Consecuencias del derrumbe del precio del petróleo

El precio del petróleo se derrumbó a nivel internacional este fin de semana, marcando su peor registro de los últimos 30 años, con una caída del 30%.

La causa inmediata fue el desacuerdo entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ante la negativa de dicho país a reducir la producción de crudo para sostener los precios del barril, afectados por la pandemia del coronavirus.

Con la caída en el precio del barril, se verá seriamente afectado el desarrollo de Vaca Muerta

Efectivamente, a los niveles de precios actuales, es muy poco probable que las empresas inviertan grandes cantidades de dinero en nuevos pozos, cuya producción no logrará recuperar lo invertido.

Con respecto a la incidencia de esta baja en los precios de los combustibles de nuestro país, digamos que desde hace unos años se toma como referencia el petróleo Brent, que el domingo cotizaba a US$ 35, el precio más bajo en varios años. A esa cotización, las petroleras locales que también venden combustibles (como YPF y Pan American Energy), estarían bien con los importes actuales de los combustibles, siempre que haya estabilidad en el tipo de cambio, según el diario Infobae, que además dice que esto es porque los precios actuales están reflejando un precio de petróleo crudo en torno a los US$ 50. Una estabilización del crudo Brent a este nivel de precios abriría una discusión entre el Gobierno y las petroleras para reducir el precio de los combustibles.

Es más, algunas petroleras hasta preferirían ahora firmar un «precio sostén» o barril criollo, que separe los precios locales de producción petrolera de los internacionales. Ese fue un mecanismo anterior que se utilizó para proteger a la industria frente a las caídas globales. La administración de Macri no estuvo de acuerdo con ese rumbo. Desde septiembre de 2017, el país se vino alineando con los precios internacionales.

Esa política, que se denominó de «precios libres» generó estímulos para la inversión petrolera, según varias empresas del sector.

De hecho el ex presidente de SHELL y ex Ministro de Energía Juan José Aranguren, lanzo la idea de barril criollo; manifestó, según el diario Ámbito que el petróleo por debajo de u$s50 afecta las inversiones. Alertó por un atraso en los impuestos, lo que demoraría una baja de combustibles.

El ex ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, consideró factible que en los próximos días se empiece a hablar de un «barril criollo», de forma de aislar a la Argentina de lo que pasa en el mercado petrolero mundial, y juzgó que «se podría demorar» una eventual baja en el precio de los combustibles.

Mientras la industria local se siga moviendo con un barril en torno a los US$ 50, no habría grandes caídas ni en las regalías petroleras ni en la actividad actual. En cambio, quedarán complicados los proyectos hacia adelante. Al Gobierno lo libera de escuchar al sector quejarse de un retraso en los precios, como sucedía cuando el barril estaba a US$ 60, pero los surtidores domésticos reflejaban un petróleo a US$ 50.

«Primero hay que ver cómo evoluciona, si es una situación puntual o una baja sostenida en el tiempo», afirmó un alto ejecutivo petrolero. «Por otra parte, casi el 50% del precio del combustible son impuestos, y no veo al Gobierno reduciendo ingresos para el Estado», agregó.

Los precios de los combustibles están congelados desde la asunción de Alberto Fernández. Salvo una pequeña corrección de 13 o 15 centavos por alza de impuestos, los valores no se movieron. El litro de nafta súper de YPF en la Ciudad sigue en torno a $55 el litro, mientras que la Premium sigue por arriba de $61. La petrolera de mayoría estatal intentó ajustar 5% en enero, pero desde la Casa Rosada lo impidieron.

Desde diciembre el dólar oficial con cepo se movió apenas $1: de $63 a $64. En tanto, que el biodiesel y el etanol (maíz y caña de azúcar) casi no sufrieron actualizaciones, fundado motivo de reclamo de los productores al Gobierno.

A este panorama ahora se le suma la fortísima baja del petróleo Brent. Los funcionarios de Energía analizan las variables y están convencidos que la situación amerita una reducción de precios y que ya se licuó el atraso del 10% que esgrimían las petroleras. La contrapartida es una enorme preocupación por Vaca Muerta.

 

 

Los comentarios están cerrados.