Nafta, Gasoil y GNC ¿Qué nos espera?

Estamos aprendiendo sobre la marcha. Caminante no hay camino.

Si algo caracteriza a estos tiempos pandémicos que nunca pensamos que fuéramos a transitar, es la incertidumbre; sabemos todo lo malo que ha ocurrido, pero lo que más nos molesta es no saber cómo seguirá esta película. Numerosas preguntas nos surgen permanentemente para nuestro desasosiego y no encontramos respuestas que nos permitan visualizar un futuro, incluso cercano, en la actividad de las estaciones de servicio.

En lo referente a las variables comerciales, nos preguntamos cómo evolucionarán las ventas; tocamos fondo en el mes de abril y luego comenzó una tan rápida como breve recuperación. En el caso de los combustibles líquidos, las ventas fueron recuperándose hasta el mes de junio inclusive, pero luego en julio (último mes con datos oficiales publicados), una pequeña retracción de la demanda nos puso frente a la realidad: las ventas no van a recuperarse rápidamente; el regreso a las cifras pre-pandemia será lento y trabajoso, ya que aun suponiendo que las restricciones oficiales a la movilidad disminuyeran o incluso desaparecieran, siempre habrá un sector de la sociedad que se auto-restringirá por temor, también actividades que continuarán en modo hogar y lamentablemente los distintos sectores del comercio y los servicio se verán disminuidos por la crisis económica que seguirá al reinado del coronavirus.

En el caso del GNC, ocurre otro tanto, solo que desplazado un mes hacia adelante: la recuperación duró hasta julio inclusive y retrocedió levemente en agosto, terminando con el “sueño de verano” de los expendedores gaseros (Datos de la ciudad de Córdoba, la que más estaciones de servicio de GNC tiene).

La otra variable que genera incertidumbre, son los precios. En el caso de los combustibles líquidos, somos meros observadores o “tomadores de precios”, los que son establecidos por las Petroleras/YPF/Gobierno. El panorama era por demás desolador; hasta agosto no se habían movido los precios desde el mes de diciembre del año pasado, lo que combinado con la caída de ventas, daba como resultado un cocktail letal. Por fortuna, y de la mano de las necesidades de YPF, vinieron dos incrementos de precios, uno en agosto y otro en septiembre y la perspectiva de otros futuros aumentos antes de que termine el año.

En el caso del GNC, como se sabe los precios son libres, por lo que podría compensarse aunque fuera parcialmente la caída en las ventas, con el solo trámite de subirlos, sin embargo en varios lugares del país la comercialización está sometida a una competencia muy dura, sobretodo en la Capital Federal, donde el precio promedio es de $20,40, registrándose algunas bocas a $17,99 y menos aún.

Otra plaza complicada es la ciudad de Córdoba, donde el precio promedio era en agosto del $24,70, pero en los primeros días de septiembre disminuyó bastante.

 

 

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