Alberto Fiandesio: el faltante de gasoil es un caso palpable de falta de profesionalismo.
El Ex Subsecretario de Combustibles y editor del sitio todohidrocarburos.com, reflexiona acerca del grave e inexplicable problema que aqueja a nuestro país.
Desabastecimiento de gasoil
El desabastecimiento de gasoil en la casi totalidad del país es otro caso palpable de falta de profesionalismo.
Hace más de cuatro meses que medios especializados como “Surtidores” y “El Estacionero” (también desde todohidrocarburos.com alertamos sobre esto) venían augurando un incipiente problema de abastecimiento de gasoil.
Todo comenzó desde el norte (con el comienzo de la cosecha) y se fue expandiendo hacia el sur abarcando la casi totalidad del país.
El país importa gasoil desde hace décadas. El faltante en el mercado se cubre con importación. Las principales refinerías están prácticamente en su máximo técnico de procesamiento. Aunque hay instalaciones inactivas de mediana importancia en Plaza Huincul que podrían ponerse en marcha para ayudar al abastecimiento en la zona.
¿Por qué, entonces, no se importa lo necesario?
Por nuestra particular economía petrolera.
El crudo en mundo tiene un valor de 115 dólares por barril. En Argentina se vende a 62 dólares por barril.
El valor internacional del gasoil que se debe importar está en consonancia con un crudo de 115 u$s/bbl.
Y el valor del gasoil local con uno de 62 u$s/bbl.
Corolario: importar es ruinoso.
Importa CAMMESA para generación eléctrica porque lo terminamos pagando todos a través de los subsidios.
Importa YPF, empresa con mayoría accionaria estatal, que, en cierta forma, actúa en nombre del Estado.
E importa Trafigura, que comercializa en todo el país y no tiene capacidad de refinación.
Pero falta gasoil. ¿Entonces? Las empresas le están sacando el cuerpo a la jeringa. Está claro que, ante una demanda importante (Ver en todohidrocarburos.com “Ventas de gasoil y naftas: El mejor Abril de los últimos 10 años”) no están importando todo lo necesario.
No estaríamos hablando aquí de falta de profesionalismo sino de cuidado de las finanzas empresarias.
Ahora: El Estado, que pretende construir un gasoducto en tiempo y forma, ¿no tiene nada que hacer en este caso?
Porque el desabastecimiento no afecta solamente a los particulares (y si así fuera también debiera cuidarlos), sino que las arcas del mismo Estado se verán menguadas.
Desgravar la importación de gasoil pudiera ser un mecanismo que, por otra parte, ya fue utilizado en el pasado.
Pero la falta de profesionalismo estatal (sin pensar mal) se puso en evidencia con la novela del biodiesel.
También desde hace meses se venía insistiendo en retrotraer la ya de por sí insólita (aunque legal) medida de bajar el corte de biodiesel en el gasoil al 5% (con posibilidad de bajarlo hasta 3% por razones económicas).
Y esta semana que pasó, finalmente (y pareciera que a regañadientes) se tomó la decisión de incorporar mayor volumen de biodiesel. Pero cuidado, a no con confundirse, por dos meses, a ver si alguien reacciona con el máximo enojo.
Tarde y mal. Falta de profesionalismo. Típico caso de actividad regulada por el Estado en todos sus aspectos (volumen y precio).
Falta de profesionalismo periodístico
Seguimos con una falta de profesionalismo periodístico (y si, hoy le tocó a todos).
“Autorizan subas de precio del gasoil de un 12%” tituló un portal (no especializado) ignorando, tan supinamente como el Jefe de Gabinete, el funcionamiento libre de estos valores en el mercado local.
Desde el frustrado intento del indescriptible Guillermo Moreno, a la sazón Secretario de Comercio Interior, de aplicar la Ley de Abastecimiento a la SHELL CAPSA capitaneada en ese entonces por Juan José Aranguren, la jurisprudencia ha dejado en claro que los precios son libres. No los fija el Estado.
En definitiva, lo que vamos viendo es que el hilo conductor de los males nacionales es la falta de profesionalismo.
Ing. Alberto Fiandesio
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