Subas graduales y 120 días, un esquema para salir del congelamiento de precios en los combustibles

El 14 de noviembre es la fecha límite a la que llega la resolución del Gobierno por la cual los precios están congelados. Pero hay devaluación e inflación acumulada que requiere de acuerdos y de un sendero de ajustes para evitar un fuerte impacto en el traslado a precios.

Por Pedro Llorvandi (*)

Desde la Cámara de Expendedores de Combustibles de Santiago del Estero, vemos la salida del congelamiento de precios con un itinerario similar a la que se hizo oportunamente al momento de definir el precio del barril criollo de petróleo. Es una salida que llevaría no menos de 90 a 120 días, con lo cual en una forma progresiva y proporcional se iría recuperando el porcentual de devaluación que no fue aplicado a la suba de combustibles y que nosotros tenemos estimado hasta septiembre incluido, en un 25% que es lo que falta aumentar.

Por supuesto, a este 25% habría que ir sumando la proporcionalidad mensual que vaya arrojando la inflación en el país. Pero dicho así, si tomamos que el período de salida tendría que ser unos 90 días, estaríamos hablando que el combustible tendría que ir aplicando luego del congelamiento, una salida con un aumento del 8% mensual en los primeros 3 meses.

Si se sigue este camino, va a quedar el acumulativo de la inflación anual que faltaría agregar al precio. Nosotros entre los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, el plazo de la salida estimado para el congelamiento, el acumulado de esos meses, daría lugar a un cuarto aumento en lo que llamamos el período de recomposición que sería llegar a los 120 días.

Pasando en limpio, los 3 primeros meses en los que se aplicaría ese 8% promedio por mes sería para reponer solamente precio y el último mes, lo dejaríamos para recuperar la diferencia de inflación mensual que no está aplicado al precio porque indudablemente en estos sistemas cambiarios, el dólar no va a mantenerse fijo ni congelado entonces la suba del dólar por un lado y de las tasas de inflación por el otro, va a poner mucha presión sobre los precios de los combustibles, entonces dejaríamos un cuarto mes para poderlo acomodar esa variable.

Nosotros estimamos que si se aplica a partir de noviembre y recordemos que el 14 es el plazo que vence el congelamiento, entonces tendríamos diciembre, enero y febrero, en esos tres meses para poder acomodar el porcentual de devaluación no aplicado y en el mes de marzo se estarían aplicando el porcentual de inflación devengado en estos meses.

La estimación que tenemos es que a partir de marzo en adelante ya estaría estabilizado el precio de los combustibles en la Argentina.

Desde la Cámara, nos hemos reunido con economistas que han hecho un planteo similar a las petroleras y esas empresas ya han dado su guiño porque saben que no se pude salir de este contexto en un solo paso, en un solo salto. Entonces, esta conversación está teniendo un buen diálogo, se está encontrando un sendero de salida que es éste: tres meses para recuperar valor y un cuarto mes para recuperar la inflación. Ese es el sendero de salida que se está encontrando a los combustibles líquidos en la Argentina, la pregunta sería qué pasa si no encontramos el sendero de salida.

En este sentido, las consecuencias pueden ser peores porque puede ser una desfinanciación en las inversiones petroleras en el sur del país, la paralización de Vaca Muerta, la paralización de las empresas petroleras que hoy sacan petróleo en la Argentina, lo que llevaría a la suspensión de fuentes de trabajo, sobre todo del sindicato petrolero en el país que actualmente es comandado por el senador Guillermo Pereyra con lo cual las consecuencias de no querer afrontar la realidad de los precios de combustibles a precio internacional, sería muy negativa para las empresas argentinas que están trabajando y para la mano de obra de empleados de esas empresas.

Hay que tener en cuenta que el país no se autoabastece de petróleo. El 75% de la producción argentina es propia pero necesita de un abastecimiento externo en petróleo o en combustibles ya destilados de ese otro 25%, con lo cual es muy importante llegar a un acuerdo y un entendimiento, con petroleras y con empresas productoras de petróleo y una vez encontrado ese acuerdo, las provincias petroleras van a estar encolumnadas en la misma.

El acuerdo debería ser alcanzado desde la Secretaría de Energía de la Nación con petroleras y con empresas productoras de petróleo así que esta es la visión para poder salir del congelamiento. Quiero recordar que éste es un nudo que nosotros no atamos pero que desde la parte empresarial estamos dispuestos a ayudar para que este nudo se desate y que podamos encontrar entre todos un sendero, un camino donde transitar para que lenta y paulatinamente se retome a una normalidad y a una realidad.

(*) Presidente de la Cámara de Expendedores de Santiago del Estero y secretario de Cecha. La presente es una colaboración del directivo con el diario El Liberal

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