Faltante de combustibles: FEC piden urgente intervención del Gobierno

Según la Federación de Entidades de Combustibles, desde que se inició la crisis, en todo el país cerraron más de 2.200 bocas de expendio. El valor de los carburantes se dispara en las provincias de fronteras a causa del alto costo de los fletes.

ASFIXIADOS. Ese fue el panorama que graficó el tesorero de la Federación de Entidades de Combustibles.

Entrevistado el tesorero de la Federación de Entidades de Combustibles  Juan Carlos Basílico, se refirió al problema de la gestión y distribución de combustible y aseguró que la situación es crítica en todo el país.

Basílico negó que sea un esquema que se padezca sólo en las provincias de frontera y afirmó que la cuestión pesa mucho para todas las provincias el general.

“Esto es algo que ocurre en todo el país. No se trata de cruzar un charco y pasar de un lado para el otro. Ocurre que el 30% de aumento de los combustibles que se dio en lo que va del año no alcanza”, remarcó. En ese sentido, se refirió a un concepto muchas veces explicado por los estacioneros, referido al atraso en los valores, en comparación con los países vecinos, lo cual ha llevado a que la demanda de extranjeros por el preciado producto se dispare.

“Las petroleras que no son estatales, Axion, Shell y las otras marcas no vienen al país a perder plata, que es algo hablado mano a mano con el presidente de una de esas marcas y le pedimos un 2% más de utilidad porque los estacioneros no queremos que se cierren más estaciones de servicio”, rememoró.

Y denunció: “En todo el país cerraron más de 2.200 bocas de expendio (en los últimos dos años) y nadie hizo nada. Se lo dije a las petroleras y a los funcionarios de la provincia de Buenos Aires y todos tomaron apuntes, pero hasta ahora todos los apuntes siguen igual, nadie hace nada”.

Por otra parte, Juan Carlos Basílico explicó que el jueves de la semana pasada envió una carta documento a la Secretaría de Comercio de la Nación “para que nos atienda porque queremos explicarle el crítico estado en el que se encuentran las estaciones de servicio”, añadió durante la charla.

“Lamentablemente, cada aumento de combustible que se anuncia, el estacionero tiene que poner plata de su bolsillo porque ya no le alcanzan las manos para poder cubrir los cheques”, sostuvo. Remarcó que por ejemplo, que con la reciente firma de la escala salarial por un aumento de 48% para los trabajadores, la situación se agudizó todavía más.

“Nosotros no decimos que no le podemos pagar a los empleados, pero sí en nuestras estaciones no tenemos utilidad, ¿cómo le pagamos a nuestra gente?”, se preguntó y reconoció que “los empleados necesitan una cifra de aumento superior al acordado, pero no se llega”.

El expendedor tiene que tener un 16% libre de impuestos para poder pagar todos los gastos para cubrir con sus empleados. No queremos que nos pase algo similar a lo ocurrido en Chile hace unos años atrás, donde el 97% de las utilidades les pertenecen a las petroleras. Si no paramos lo que está ocurriendo, esto no lo pararemos más”, lamentó.

“Hemos reclamado formalmente, llenamos de cartas documento al Estado, pero no nos atienden para resolver esto; sin embargo no vamos a bajar los brazos. No podemos seguir así”

El crítico panorama de por sí, se agudiza para los estacioneros, a decir de Basílico teniendo en cuenta que las petroleras no están dispuestas a otorgar ese 2% más de utilidades requeridas por los propietarios de las estaciones de servicio.

“Le hemos dicho en la cara a los presidentes de las petroleras que si están perdiendo que se vayan del país, nosotros cambiaremos la bandera para seguir trabajando”, señaló quien a partir del mes de octubre volverá a ocupar la presidencia de la entidad a raíz del fallecimiento de Julio César Alonso, quien ocupaba ese cargo en la Federación de Entidades de Combustible.

Durante la extensa charla Basílico expuso los números rojos con los cuáles opera el sector y lo comparó con el aumento del costo de vida y aseguró que las subas autorizadas por el Gobierno todavía no alcanzan para equipararse a la inflación. “En los últimos 10 meses los aumentos dispuestos para el combustible rozaron el 30%, pero la comida y otros artículos ¿cuánto aumentaron? Antes se decía ‘se aumentó la nafta, aumentamos todo’ y ahora se remarca todo pero la nafta sigue igual”.

Remarcó el empresario y dirigente: “No es respetada nuestra actividad. La verdad es muy necesario que nos juntemos las cuatro partes (petroleras, expendedores, sindicato y Gobierno) para poner fin a todos los problemas, empezando por bajar los impuestos tanto nacionales como provinciales. No queremos seguir afectando el bolsillo de la gente”.

“El 70% del precio del combustible se va en concepto de impuestos, con el 30% restante tenemos que sacar adelante las estaciones de servicio mientras que el Gobierno nacional se lleva el gran porcentaje”, se quejó.

 

Fuente: primeraedicion.com.ar

Los comentarios están cerrados.