Importante reunión con tres Senadores Nacionales de Estaciones de la Región Centro
Participaron el presidente del Bloque del Frente de Todos, Senador José Mayans, la Senadora Silvia Sapag y la Senadora Nora del Valle Giménez.
Alejandro Di Palma (Entre Ríos – Santa Fe). Comenzó manifestando que se ha querido separar la problemática del sector en dos segmentos; por un lado los problemas de fondo de las estaciones de servicio y por otra lo urgente referido a las consecuencias de la pandemia, que en su primer ola “nos dejó exhaustos en términos económicos y que ahora en la segunda ola no tenemos recursos para enfrentarla, por lo que necesitamos alguna respuesta para nuestras pymes que están muy golpeadas, ya que muchas de ellas están debajo del 30% de las ventas normales”. Agregó que el 80% de las estaciones de servicio están en el límite del quebranto. “En este momento estamos teniendo que hacer frente a los créditos a los cuales tuvimos que recurrir para pagar parte de las erogaciones del año pasado. Ahora necesitamos de algún tipo de salvataje. Pero nuestro relacionamiento es con la petroleras, con las cuales la diferencia de escala es abismal, lo que nos impide llevar a cabo ningún tipo de negociación, por lo que necesitamos de un actor como el estado que es el que podría darnos una mano para modificar esa matriz de relación. Necesitamos una renta de emergencia para la situación actual y además en las cuestiones de fondo, cambiar el paradigma de la relación con las petroleras, Por ejemplo hemos visto desde hace un tiempo algunas cuestiones como las promociones o planes de marketing que establecen las petroleras y que debemos pagar nosotros , como un elemento más que erosiona nuestra situación económica”.
Marisa Centenaro (Pilar, Pcia. de Córdoba), expresó que como expresó Di Palma, las estaciones de servicio de combustibles líquidos están pasando por una situación grave. Se necesita vender por lo menos 300.000 litros de combustibles por mes para llegar a un punto de equilibrio, pero resulta que el 58% de las bocas no llega a ese nivel. En el caso de las estaciones de GNC, se requieren 100.000 mts3 de venta para llegar al punto de equilibrio, pero el 75% de ellas no llega a esas ventas. Si nos referimos a las estaciones de bandera blanca, puntualizó, la situación es mucho peor aún, ya que el 94% de ellas no llega a ese punto de equilibrio. En general estas bocas son las que se encuentran en lugares recónditos del país y abastecen a los municipios, los bomberos, las cooperativas, etc.
Las petroleras no se interesan por estas bocas porque no les reditúan una ganancia importante, pero el estacionero debe seguir adelante porque es la fuente de ingresos de sus familias. “Si fuera posible necesitaríamos que ustedes hicieran alguna gestión para reinstalar la moratoria que venció el 30 de junio del año pasado, ya que los estacioneros nos hemos financiado para poder pagar nuestros costos, en especial los salarios, endeudándonos o dejando de pagar nuestras obligaciones impositivas”.
Con respecto a los REPRO, opinó que sería necesario que se modifiquen las condiciones para tener acceso a los mismos ya que una de las condiciones es que la facturación actual no exceda en más de un 20% la del año 2019. Al respecto dijo, “me parece que se ha omitido que la inflación en ese período ha sido del 60% y los combustibles han subido un 120%. En esas condiciones y pese a la situación crítica en la que estamos, ningún estacionero va a poder acceder a las REPRO”.
Julio Kademián, (Córdoba), expresó que las estaciones de servicio están vendiendo un 70% menos que el mes pasado y tienen que seguir haciendo frente a costos iguales a los del mes pasado, incluyendo sueldos de bolsillo de entre $70.000 y $120.000. “Quiero además referirme a lo que cuesta mantener embanderada una estación que vendía 570.000 litros por mes y ahora vende 300.000. Ese costo es de $500.000 por mes.
Otro tema es el de los créditos que otorgó el gobierno el año pasado, que ahora hay que empezar a pagar sin que se renueven los mismos, lo que se hace imposible; en mi caso es un millón de pesos por mes durante los meses de junio, julio y agosto”.
Otra cuestión es el hecho de que un camión de combustible cuesta $4 millones y la mitad de ese dinero se empieza a recuperar en los siguientes días y la otra mitad (ventas con tarjeta de crédito) se cobra 14 días hábiles después.
Mauro Lapacó (Buenos Aires – La Pampa), por su parte, se refirió a las ventas directas de las petroleras. Comenzó diciendo que, como se dijo, hay que distinguir lo importante de lo urgente. Lo urgente agregó, es lo que se acaba de plantear. Con respecto a lo importante, dijo, “tenemos el hecho de que, como ya se expresó, hay que vender 300.000 litros para llegar al punto de equilibrio y esa cantidad, hace varios años era de menos de 200.000 litros; esto se debe al incremento de los costos, entre ellos el laboral, pero hay un fenómeno que se ha incrementado en estos años que es el de las ventas directas. Las mismas consisten en las ventas que las petroleras hacen en forma directa, sin pasar por las estaciones de servicio, a establecimientos de transporte, campo o industrias. Estos son clientes que van perdiendo las estaciones y llevan a cerrar a muchas de ellas, con lo cual van quedando bocas importantes en las grandes ciudades y van desapareciendo bocas pequeñas o medianas en las localidades chicas del interior. Esto es malo porque debilita a las pymes, favorece en forma directa solo a las petroleras y no genera ningún valor agregado”.
Juan Manuel Brígido (La Rioja), a su turno dijo que “realmente estamos en una situación muy preocupante por la caída de ventas del orden del 70% y las consecuencias que esto puede traer en nuestra gente, es decir nuestros empleados que ven peligrar sus fuentes de trabajo. En La Rioja como en otras provincias del norte del país, dependemos mucho del estado y eso deja en posición vulnerable. En la situación actual las nóminas salariales son insostenibles y con las caídas de ventas no se le encuentra solución.
Raúl Panero (Córdoba), afirmó que todo lo hablado se refiere a la microeconomía de nuestro sector y que ahora quería referirse a la macroeconomía petrolera. “Ojalá recibiéramos los estacioneros el mismo trato en materia de subsidios que reciben las petroleras, sobre todo las que son extranjeras. No solo los subsidios sino también el sostenimiento de precios que les hacen los gobiernos, sin importar el signo político al que pertenezcan. Recientemente nos visitó en nuestra estación blanca una empresa petrolera que nos requirió entre 200.000 y 300.000 dólares de inversión solo para la imagen en caso de darnos la bandera. Esas son las mismas empresas que después nos quieren hacer creer lo de la inversión de las empresas extranjeras en nuestro país, que son una mentira”.
El Senador José Mayans dijo finamente, que “Yo acompaño la preocupación de un sector que es tan importante como el de las estaciones de servicio”. Se comprometió a ocuparse de los temas planteados para buscar alguna solución. Comentó que además se están ocupando en el senado del proyecto de ley de biocombustibles que es muy importante.
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