Estaciones de servicio en problemas: precios de los combustibles, atrasados un 45%

El Gobierno nacional compensó de modo total o parcial a las productoras de crudo y a las refinadoras, por el congelamiento de los precios o por su atraso; pero se olvidó del último eslabón de la cadena. (Este artículo fue publicado ayer en el diario La Voz del Interior)


Por Raúl Castellano

Ante la distorsión notoria en los precios de los combustibles, el Gobierno sigue ignorando a los estacioneros. Sólo compensa a las productoras de petróleo y refinadoras y deja de lado al eslabón más débil de la cadena.

Las estaciones de servicio de Argentina vienen sufriendo un deterioro constante de su situación económica desde hace por lo menos tres años. En 2020, al igual que la mayoría de las actividades empresariales, sufrieron una caída de ventas que no registra antecedentes, lo que golpeó a un sector que funciona con muy bajo margen, y por lo tanto necesita volúmenes de venta elevados y constantes.

Al año siguiente, y cuando parecía que lo peor había pasado, el Gobierno decretó un congelamiento de precios de los combustibles que se prolongó por ocho meses y medio, después de lo cual fue incrementándose mes a mes por debajo del índice de inflación, hasta la fecha.

FUERTE RETRASO

En el período 2015/2022, el atraso de los precios de los combustibles respecto de la inflación acumuló un 30%. En lo que va de 2023, estos son los resultados:

Fuente: Raúl Castellano – Gráfico que muestra el atraso en los precios de los combustibles

El atraso de precios ponderado según participación de cada producto en el total de ventas en estaciones de servicio fue del 15,18%, que se suma al 30% acumulado en los siete años anteriores.

Si tenemos en cuenta el congelamiento de precios vigente y la altísima inflación que se prevé para septiembre y octubre, sin duda el año terminará con un atraso fenomenal.

Los ingresos de las estaciones de servicio son un porcentaje sobre el precio de venta, parte que es establecida por las empresas petroleras, mientras que los egresos siguen fielmente a la inflación e incluso la superan. De manera que si los precios de los combustibles se incrementan menos que la inflación, esa diferencia negativa se traslada de inmediato en detrimento de la rentabilidad de las estaciones.

Dado que las estaciones de servicio son en general pymes y familiares, no tienen espaldas suficientes para soportar estos desfases, pese a lo cual no son tenidas en cuenta por el Gobierno cuando los funcionarios negocian con las petroleras los congelamientos de precios, o por lo menos escuchan a estas antes de imponer por medio de YPF (a la cual controlan por su mayoría accionaria) cómo variarán los valores.

COMPENSACIONES PARA ALGUNOS

En estas conversaciones, suelen acordarse a las petroleras algunas compensaciones, aunque sea parciales, por las pérdidas ocasionadas por dejar inamovibles los precios o aumentarlos por debajo de la inflación. Por caso, al decretarse el congelamiento que rige ahora y que se prolongará hasta noviembre, se otorgaron tres puntos a las productoras de petróleo y a las refinadoras:

  1. Las refinadoras pagarán a partir de agosto 56 dólares estadounidenses el barril de petróleo Medanito, en lugar de los U$S 61 que pagaban; así, el precio se ubica casi U$S 20 por debajo de la paridad de exportación. Esa disminución fue solicitada por las refinadoras para disminuir la baja en la rentabilidad por el atraso de los precios de los combustibles respecto de la devaluación y la inflación. La disminución del precio del crudo beneficia también a las refinadoras que no son productoras de petróleo; tal es el caso de Raízen (Shell) y Trafigura (Puma).
  2. Se establece un esquema de compensación para las productoras de petróleo, para que puedan liquidar las retenciones a las exportaciones de crudo correspondientes a agosto, septiembre y octubre recién a partir de marzo de 2024. Este diferimiento significa para las empresas un ingreso indirecto de entre uno y dos dólares más por barril. Es decir, si el precio de venta del crudo Medanito pasó a ubicarse en 56 dólares, con este esquema percibirán indirectamente 57 o 58 dólares por barril.
  3. Este punto también está destinado a las productoras de petróleo, para compensar el menor precio que percibirán de las refinadoras. El beneficio consiste en la entrega de los certificados correspondientes al régimen promocional de acceso a divisas dispuesto por el decreto 277, según el cual las petroleras que hayan incrementado producción pueden acceder a un proporcional de los dólares provenientes de la exportación de hidrocarburos. El régimen debería haber entrado en vigencia en enero, pero por la falta de dólares en el BCRA, no ocurrió así.

EL ESLABÓN MÁS DÉBIL

En resumen, el Gobierno nacional compensó de modo total o parcial a las productoras de crudo y a las refinadoras, por el congelamiento de los precios o por su atraso; pero se olvidó del último eslabón de la cadena, que es el más débil, el que monetiza la producción de los sectores antes mencionados y abastece a los consumidores: las estaciones de servicio.

Sin haber recibido ninguna compensación, las bocas de expendio soportaron, y siguen haciéndolo, un desfase que, según se consignó más arriba, ya asciende al 45% desde 2015 hasta la fecha.

Las estaciones de servicio necesitan una ayuda, tal como se hizo con los otros eslabones de la cadena de los hidrocarburos que son mucho más fuertes, o muchas quedarán en el camino.

* Secretario de la Cámara de Empresarios de Combustibles de Córdoba (Cecc)

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