«Canuto» al petróleo: con dólar a $25 y nafta a precio congelado, Axion aplica cupos
La empresa comenzó a dividir en cuotas la entrega de gasoil que demanda la industria y el agro. Las petroleras prefieren vender menos hasta julio, cuando podrán avanzar con nuevos aumentos. ¿A cuánto podría escalar el valor de la premium?
Fuente: IProfesional
La consigna: resistir hasta julio a como dé lugar.
Es que recién ese mes las petroleras tendrán luz verde del Gobierno para aumentar el precio de las naftas, con YPF a la cabeza.
Parece poco tiempo, pero la devaluación fue tan brutal que para las empresas es una eternidad. Y es por eso que reclaman en los pasillos del Ministerio de Energía cada vez con más fuerza.
Sin embargo -y pese al aval explicito a la gestión Macri- una de las que se comprometió a mantener los valores en los surtidores por 60 días acaba de poner en marcha una controvertida medida.
Según precisaron a iProfesional fuentes de las distintas cámaras que reúnen a los expendedores del país, Axion comenzó a restringir la entrega de gasoil.
Se trata de un insumo fundamental que demanda tanto la industria como el agro.
En concreto, las entidades aseguraron a este medio que la compañía activó un «sistema de cupos«, para así acotar su oferta de combustibles como también el procesamiento de crudo.
«Esta decisión responde a querer quedar bien con el Gobierno y, a la vez, atenuar las pérdidas que enfrentan las petroleras», afirma a iProfesional Carlos Gold, titular de CECHA, la confederación que nuclea a los expendedores de la Argentina.
«La situación actual las lleva a tomar medidas. Tal como están las cosas, hasta les conviene vender menos. Por eso lo del cupo», añade.
Según explica el empresario y directivo, para las empresas que adhirieron al pedido del Gobierno -Shell e YPF, además de Axion- la opción pasa por procesar lo «justo y necesario», al menos durante unos meses.
«El barril de petróleo ya cotiza en niveles cercanos a los u$s80. Cuando se liberaron los precios en Argentina, valía cerca de u$s57. Esto colocó a las compañías en una situación delicada: venden en pesos una materia prima que sigue al dólar. Encima, deben mantener los precios congelados«, expresa.
Gold argumenta que en la actualidad existe un desfasaje de hasta 30% entre el importe al que se comercializan las naftas y lo que realmente deberían valer, según dos variables clave: dólar y barril de crudo.
Entregar «lo justo y necesario» y bajo un sistema de cupos (mal que le pese al Gobierno) es el camino tomado por Axion.
Todo con disimulo
Desde la Cámara de Empresarios del Combustible (CEC) su secretario, Raúl Castellano, afirma a iProfesional que lo dispuesto por Axion pasa desapercibido para los automovilistas particulares.
No así para el canal mayorista, ya que provee de combustibles a una clientela que se reparte entre el agro y el segmento industrial.
Ante la consulta de este medio, el empresario expresa que el cupo fijado por la petrolera ha ido quedando más en evidencia en estos últimos días, y que la maniobra especulativa apunta a «generar un ahorro significativo en el total crudo a procesar».
«La estrategia de Axion de aplicar cupos no está siendo captada por el consumidor tradicional. Por lo menos, no todavía«, indica, para luego agregar: «Hay que ver por cuánto tiempo se extenderá».
En este marco, iProfesional consultó a fuentes de Casa Rosada. También, a funcionarios del ministerio de Energía. En ambos casos no ocultaron su malestar.
Para Castellano, no hace más que dejar de manifiesto el contexto endeble que atraviesan las petroleras, que induce a movimientos especulativos justo en momentos en que el Gobierno requiere del respaldo de los empresarios.
«Prefieren vender menos. Por supuesto que esto repercute directamente en la actividad económica, dado que el mayorista le vende al campo, a las fábricas en general», afirma.
«Por el momento, este sistema de cupos sólo ha sido implementado por Axion. Pero no sería raro que otras empresas quieran hacer lo mismo«, expresa.
En virtud de lo expuesto tanto por CECHA como por CEC, iProfesional tomó contacto con voceros de Axion para obtener más detalles sobre la medida.
Ante la consulta, se comprometieron a acercar una respuesta durante la tarde del martes, pero eso finalmente no sucedió.
Contexto complicado
Las compañías que operan en el negocio del expendio se preguntan cómo harán para llegar a julio con precios que fueron freezados cuando el dólar estaba a poco más de $20.
En el medio, hubo una devaluación que fue superior al 20%, acompañada encima por el repunte del crudo. Esto llevó a que la Argentina, de liderar el ranking regional, pase a exhibir los precios más bajos (medidos en dólares).
Tal como diera cuenta iProfesional semanas atrás, Marcos Peña, jefe de Gabinete, mantiene comunicación directa con Miguel Ángel Gutiérrez, el mandamás de YPF.
El Gobierno insiste en postergar cualquier incremento por su impacto en la inflación. En la otra vereda, la compañía necesita adecuar cuanto antes los valores de los productos que comercializa.
Por lo pronto, esta «interacción» ha dejado completamente afuera a Juan José Aranguren, ministro de Energía.
Desde su círculo interpretan la intromisión de Peña como una muestra de que el Gobierno considera «poco efectivo» a Aranguren para marcarle el paso a las petroleras.
Fuentes cercanas a esa cartera -también empresarios de vínculo estrecho con el ex CEO de Shell- confirmaron a iProfesional la decisión del jefe de Gabinete de pedirle a Gutiérrez «moderación» para lo que resta del año.
Número que mete miedo
El lunes 7, por pedido de Peña, se les solicitó a las petroleras YPF, Shell y Axion que congelen los precios hasta el 30 de junio.
Pese a estar en total desacuerdo, quien debió comandar esta «misión» y plasmarla en un papel fue el propio Aranguren.
El convenio se plasmó bajo el nombre «Acuerdo de estabilidad de precios con cuenta compensatoria», y tuvo como finalidad evitar una disparada de los precios en los surtidores.
El texto especifica la fórmula que luego será utilizada (concretamente a parir del segundo semestre) para compensar a las petroleras.
Especialistas del sector dan cuenta de un dato que mete miedo: si se aplicara ahora mismo esa fórmula plasmada en el convenio, la nafta premium debería valer $38.
¿Quién paga?
Por lo pronto, el plan del Gobierno de congelar valores para no meterle más ruido en la inflación complica a una actividad presionada por el alza del dólar en el plano local y del barril en el internacional.
Incluso, antes de la disparada del billete las compañías ya pugnaban por retocar precios entre un 6% y un 7%, siendo que el atraso triplicaba esa cifra.
Desde el Gobierno quieren que recién entre julio y diciembre se apliquen los aumentos postergados de mayo y junio.
Hubo años mejores por las empresas, sin tantas trabas. De hecho, en 2017 las naftas se incrementaron siete puntos por encima de la inflación.
Este año arrancó con incrementos constantes, que se fueron aplicando en enero, en febrero y en abril. Luego llegó el «plan freezer».
Las compañías fundamentaron esos asustes en la devaluación y en el mayor costo del crudo: en ese entonces, proyectaban un dólar cercano a $24, pero hacia fines de 2018.
¿Qué pasará a partir de julio, cuando podrán avanzar con los aumentos pactados en el convenio?
A priori, cuesta imaginarse que los apliquen en su totalidad, que no haya un nuevo freno del Gobierno y que la nafta premium escale a los $38.
Pero en la Argentina de estos días todo es posible. De esto puede dar fe el dólar, que ya vale más ahora de lo que se suponía costaría recién en diciembre.
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