Saldo deficitario de la balanza energética y el reverdecer de los “Bio”

Más producción de combustibles y futuro para el biodiesel y el bioetanol

Si bien la política recientemente instalada por el Secretario de Energía de la Nación Javier Iguacel, tiende a hacer el mercado de combustibles un poco menos dependiente el petróleo mediante e incentivo a combustibles alternativos, tales como el biodiesel (para mezclar con el gasoil), el bioetanol (para mezclarse con las naftas), el GNC y el GNL (ambos reemplazantes de las naftas), lo cierto es que se tratará de un proceso lento y que incluso en un país tan cambiante como el nuestro, nada nos asegura que esta política se mantenga en el tiempo.

Con respecto al tema, en diálogo con elestacionero.com, el Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina opinó que dada la estructura de mercado de combustibles en nuestro país, es muy difícil que la transformación antes mencionada pueda realizarse; en tal sentido agregó que YPF tiene una participación en el mercado del entre 55% y 60% lo que le otorgar una posición muy fuerte y además teniendo el estado nacional el control de la misma, la compañía tiene la posibilidad de contar con información oficial lo que le da ventajas sobre sus competidoras.

Continuó diciendo Molina que la situación cambia permanentemente, ya que hasta hace seis meses los márgenes de refinación en nuestro país eran muy grandes en comparación con el resto del mundo; actualmente el precio de los combustibles es caro para el consumidor, pero resulta bajo para las petroleras. Por los motivos expuestos, considera difícil que puedan incorporarse rápidamente los biocombustibles en proporciones significativas.

La producción de combustibles en los primeros ocho meses del año trepó a 15,1 millones de metros cúbicos, lo que significa un incremento del 2,2% con respecto al mismo período de 2017, según informó IES Consultores. «Si bien la oferta local todavía se mantiene en alza en lo que va del año, resulta significativa la desaceleración que sufrió desde mayo, sobre todo en el caso del gasoil», indicó un informe.

Por su parte la demanda de combustibles líquidos en las estaciones de servicio no acusó disminuciones interanuales hasta el mes de agosto (últimos datos oficiales dados a conocer por la Secretaría de Energía), pero por lo que se ve en las playas de las bocas de expendio, las cifras de septiembre mostrarán números negativos.

En otro orden, el saldo de la balanza energética en los primeros ocho meses fue deficitario por US$2.500 millones, aunque se redujo un 4,4% contra el mismo período del año anterior, cuando el déficit fue de US$2.615 millones (disminución de US$115 millones). «La mejora del resultado comercial está relacionada con el incremento de las ventas al exterior (especialmente de petróleo crudo) y la disminución de las importaciones de GNL (ante el aumento de la producción)», indicaron.

 

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