¿Qué pasará con los precios mañana?

Escribe Raúl Castellano

A solo 24 horas de la finalización del llamado congelamiento de precios de los combustibles (en realidad se trató de una regulación de precios habida cuenta de que hubo aumentos autorizados por el gobierno durante cada uno de los tres meses de la medida), tenemos pocas certezas y muchos interrogantes.

Una certeza es que el jueves (o algunas horas antes o después), habrá un incremento en el precio de los combustibles. Algunos de los interrogantes son ¿Cuál será el porcentaje? ¿Cuántos aumentos más habrá? ¿Cuáles serán los porcentajes de los mismos?

YPF y la Secretaría de Energía coincidieron calculando que antes del último incremento “de excepción” del 5%, el atraso en el precio de los combustibles estaba en torno al 20%, por lo que podríamos inferir que resta aún un reajuste del 15%. Sin embrago este cálculo se refiere al valor neto de las naftas y gasóleos; es decir que no contempla el atraso en el ajuste que por ley corresponde aplicarle a los impuestos que gravan esos productos, es decir el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Si se consideran estos ítems, el ajuste pendiente sería mayor al 15%. Otro interrogante es ¿Habrá en forma inmediata un aumento del 15% o más, o se prevé escalonar en dos o tres tramos el ajuste? Las versiones circulantes hablan de esta segunda opción; sin embargo hay que tener en cuenta que en menos de 30 días tendremos nuevo gobierno por lo que en el caso planteado se estaría avanzando sobre el período gubernamental nuevo y no sabemos qué pensarán los nuevos funcionarios al respecto.

Se ha escuchado una versión en el sentido de que en lo inmediato se ajustaría el total del porcentaje pendiente y al asumir el gobierno de Alberto Fernández se decretaría un nuevo congelamiento por un período de hasta 6 meses. De esta manera la actual gestión asumiría el costo político del tarifazo y la próxima arrancaría con un panorama de precios inamovibles. Pero claro, se trata solo de rumores.

Lo cierto es que está todo por verse.

Con respecto al posible congelamiento por largo plazo del precio de los combustibles, es algo que preocupa a los expendedores de combustibles. Todavía está muy presente en el recuerdo de todos, el largo congelamiento de comienzos del anterior gobierno que mantuvo inamovible los ingresos de las estaciones de servicio, mientras hubo que hacer frente a crecientes costos, en especial el laboral, que desquició la ecuación de rentabilidad de los negocios, generando el mayor desastre en la historia reciente de las estaciones de servicio, con la pérdida de unas 2.300 bocas de expendio lo que representaba más de un tercio de las que existían en nuestro país.

¿Hay un “colchón” para afrontar un congelamiento?

Si bien es cierto que durante el año 2018 los precios de los combustibles subieron un 69% contra un incremento del Índice de Precios al Consumidor del 47.6% generando un saldo “a favor” de las estaciones de servicio del 21,4%, no es menos cierto que en lo que va del año esa ventaja quedó neutralizada ya que los combustibles subieron un 27% y el IPC hasta octubre se incrementó un 43,5%.

Obviamente esto es un simple cálculo sobre los precios de los combustibles vs inflación y no se tienen en cuenta ítems tan importantes como los volúmenes de venta muy deprimidos, costos crecientes, crédito impagable, etc.

Conclusión: ¿Hay que preocuparse por un posible nuevo congelamiento?  SI

 

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