Desde hace un tiempo ha vuelto el tema recurrente acerca de si el precio de los combustibles está atrasado y de ser así en qué medida. Hay distintas opiniones al respecto, las cuales son en muchos casos variables, por lo que puede escucharse a algún directivo hablar de que hay un atraso del 25% y luego decir que es del 10%.
Para acercarnos al tema comenzaremos diciendo que debería separarse lo que es el Upstream del Downstream o para simplificar, las empresas productoras de petróleo y las refinadoras. Estas últimas son las formadoras de precios, ya que en función de sus costos, establecen el precio que le cobrarán a las estaciones de servicio (compra-venta) o el que establecerán para el público (bocas en consignación). Por lo tanto para saber si los precios están o no atrasados, habría que ver cómo ha evolucionado el margen bruto de refinación. Claro que aquí surge la primera pregunta ¿Qué período tomaremos como referencia?
Elestacionero.com conversó con el Ing. Alberto Fiandesio, ex Subsecretario de Combustibles de la nación, que como siempre accedió amablemente a conversar con nosotros. Nos aportó datos y gráficos de su sitio todohidrocarburos.com, que resultan de gran utilidad en nuestros cálculos.
La serie analizada abarca desde enero de 2006 hasta la fecha (176 meses).
El margen bruto de ambos productos (nafta grado 2 y gasoil grado 2), iguala el promedio 2020-2021 y casi iguala al promedio registrado entre 2006-2015. En ambos casos, se ahonda la diferencia contra el registrado para el período parcial 2016-2019 (gobierno anterior).
También vamos a comparar estos valores con algunos promedios típicos:
Para la nafta grado 2
Para el gasoil grado 2
Veamos los valores involucrados:
En el gráfico de abajo se puede observar que disminuye en agosto la diferencia entre WTI y Brent, por un lado, y el promedio de Escalante y Medanito, por el otro.
Conclusión:
Si comparamos el margen bruto de comercialización con el promedio de la serie más amplia (2006/2021), vemos que prácticamente no hay atraso. Obviamente esto puede variar en alguna medida teniendo en cuenta los otros costos de las refinerías aparte del petróleo, aunque la incidencia sería probablemente pequeña.
Sin embargo hay una cuestión importante: las refinerías están pagando el crudo unos US$ 20 (aproximadamente) por debajo del valor internacional de referencia; de modificarse el mismo, otra sería la historia. Por lo tanto y sin conocer este último dato, resulta aventurado hablar de atraso y mucho más de su magnitud.
Desde el punto de vista de las estaciones de servicio
Como este es un medio dirigido a las estaciones de servicio y comercializadores de combustibles, cabría preguntarse cómo quedan las necesidades de los mismos respecto al tema analizado. Sin duda la carencia de una rentabilidad lógica, o directamente de algún tipo de ganancia, necesitaría de un incremento importante en el precio de venta de los combustibles lo que tendría consecuencias graves en los volúmenes de venta y en la economía del país, por lo que aun actualizando en niveles razonables los precios, las estaciones de servicio necesitan una mejora en la rentabilidad por la vía de mayores porcentajes o “bonificaciones” otorgados por las empresas petroleras, menores costos relacionados con el grupo bancos-tarjetas, gastos operativos, impuestos que inciden efectivamente sobre el resultado de los negocios, costos laborales, etc.
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