Sean Roney: «Tenemos un desafío crítico en el midstream de Vaca Muerta»

El presidente de Shell Argentina destaca el potencial del shale neuquino pero señala la necesidad de solucionar el cuello de botella.

El CEO de Shell Argentina asegura que la empresa podría alcanzar una producción de 70.000 bped en 2025. Las claves: ampliar la disponibilidad de infraestructura, lograr competitividad y mantener un marco regulatorio estable. La empresa se consolida en Vaca Muerta. Tras desprenderse en Argentina de sus activos en el downstream, hoy en manos de la brasileña Raizen, la petrolera ha puesto todas sus fichas en el negocio del upstream. De hecho, la compañía había anunciado en 2018 el pase a desarrollo de tres nuevas áreas en la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta en la Patagonia argentina.

En diálogo con este medio, Sean Rooney, geólogo y presidente de Shell Argentina, asegura: “El potencial de Vaca Muerta es igual o mejor que el que tenemos en Estados Unidos”. De hecho, los costos de perforación y terminación de pozos se redujeron a la mitad desde el comienzo de sus operaciones.

Y esboza la meta principal que tiene la empresa para los próximos años: “La producción actual ronda los 5000 barriles de petróleo equivalentes diarios (bped) El objetivo es llegar a 40.000 barriles bped en 2021 y 70.000 en 2025, sujeto a resultados y condiciones económicas”.

Rooney señaló que actualmente Shell tiene participación en seis bloques de Vaca Muerta, cuatro operados por la compañía y dos no operados. A través de O&G DevelopmentsLtd SA, opera los bloques de Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste (CASO), donde recientemente se anunció el pase de la fase piloto a la de desarrollo masivo, y Bajada de Añelo, un área con muy buenas perspectivas a futuro, todavía en etapa piloto. Estas sociedades de la empresa se constituyen de la siguiente manera: Sierras Blancas y Cruz de Lorena (90% Shell, 10% GyP), CASO (80% Shell, 10% Apco -Vista Oil& Gas-, 10% GyP) y Bajada de Añelo (50% Shell, 50% YPF). Los bloques no operados son Rincón la Ceniza y La Escalonada, ambos operados por Total Austral SA.

Hasta el 2025 en Vaca Muerta, en esta ambiciosa nueva etapa en la que pasará a desarrollo masivo las tres áreas señaladas, como lo anticipó este suplemento, incluye también la construcción de una planta de procesamiento de crudo, 100 kilómetros de caminos internos, 75 kilómetros de oleoductos y gasoductos y líneas eléctricas que implicarán la generación del doble de empleos de los que hay en la actualidad.

En cuanto a la cantidad de pozos perforados, la empresa posee 19 en áreas operadas y más de 40 contemplando también las áreas no operadas.

En el terreno de la exploración convencional, Shell posee desde 1998 una participación no operada del 22,5% en el Joint Venture Acambuco en la provincia de Salta, que produce principalmente gas natural y condensado. El operador de la concesión es Pan American Energy LLC.

¿Cómo han incorporado el aprendizaje de los proyectos de shale que vienen operando en Estados Unidos y Canadá?

La innovación cumple un rol fundamental en el desarrollo del gas y petróleo no convencional para mejorar la competitividad. Un primer ejemplo de nuestras operaciones en Vaca Muerta se da durante la etapa de perforación, operación en tiempo real de nuestros equipos en Neuquén por geofísicos en Houston mediante un sistema de geonavegación. Esto permite que nuestros especialistas de ambos países compartan experiencias y visiones en tiempo real para optimizar la perforación. Otro ejemplo es el uso durante la perforación del Neoflo®, un material sintético desarrolldo por Royal Dutch Shell a base de metano que reemplaza otros fluidos hechos a base de gasoil. Este material que utilizamos en nuestras operaciones no contiene aromáticos ni contaminantes como el azufre, lo que permite reducir el impacto medioambiental y mejorar la eficiencia en la perforación.

¿Cuál es el principal obstáculo que presenta hoy Vaca Muerta? ¿Solo se trata de incorporar más tecnología y mayor cantidad de proveedores para aumentar la producción de no convencionales?

Los tres principales desafíos que tenemos hoy para desarrollar plenamente Vaca Muerta son ampliar la disponibilidad de infraestructura y servicios, lograr competitividad a nivel internacional y mantener un marco regulatorio claro y estable en el tiempo. En infraestructura tenemos un desafío crítico por delante en la evacuación y el transporte de gas, petróleo e insumos que la actividad necesita, lo que se conoce como el midstream. Con la escala de producción que queremos alcanzar en Vaca Muerta, si no solucionamos estos aspectos, serán el principal cuello de botella. Lo mismo sucede con la disponibilidad de empresas de servicios asociados a la industria. Necesitamos un desarrollo mucho mayor de toda la cadena de provisión de insumos y servicios.

¿Y el factor innovación?

Precisamente, otro aspecto central para mejorar la competitividad es la innovación. Shell ha sido pionera siempre en ese aspecto y lo es también hoy en Vaca Muerta. Hay muchas técnicas, conocimientos y tecnologías que estamos trayendo a la Argentina de otros países que vienen desarrollando la industria de los no convencionales desde hace más tiempo, como Canadá y los Estados Unidos.

 

Fuente: lmneuquen

Los comentarios están cerrados.