacer un esfuerzo». Estará quien pague el plus en dos veces, como planteará el decreto, como así también los que les planteen a sus trabajadores darlo en tres o cuatro veces. Ello dependerá de cada caso y de cómo arregla la empresa con sus trabajadores y el gremio.

Fuente: Cronista

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