Las petroleras esperan señales de Alberto Fernández para reactivar inversiones

Tras el congelamiento en el precio de los combustibles y las restricciones cambiarias, las empresas decidieron esperar y hasta levantar equipos de perforación. Los planes 2020, en duda. Mantienen expectativa favorable de que el nuevo gobierno buscará impulsar el yacimiento

Vaca Muerta está parada«, repiten en la gran mayoría de las empresas del sector petrolero, mientras miran con gran incertidumbre, y a la vez expectativa, lo que vendrá a partir del 10 de diciembre. La causa del freno en las inversiones es más que obvia: el Gobierno congeló en agosto el precio de los combustibles y del barril del crudo por 90 días, como una de las medidas tras la derrota en las PASO, y avanzó con restricciones cambiarias, lo que desalentó fuertemente la producción. Antes, la polémica resolución 46 había reducido fuertemente los subsidios a la extracción de gas no convencional, lo que también afectó a la industria.

Estas decisiones sumadas a la lógica pre-electoral, y ahora de transición hacia un nuevo gobierno, provocaron que muchas compañías petroleras levanten equipos de perforación y pongan en duda sus proyectos de inversión para el 2020. El cambio de tendencia dependerá, según las petroleras, de las señales que ofrezca el presidente electo, Alberto Fernández, de cara a los próximos meses.

Los doce años de kirchnerismo estuvieron marcados, entre otros factores, por la pesificación tarifaria y la nula inversión en petróleo y gas. Luego, el gobierno de Mauricio Macri las actualizó casi en su totalidad, y ahora varios referentes del Frente de Todos han vuelto a plantear, durante la campaña, que uno de los planes sería la desdolarización. Cómo se resuelve eso sin afectar la producción de petróleo y gas, que tiene un gran componente dólar, es la gran pregunta que se hacen por estas horas en el sector.

Sin embargo, los empresarios confían en las charlas que fueron teniendo en los últimos meses con el economista Guillermo Nielsen, el interlocutor energético de Fernández, quien ha recorrido las oficinas de las empresas con su proyecto para potenciar Vaca Muerta bajo el brazo y promesas de grandes inversiones.

El presidente electo se reunió esta semana con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y aseguró que encontró plena coincidencia en la importancia de potenciar el desarrollo del yacimiento, «prestando especial atención al impacto ambiental, que es el único camino para ser sustentables”, informó Fernández, después del encuentro, en sus oficinas de la calle México. En su entorno consideran que es un sector que puede generar USD 40.000 millones extra de divisas, con gran mano de obra directa e indirecta.

El proyecto de Nielsen, según aseguran en las empresas, tiene como objetivo generar inversiones por unos USD 30.000 millones para los próximos cuatro años y el mecanismo sería a través de un fideicomiso que les de certidumbre y previsibilidad, con la garantía de que podrán exportar y cobrar en el exterior. De precio, que es lo que más le importa a las petroleras, no se habla, aunque está claro que “la recomposición deberá ser gradual”, ya que es utópico creer que apenas asuma, Fernández habilitará una suba del 20% en el precio de los combustibles.

“Si no empezás por un buen precio, sólo vamos a ver caída de la actividad. A los precios actuales (USD 45 el barril), el negocio no es rentable. Por lo menos, debería oscilar entre USD 55 y USD 60”, dijeron en una de las principales petroleras que operan en Vaca Muerta. Y agregaron: “Las etapas de fractura bajan considerablemente, cae la inversión, se acrecienta el desempleo y hay baja actividad. Es difícil dejar el precio a valor dólar, pero podría haber una banda, con un piso y un techo, que nos dé certidumbre más allá de lo que suceda con el precio global”.

 Si no empezás por un buen precio, sólo vamos a ver caída de la actividad. A los precios actuales (USD 45 el barril), el negocio no es rentable. Por lo menos, debería oscilar entre USD 55 y USD 60 (dicen en una petrolera)

Desde otra petrolera, en tanto, dijeron que “la actividad está en un modo de espera, no sólo por la incertidumbre que genera el cambio de gobierno, sino porque se tomaron medidas que van en contra de lo que se necesita para desarrollar la actividad”. Se refirió así a las restricciones cambiarias y al congelamiento de los combustibles de mediados de agosto, que terminó de enturbiar el clima en la industria. “Se está ejecutando lo que estaba en marcha y frenamos todo lo nuevo e incremental. Además, todos los planes para 2020 están siendo analizados hasta no tengamos claridad de reglas”, señaló el directivo de la empresa.

Una de las primeras petroleras que había levantado la voz contra el congelamiento fue Vista & Oil & Gas, cuyo CEO es Gastón Remy. «Esto es una cachetada fuerte para Vaca Muerta y para el sector en general, pero también para los productores en particular”, había dicho el directivo, entre otras declaraciones. El tema llegó a la Justicia, no sólo en el caso de esta firma, sino del resto de las empresas, que se unieron también para presentar un amparo judicial.

Pero luego, en septiembre, el Gobierno habilitó un aumento del 4% y ayer otro de 5% en los combustibles y también en el precio del crudo. Tras esos ajustes, elecciones mediante, y ahora con nuevo presidente electo y expectativas favorables en cuanto a que el tema Vaca Muerta será prioritario, las empresas bajaron el perfil. Prefieren, dijeron en varias firmas consultadas, evitar salir a marcar la cancha en este momento. Y sigue: ninguna quizo hablar en on the record para esta nota.

Si bien el potencial de Vaca Muerta es enorme en gas y en petróleo -hoy se explota sólo el 5%-, las compañías están actualmente más focalizadas en el crudo, con el objetivo de poder aumentar considerablemente la producción y exportar. Hoy las ventas al exterior son marginales. En lo que respecta al gas, también las posibilidades son importantes, pero el problema que hoy existe es de demanda, además de que tampoco está para infraestructura adecuada como para potenciar la exportación.

Actualmente, hay sobreoferta del fluido, el precio es bajo (el valor pactado en la subasta fue de USD 4,6 por millón de BTU, pero a un tipo de cambio de $41, por lo que ajustado al dólar de hoy, ronda los USD 3) y, por ende, hay pocos incentivos para la producción. De hecho, YPF, por ejemplo, ya no tiene equipos perforando gas; su foco está en la producción de crudo no convencional (shale oil).

“Hoy producimos y hay saldo. No hay demanda, las industrias requieren menos gas. A futuro, si se pretende poner en valor Vaca Muerta para exportar, se necesitan gasoductos, una planta de licuefacción y generar un mercado para competir con los Estados Unidos. En los próximos años, va a haber una demanda muy fuerte de gas porque China está cambiando su matriz energética de carbón a gas”, dijeron en otra empresa que produce gas y petróleo no convencional.

Desde otra de las compañías más importantes que operan el yacimiento aseguraron que como la Argentina es un país productor de hidrocarburos sin ventajas competitivas con otros, para poder atraer inversiones a Vaca Muerta deben generarse las condiciones para que los grandes jugadores petroleros inviertan en el país.

“En ese marco, para promover inversiones en el desarrollo del crudo es necesario que la empresa que invierta pueda mover libremente sus flujos de dinero en dólares; además, al momento de vender el crudo y debe recibir el precio internacional por el barril, porque el petróleo es un commoditie y estas empresas invierten a escala mundial”, dijo un directivo de la firma, quien a su vez remarcó que, de cara a lo que se viene, “habría que pensar mecanismos para el usuario no se vea afectado por los cambios en el tipo de cambio en sus tarifas, que necesariamente van a tener un componente en dólares”.

 

Crédito: Infobae.com

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