Cumbre petrolera para empezar a delinear los nuevos aumentos de los combustibles

Las siete petroleras más importantes de la Argentina -YPF, PAE, Shell, Pluspetrol, Tecpetrol, Sinopec y Vista- armaron una mesa de negociación para definir el precio interno del crudo y de los combustibles en surtidores. Las primeras reuniones se concretaron esta semana. Quieren llevar una propuesta común al nuevo ministro de Energía.

Las principales petroleras del país conformaron una mesa de negociación para discutir cómo se concretarán los próximos aumentos en el mercado de combustibles. Las privados quieren retomar la iniciativa: pretenden acercarle a Javier Iguacel, el nuevo ministro de Energía, una propuesta común de toda la industria para validar una suba gradual del precio de las naftas y gasoil en surtidores. La remarcación en las pizarras de las estaciones de servicio permitirá, a su vez, recomponer el precio interno del petróleo, que tras la brusca devaluación del peso quedó desfasado del precio internacional. El crudo Medanito que se extrae en Neuquen se pagó en junio en torno a los US$ 66, unos 10 dólares por debajo que a nivel global. El Brent cerró ayer a 76,30 dólares.

El lunes por la tarde los principales productores de petróleo se reunieron en las oficinas de Tecpetrol, brazo petrolero del grupo Techint, en Retiro. Fue una convocatoria reducida. Además del anfitrión, participaron los principales directivos de Pluspetrol, tercer productor de crudo del mercado domestico; la china Sinopec, cuarto en el ranking, y Vista Oil&Gas, la petrolera creada por Miguel Galuccio, octavo productor local. Ese póker de empresas ejercerán la representación de los productores puros, tal como se conoce en la jerga petrolera a las compañías no integradas (aquellas que no refinan petróleo, solo lo extraen).

La decisión terminó de validarse ayer en una reunión en la sede de la Ceph, la cámara que nuclea a las empresas petroleras, sobre la Avenida Cordoba al 600. Tecpetrol, Pluspetrol, Vista y Sinopec defenderán la posición de los productores en la mesa de negociación con las refinadoras. Del otro lado estarán YPF, lider del mercado de combustibles (con una participacion superior al 55%), Shell y Axion Energy, subsidiaria de Pan American Energy (PAE), segundo productor de petroleo. Entre las tres explican un 80% del mercado de combustibles.

La primera reunión de las compañías podría concretarse esta misma semana. Con una mesa de siete sillas se buscó evitar una negociación multitudinaria como la que tuvo lugar el 1º de junio en Energía. De ese encuentro participaron más de 40 ejecutivos del sector. La amplia convocatoria atentó contra la dinámica y la organización de la discusión. Para evitar ese inconveniente, ahora se buscó canalizar la negociación en cabeza de los principales referentes de la industria.

Plan de acción

El objetivo de mínima de las empresas productoras está claro: pretenden que el precio del crudo Medanito en julio alcance los 68 dólares, tal como figura en la adenda firmada por las refinadoras el 1º de junio con acuerdo del ex ministro de Energía Juan José Aranguren. Esa iniciativa —firmada por YPF, Shell y Axion Energy— nunca fue perfeccionada por el resto de las petroleras. Entre los refinadores el análisis no es unánime. Mientras que algunos sostienen la necesidad de negociar con el Gobierno un aumento superior al 3% acordado con Aranguren para los primeros días de julio, desde YPF interpretan que no hay margen político de forzar esa situación. “El incremento del 3% para julio se decidió cuando el dólar cotizaba por debajo de los 26 pesos. Hoy está apenas por debajo de los $ 28. Sería oportuno poder trasladar al surtidor una suba más significativa para recuperar terreno frente a la devaluación”, explicó el director comercial de una petrolera. Una fuente gubernamental con poder de decisión en el área energética le restó peso a esa alternativa. “Las condiciones sociales no resisten aumentos. La suba del 3% para julio es la pautada. No habrá incrementos mayores a esa cifra”, indicó a EconoJournal, bajo reserva de nombre.

Los jugadores del downstream argumentan que el margen de refinación se encuentra en los niveles más bajos de los últimos cuatro años. Pero la situación más grave se vive aguas arriba, en el segmento de Exploración y Producción. Son varias las empresas que, antes del corrimiento cambiario que trastocó la estabilidad de la macroeconomía argentina, estaban lanzadas —o a punto de lanzar— con planes de desarrollo en Vaca Muerta y otros plays hidrocarburíferos. Vista Oil&Gas, que en marzo anunció una inversión de US$ 2000 millones en el área Bajada de Palo; Shell, que evalúa producir hasta 40.000 barriles diarios de shale oil; la malaya Petronas, que está asociada con YPF en el área La Amarga Chica y además busca posicionarse en otros bloques; la norteamericana ExxonMobil y la noruega Statoil son algunas de las empresas que apuntaban a colocar ingentes inversiones en la Argentina durante 2019.

La incertidumbre en torno a qué sucederá con el precio interno del barril y el fantasma de una nueva intervención del Estado en el mercado petrolero pone en riesgo esos planes. Las próximas negociaciones marcarán el pulso de lo que viene. El desafío del Gobierno, en palabras de un encumbrado empresario petrolero, es resolver la coyuntura “sin matar el sueño de la inversión”.

Fuente: Econo Journal

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