Durante ocho meses el gobierno supo del faltante de gasoil y no se ocupó.

Por Raúl Castellano - Director de elestacionero.com y Secretario de la Cámara de Empresarios de Combustibles de Córdoba. Este artículo fue parciamente publicado ayer en el diario La Nación.

En el mes de mayo del año 2021, el gobierno nacional instrumentó un congelamiento de los precios de los combustibles, el que se mantuvo sin variantes hasta el mes de febrero del corriente año en que comenzaron lentamente a recuperarse. Hay que tener en cuenta que durante los 9 meses de congelamiento, la inflación estuvo en el orden del 51% y el precio del petróleo se incrementó, por lo que el valor de los combustibles se divorció de los precios de venta.

Como consecuencia de esta situación, las estaciones de servicio comenzaron a ver disminuirse los volúmenes entregados por las petroleras. El cuadro de situación se agravó cuando a partir de febrero del corriente año y como consecuencia de la guerra en Ucrania, los precios del gasoil se dispararon en todo el mundo y teniendo en cuenta que nuestro país importa aproximadamente el 25% del que consume, se produjo un fuerte desfasaje entre el valor de compra del producto importado y los precios a los que se vendía en nuestro país. La importación comenzó a ser ruinosa  y obviamente ninguna petrolera estuvo demasiado dispuesta a perder plata con esto, siendo YPF la única que importó porcentajes significativos.

Como el congelamiento involucró solo a las estaciones de servicio, los precios en el segmento mayorista que normalmente son menores a los de surtidor, comenzaron a ser mucho más elevados, generándose una brecha entre ambos canales.

Las restricciones a las entregas de gasoil a las estaciones de servicio fueron aumentando y el desabastecimiento se generalizó en prácticamente todo el país.

Hasta ese momento, diríamos que las autoridades de gobierno no se dieron por enteradas, aunque como veremos más adelante, si lo estaban. Cuando ya no se podía tapar el sol con la mano, en el mes de marzo del año en curso, los funcionarios comenzaron a decir que se compraría gasoil importado y pronto se solucionaría todo. Hace casi un mes, el Jefe de Gabinete Juan Manzur, dijo que en 48 o 72 hs. el problema comenzaría a solucionarse, cosa que estuvo muy lejos de ocurrir. La semana pasada, el gobierno nacional informó que se habían comprado 18 barcos con gasoil, los que irían llegando entre julio y agosto.

Lo cierto es que hasta la fecha el problema sigue sin solucionarse, con grave perjuicio para los estacioneros, los transportistas, los productores y los consumidores particulares.

Más arriba dijimos que el gobierno no se daba por enterado de la situación, pero no era así. En efecto, en el mes de octubre del año pasado (hace ya 8 meses) el grupo Estacioneros Autoconvocados Región Centro y algunas cámaras que lo integran, mantuvieron una reunión con importantes funcionarios de la Secretaría de Energía, como el Director Nacional de Refinación y Comercialización, Daniel Rigou, en la que ya se planteó los problemas de abastecimiento de las estaciones de servicio blancas, que no tenían producto para vender. Otro tanto se planteó en la reunión llevada a cabo un mes más tarde con la Subsecretaria de Hidrocarburos Ing. Maggie Videla Oporto y el asesor del Secretario de Energía Ariel Kogan.

También en el mes de octubre del 2021, la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior FAENI, emitió un comunicado en el que denunciaba que «pese a las advertencias lanzadas en estos últimos días, comunicados y reuniones, la situación que afecta a las estaciones, en relación al desabastecimiento de combustibles se complica. El escenario es grave; hoy estas estaciones se van quedando sin producto. Sólo tienen combustible dos días a la semana y luego no».

Posteriormente en el mes de diciembre del año pasado, los estacioneros reunidos en cuatro cámaras advirtieron a las autoridades que el abastecimiento de combustibles estaba “en riesgo” por un combo de factores, entre los que se destacan el congelamiento de precios (desde mayo no había aumentos) y la menor producción de crudo que no llega a cubrir toda la demanda. La escasez de combustibles ya se nota en el interior del país y como viene profundizándose, amenaza con golpear a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y otras provincias” dijeron.

La periodista Gabriela Origlia del diario La Nación averiguó sobre el tema logrando solo la opinión de un vocero de la Secretaría de Energía que le dijo que  “No tenemos información de faltantes”.

Luego consultó a YPF, Axion y Raízen (la empresa que produce la marca Shell). Voceros de las tres petroleras coincidieron en que están trabajando con total “normalidad”, en que no hay problemas de abastecimiento y descartaron la existencia de “cupos” para entregar combustible.

Ese mismo mes (diciembre del 2021), el Presidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” Ing.  Jorge Lapeña, dijo a la prensa que “Este año se produjo un fenómeno que no fue debidamente evaluado ni por las empresas; ni por el propio Gobierno: la producción de crudo aumentó 2,7% interanual y en el mismo período la demanda de combustibles (gasoil y naftas) aumentó el 14,1%”. “Se han quedado cortos, porque deberían haber importado más petróleo para poder producir gasoil y naftas. Hay un faltante que es el que se está viendo”.  Todo esto en el mes de diciembre del 2021.

Hoy, siete meses después, el gobierno nacional está anunciando que el mes próximo llegarán unos barcos con gasoil.

De lo expresado surge que el gobierno conocía perfectamente la situación, por lo menos desde finales del año pasado ¿Por qué tardó siete meses en reaccionar en un tema tan importante? El perjuicio económico ha sido muy grave para importantes sectores de la actividad económica y para los ciudadanos en general. Creo que debería investigarse qué pasó exactamente y señalarse a los responsables.

 

Raúl Castellano

 

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