Marchas y contramarchas con el aumento de precio de los combustibles

Ayer pasado el mediodía, se dio a conocer la noticia de que a la medianoche, la petrolera YPF actualizará el precio de sus combustibles un 5%. De esta manera, el valor de referencia para el litro de nafta súper quedaría en $56, mientras que la “premium” sería de $64.

El aumento que según se dijo regiría a partir del primer minuto del día lunes se visualizaba como una señal muy importante para los inversores de Vaca Muerta, quienes estaban a la expectativa ante un posible congelamiento o la pesificación de los valores de los combustibles.

Luego de haber logrado una disminución en las retenciones a la exportación del 12% a sólo el 8%, desde Vaca Muerta los empresarios pidieron descongelar el precio de combustibles en surtidores, sugiriendo un incremento del 10% para la semana que pasó, cosa que finalmente no ocurrió.

El día de ayer al darse a conocer la noticia del incremento de precios, se fijó el mismo en un 5%.

Sin embargo, no todo el aumento quedaría en manos de las petroleras, ya que en enero se actualizará el Impuesto a los Combustibles Líquidos, que también había quedado congelado luego de las PASO. De esta forma, una parte de la suba quedaría para las petroleras y otra se la terminaría apropiando el Estado.

Sin embargo en la tarde de ayer, pocas horas después de anunciarse la suba, el diario Clarín informó que el presidente Alberto Fernández ordenó a YPF dar marcha atrás con el aumento del 5% en los combustibles. La petrolera estatal mantendrá los valores en los surtidores.

El presidente le trasmitió por la tarde al titular de YPF Guillermo Nielsen, que se anule el aumento luego de que trascendiera que iban a regir los incrementos.

Informó además el matutino que la petrolera nacional sería, como suele ocurrir, la que daría el primer paso para que luego la imiten las demás firmas. Con la decisión de que YPF no suba, todo indica que el resto de las compañías tampoco aplicarán aumentos, al menos por ahora.

El economista que diseñó el plan  de Vaca Muerta y quedó al frente de YPF, le había elevado a Fernández un pedido para actualizar los precios de los combustibles. Argumentó que los precios venían desactualizados y que era necesario un incremento para garantizar la rentabilidad de las petroleras. Habló, al principio, de un incremento del 10% que luego redujo a 5 puntos.

En el Gobierno aseguran que nunca hubo una autorización de la Casa Rosada para que YPF aumente. «Todas las tarifas están congeladas por seis meses. En ese contexto, no pueden subir el combustible. Además ganaron mucha plata en estos años», apuntó una fuente oficial a Clarín.

 

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