¿Qué le depara al bioetanol argentino?

El contexto del sector está marcado por la necesidad imperiosa de actualizar el precio y el deseo de aumentar el corte del 12 al 15%.

El de los biocombustibles es otro de los sectores de la agroindustria que hace tiempo está en «crisis». La razón es simple: el precio fijado por el Estado se encuentra atrasado y no permite cubrir los costos para producirlo.

En este sentido, Agrofy News se sumergió en la realidad del bioetanol, es decir, la industria que convierte en alcohol el grano de maíz para luego mezclarlo con las naftas, de tal forma que el 12% de cada litro de nafta se produce en estas plantas o en las de sus pares de caña de azúcar ubicadas en el norte del país.

Concretamente, la cadena del etanol de maíz se desarrolla en las provincias de Córdoba, San Luis y Santa Fe, con un total de cinco empresas: Bioetanol Río Cuarto (BIO4), ACA Bio y Promaíz en la provincia de Córdoba; Diaser, en San Luis; y Vicentin, en Santa Fe.

El mayor volumen corresponde a Córdoba, por ser la principal provincia productora de maíz en el país. Mientras que Argentina se ubica en el cuarto puesto como productor a nivel mundial.

Precio distorsionado y congelado

Todo comenzó en abril de 2019, cuando la Secretaría de Energía de la Nación dejó de aplicar una fórmula (Res 87/2018) que reaccionaba a los cambios de las variables y arrojaba un valor final para el precio del etanol que era el que las petroleras debían pagar a la industria. Eso abrió un escenario de precios distorsionados y arbitrarios para las productoras de etanol que aún continúa.

Al respecto, y en diálogo con Agrofy News, Juan Cano, gerente General de Promaíz, comentó: “En junio-julio llegamos a tener un gap del 15% entre lo que indicaba la fórmula y el precio que realmente teníamos publicado por disposición. Así venimos funcionando hasta hoy, sin fórmula de precio, pero con el agravante que, desde diciembre, nuestros precios están congelados tácimente. En realidad, congelan a las petroleras y, por ende, a nosotros también, pero no hay ninguna resolución y disposición que así lo indique”.

Por su parte, Víctor Accastello, director de Insumos Agropecuarios e Industrias de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), señaló: “Desde aquel momento, la Secretaria de Energía fijó el precio en forma discrecional, y de aplicarse la Res 87/2018, el precio actual debiera ser $32,45 por litro de bioetanol de maíz”.

Sin embargo, aclaró que actualmente es de $29,80 por litro, lo que representa US$ 0,40 por litro, y resulta más barato que la paridad de importación.

En sintonía, y frente a esta situación de incertidumbre, Manuel Ron, director de Bio4, la primera empresa que comenzó a producir bioetanol en el país, argumentó: “No se recupera ninguna inversión, y genera pérdidas económicas por cada litro producido. Se trata de un tema de costos fijos y de ver si algunas empresas les conviene parar o no”.

Al realizar los cálculos, Accastello agrega: “Si se computan los costos actuales, la rentabilidad es exigua, y cercana a cero, con lo cual no se está cumpliendo con la Ley 26.093”.

Vale recordar que el 80% de los costos están atados a dólar y la mayor parte está dada por el precio de la materia prima: el maíz. “Aumentó el maíz y otros insumos, producto de toda la inflación que se va acumulando y seguimos facturando al mismo precio que a principios de diciembre”, reclamó Ron.

La negociación entre las empresas productoras de biocombustibles y las petroleras, según el directivo de Bio4 resulta muy dispar. En otros argumentos, refirió al tamaño de las compañías, y a la ausencia de reglas claras de parte del Gobierno. “Si bien el precio publicado es mínimo y da la posibilidad a negociar, no hay mucho margen”, resaltó.

Frente a este escenario, las distintas Cámaras Empresariales están solicitando que se aplique las respectivas fórmulas de precios, y esperan que durante este mes haya un ajuste favorable en el precio.

Reducción de GEI, menor importación y más inversión

La industria del bioetanol tiene múltiples motivos para aumentar el corte. La Ley 26.093/2006 que trata la Promoción de producción y uso sustentable de biocombustibles vence en 05/2021. En la industria del etanol de maíz hay mucha expectativa de que se puede aumentar el corte de las naftas, que actualmente es del 12%. “Hoy, este sector está abasteciendo más del 50% del bioetanol porque está cubriendo algunos faltantes de caña azúcar, dado que en estos meses previo a la zafra generalmente se queda sin producto, y tenemos la posibilidad de seguir contribuyendo con más bioetanol de maíz”, aseguró Ron.

Según informaron los directivos, la Liga Bioenergética de provincias argentinas, liderada por Santa Fe, ha elaborado un nuevo Proyecto de Ley que se tratará en el Congreso de la Nación para aplicar después de mayo de 2021. Tal proyecto contempla un corte mínimo de las naftas con un 15% de etanol, para ir creciendo en forma progresiva hasta alcanzar el 27,5% de corte, como tiene Brasil.

En este sentido, una variable que entra en juego al momento de pensar en un mayor corte de bioetanol, es el parque automotor. Tomando como referencia el país vecino, Cano indicó: “El parque automotor en Argentina aceptaría pasar del 12% al 15%, ya que estaría preparado para hacer una combustión sin necesidad de retocar los motores”.

Impulsados por la meta de aumentar el corte, indicaron que de 50 millones de toneladas de maíz solo se están transformando 1,5 millones de toneladas en etanol.

Las razones para producir y utilizar más etanol, tienen múltiples frentes. Por un lado, está relacionado con la disminución de la contaminación ambiental, los gases de efecto invernadero (GEI) de todo lo que son los biocombustibles están en un 60% por debajo de los que hacen los combustibles fósiles, y la salud pública, dado que el etanol es un combustible limpio. Para Accastello, son los argumentos por los que la sociedad debería exigir más etanol en el corte de las naftas.

En este sentido, Cano destacó que también permitiría una sustitución de importaciones, y explicó: “En Argentina, la capacidad de refinación no es suficiente para abastecer el mercado interno con lo cual hay que estar importando combustibles con todo lo que implica en materia de salida de divisas. Solamente en 2019, se importaron más de 500.000 metros cúbicos de nafta grado 3 premium, que significa la salida del país de aproximadamente US$ 300 millones. Si se suman todos los tipos de naftas que se están importando para abastecer o suplir la demanda de las petroleras y el parque automotor en Argentina, es un número más que interesante en sustitución de importaciones”.

Sumado a ello, el aumento de corte permitiría nuevas inversiones. De acuerdo a Cano, actualmente hay una capacidad ociosa de aproximadamente el 20% en el sector de bioetanol de maíz, y los tres puntos de aumento del 12 a 15%, se podrían abastecer tranquilamente y quedaría al 100% de su capacidad. “Eliminar esa capacidad ociosa, e ir hacia un incremento futuro del 27,5%, significarían inversiones de entre US$ 1.500 y 2.000 millones que se dispararían en los próximos tres años”.

Hoy, lo que más necesita el sector es previsibilidad en materia de precio y volumen. Si bien, han mantenido reuniones (como cámara y a través de la Liga Bioenergética) con diferentes funcionarios: el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales; el secretario de Energía, Sergio Lanziani, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el sector está a la espera de que lo puedan trabajar internamente y ver qué propuesta hacen. Por el momento, sin novedades.

«Nosotros no somos sustitutos, entendemos que somos complementarios para el desarrollo del país», concluyó Cano, al referirse a la relación combustibles fósiles-biocombustibles.

 

 

Crédito: Agrofy News

Los comentarios están cerrados.