. . . . CAMBIO DE ACTITUD DEL SECTOR . . . . Por: Alejandro Di Palma

El sector de las Estaciones de Servicio se encuentra golpeado por un conjunto de temas que no solo se multiplican en número, sino que su resultante se potencia por el aumento del peso específico de cada uno de estos componentes, debido a la inacción del sector.

Si bien es cierto que algunos de estos temas podrían ser considerados como extrínsecos o inmanejables (es el caso del enfriamiento de la economía o recesión), hay muchos (la mayoría) que son cuestiones relacionadas con nuestro negocio y simplemente fueron acumulándose sin ser siquiera advertidos o atacados, y ya sabemos cuál es el destino inexorable de las enfermedades sin tratamiento…

Podemos en todo caso citar algunos ejemplos de estos impactos negativos:

COSTO DE COMERCIALIZACION

Es sabido que gran parte de nuestras ventas se hacen a través del financiamiento con tarjetas de crédito, de manera que el costo de la comercialización del que las estaciones se hacen cargo, pero en un escenario financieramente hostil, con tasas de referencia del orden del 75% y con descubiertos del 120% convierten a nuestro negocio, luego de afectarlo por el simple costo financiero, en un NEGOCIO CHINO.

Este tema pareciera NO haber sido advertido por el sector ya que nunca ha planteado una cuestión al respecto siendo que inclusive debido a este escenario financieramente absurdo, las Petroleras procedieron a cobrar anticipadamente (en la mayoría de los casos) el combustible que nutre nuestras ventas.

TARJETAS DE FLOTA

Otro intento de sacarnos del negocio, es la intención de las Petroleras de hacerse con clientes que son de la Red Comercial (NOSOTROS) a través de tarjetas de flotas, proponiéndoles a nuestros comercios el costo de mantener un stock de producto, los negocios abiertos en las condiciones que las Petroleras exigen, con el cumplimiento de toda reglamentación (de toda índole) para que luego, llegue un cliente (que las Petroleras sostienen que es suyo) y solo ofrezcan una miseria por el “servicio” de VENTA y en algunos casos más viles aun, la pretensión es devolver el producto en el próximo pedido de combustibles, o sea otro NEGOCIO CHINO.

AUMENTOS ERRATICOS

Estamos naturalizando el hecho de que las Petroleras en forma secuencial y seguramente pactada entre ellas, proponen aumentos descabellados que luego son castigados por los medios de comunicación y moderados por otras compañías Petroleras haciéndonos poner la cara ante nuestros clientes por estos aumentos a nosotros que somos su red comercial y no solo eso sino que, como de costumbre antes de estos aumentos sobran excusas para justificar la imposibilidad de entregar producto, luego del aumento extrañamente se resuelven todos los problemas y las entregas se normalizan. En estos últimos aumentos los estaciones que recibieron productos con estos aumentos descabellados, absurdos y luego reducidos en precio, fueron TIMADAS por algunas empresas Petroleras, ya que nunca se les reconoció esa reducción del precio, generando un franco quebranto económico, otro NEGOCIO CHINO.

SAQUEO A TRAVES DE PETROLERAS FANTASMAS

Así mismo, el desmanejo del sector ha favorecido el surgimiento de compañías Petroleras (Petroleras del “Payaso Plin Plin”, con el respeto que merecen los payasos) que no tienen capital ni siquiera para abrir un local de choripanes en “Costanera Sur” y resulta que después de saquear a su Red Comercial (o sea NOSOTROS) terminan desapareciendo, para que luego el ciclo, comience nuevamente al iniciar su operación una nueva Petrolera (OTRA) con similar capacidad financiera (Petrolera de “Piñon Fijo”, con el mismo respeto que cite anteriormente) y seguimos siendo los idiotas que a veces inclusive, embanderamos las Estaciones de Servicio, a nuestro estricto cargo para terminar siendo saqueados persiguiendo el solo fin de comprar el combustible necesario para seguir vendiendo, cada vez menos cantidad.

Los puntos anteriores solo son algunos de los que han impactado a nuestro sector y es absolutamente indispensable identificarlos con claridad, denunciarlos sistemáticamente y advertir de estos a la sociedad a través de las asociaciones que nos representan.

Debemos avanzar hacia legislaciones que nos permitan evitar estos abusos y definir mínimamente nuestros derechos, para lo cual tendríamos seguramente que cambiar algunas actitudes.