Hacen falta estrategias sobre los biocombustibles

Los biocombustibles están llamados a ser una alternativa importante frente a la crisis energética y al cambio climático. De eso se habló hace poco tiempo durante la reunión de técnicos de la caña de azúcar que se desarrolló en nuestra provincia fines de noviembre.


“La oportunidad de generar energía renovable está señalada y el desafío es aprovecharla; se necesita un plan para concretar el objetivo y para convencer sobre las inversiones”, dijo el titular de la Sociedad Argentina de Técnicos de Caña de Azúcar (Satca), y un especialista invitado apuntó que “el punto de mayor potencialidad de la provincia es la producción del bioetanol para la mezcla con las naftas”. No obstante, pocas semanas después de las jornadas, una funcionaria de la provincia que asistió a la Cumbre de Cambio Climático en Egipto planteó su decepción porque en el capítulo sobre energía “se limitó a instar a mejorar una combinación de energías limpias” y dijo que “resulta incomprensible que los foros internacionales sigan minimizando el potencial de mitigación que tienen los biocombustibles, en comparación a los combustibles fósiles”, dijo.

Todo esto presenta un escenario complejo. En la reunión de técnicos quedó claro que en materia de bioenergía hay muchas posibilidades de producción. Hoy el 12% de las naftas del país se mezclan con etanol, 50% derivado de la caña y el otro 50% del maíz. Pero hace dos años hubo una crisis por desatención nacional con respecto a la norma sobre biocombustibles, que no parecen ser atendidos por el mercado nacional en esta época en la que la alternativa para el transporte parece ser el vehículo eléctrico. Tanto los productores de bioetanol como de biodiesel padecieron esa desatención. En Córdoba, que junto a Santa Fe opta por el derivado del maíz, hay una fuerte puja por elevar el corte al 20%. Además hubo diferencias de tratamiento en el biocombustible del maíz y el de la caña, por diferentes precios internacionales de los productos. En Tucumán el año pasado no hubo mayores discusiones porque se priorizó la producción de azúcar por sobre la de etanol. Sin embargo, el experto advirtió que “hay que articular una estrategia nacional y regional, de cómo potenciar el consumo de etanol. Otros países lo fomentan con tres fundamentos: el cuidado del medio ambiente, la situación económica relacionada con el desarrollo agrícola, social y demográfico, y la diversificación y seguridad energética, que resurgió a partir de la escasez por la guerra en Ucrania”.

Concretamente, la provincia debe mirar hacia los próximos años y definir estrategias, en vista de que en los debates sobre combustibles fósiles y energías limpias no parecen entrar con claridad los biocombustibles, que están focalizados en el interior del país. Basta comparar con Brasil, donde la mezcla con etanol es al 27% y hasta usan el alcohol en estado puro (sistema flex).

El titular de la Satca dijo que hay una nueva demanda que será grande y se dará en el corto tiempo, con las naftas de avión para reducir la contaminación. También puntualizó que el crecimiento en la provisión de energía renovable, como el alcohol para alimentar a los autos con sistema flex, debe apuntalarse con un plan de desarrollo e inversiones consensuadas con las autoridades nacionales y provinciales. Urge que se fomente ese debate.

Fuente: lagaceta.com.ar

Los comentarios están cerrados.