SECTOR GNC – PROBLEMÁTICA Y SOLICITUD

La agrupación de expendedores de combustibles denominada ESTACIONEROS AUTOCONVOCADOS, dio a conocer un documento por medio de su referente Alejandro Di Palma, empresario entrerriano de intensa actividad sectorial.

PROLOGO

Si bien resulta indispensable evitar consideraciones del pasado en una coyuntura de la gravedad de la actual que es la reacción lógica del mercado a la cuarentena vinculada al COVID19, nos resulta inevitable enunciar como prólogo algunas consideraciones que describen los motivos por los cuales, el estado del sector GNC previo a la pandemia, era absolutamente precario.

El proceso ideológico que se llevó adelante durante los 4 años del gobierno anterior, inicio con definiciones francas de dolarización de la Energía, digamos que de la mano del otrora Ministro de Energía Aranguren, el concepto de la Energía, sufrió una traslación desde una función de asistencia o insumo para la producción hacia la lógica de “un fin en sí mismo”, un proceso donde gran parte de la renta de cualquier cadena de valor, fue trasladada en forma axiomática hacia la Energía, en esta suerte de trampa mortal para la producción, como de buenaventura, para los sectores vinculados a lo energético.

Las estaciones de GNC fueron impactadas por el lado de su materia prima, el Gas Natural primero, en segundo lugar por su principal insumo, la Energía Eléctrica, en tercer lugar por el castigo económico al sector social típicamente usuario de nuestra propuesta Energética, para luego ser impactados con el seguramente principal daño asestado, la “definición Política” de desaparecer, una sentencia de muerte que quedó expuesta en las muchas las referencias de Aranguren sobre la inviabilidad o disfuncionalidad del uso del recurso (Gas Natural) a los fines vehiculares, tantas veces se dispararon como concepto director, como sus posteriores y necesarias rectificaciones publicas… después de todo el Ing. Aranguren nunca pudo desentenderse de su formación en una empresa con intereses totalmente divergentes a la “sustitución de combustibles líquidos” (Shell), definición política que resulto ser génesis del GNC y toda su industria conexa, digamos para resumir que fue materializada una Política Energética perfectamente clara que proponía la desaparición del GNC, del menú de los combustibles.

En definitiva, la síntesis de estos últimos CUATRO años para nuestro sector, podría ser resumida en el siguiente concepto, “el apocalipsis”.

EL INICIO DE LA CUARENTENA

Al día de la fecha, las estaciones de GNC han entrado a esta cuarentena, totalmente desfinanciadas como cualquier PYME, con contratos de provisión de Gas Natural que presentan valores por debajo del cuadro tarifario, lo que desnuda una distorsión en esa referencia de precios (Cuadro Tarifario), con cargos por reservas de capacidad que en la coyuntura actual de falta de stress en las instalaciones tanto de Transporte como de Distribución, la dejan carente de todo sentido, los contratos de provisión de Gas y su proceso de oferta fueron un “campeonato de vivos”, en ese campeonato muchas Estaciones de GNC, se vieron estafadas en su buena fe, aceptando contratos que inclusive tienen cláusulas de umbrales sobre los cuales de gatilla una dolarización, simplemente fue un proceso demencial, que entendemos debería se dejado sin efecto para luego (ahora) ser tutelado por el ENARGAS arbitrando en todo caso algún marco mínimo de garantía para nuestras PYMES.

ACTUALIDAD

Aun en el marco del amparo previsto por el decreto DNU 311/20 PEN, las estaciones de GNC hemos sido presas del acoso sistemático de las Distribuidoras, advirtiendo sobre su capacidad de cortar nuestros suministros y con ellos, nuestra supervivencia como dadores de trabajo, obligándonos en la mayoría de los casos a “aceptar” (muy a nuestro pesar) una financiación con intereses abusivos que llegan al 68% anual (caso Litoral Gas SA).

SOLICITUD

Por este motivo en la coyuntura solicitamos la pronta intervención del ENARGAS a fin de obligar a las Distribuidoras de Gas, a aceptar como formato de cancelación de las facturas, con la misma lógica que el actual gobierno ordenó a los Bancos a otorgar créditos, idéntica matriz financiera, es decir, 12 cuotas al 24% de interés anual y con tres meses de gracia para el pago del capital.

Considérese que, con los niveles actuales de ventas, los ingresos brutos de nuestras PYMES, apenas alcanzan para el pago parcial de los sueldos ya que gran parte de los ingresos junto con la totalidad de la renta son “tomadas” por las empresas Petroleras (en el caso de las estaciones duales) que siguen adelante con la mismísima política comercial, pretendiendo una normalidad que contrasta con esta emergencia que nos hiere de muerte a la PYMES.

 

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