Méjico: playeros sin sueldos, trabajan por las propinas

Padecen despachadores de combustible precariedad laboral, sin sueldo y prácticamente nadie tiene seguridad social

Los despachadores de gasolina viven como en la época de la esclavitud. Ni con la llegada de franquicias extranjeras ha mejorado su situación laboral, en la ciudad de México; sobreviven con salario mínimo y propinas. En algunos casos deben pagar derecho de piso, es decir, dar una aportación por trabajar en la estación de servicio, además, de vender una cuota diaria de aceites y aditivos.

En las gasolineras Hidrosina, Total-Gasored, Pemex, Exxon Mobil, Repsol, Total, Chevron,BP, Arco se replica esa situación de precariedad, como en el siglo pasado. En estas, pocos trabajadores cuentan con Seguro Social, eventualmente se les paga un salario. Otros no tienen un sueldo y su ingreso son sólo las propinas de los clientes.

La situación de las estaciones de Pemex es peor, “no hay ninguna mejoría laboral para los despachadores, siguen sin tener salario; los empresarios simulan dar de alta en el IMSS, a tres o cuatro, aunque tengan una plantilla de 20 ó 30 personas”“Lo único que cambió es el margen de ganancias, con nuevos contratos, hay más ganancias para los dueños de esas concesiones”.

Así denunció en entrevista con LA PRENSA, Salvador Arellano Ayala, secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de Servicios, Casas Comerciales, Oficinas y Expendios, Similares y Conexos de la República Mexicana (SINTRACC), tras lamentar la política laboral del Secretario de Trabajo capitalino, José Luis Rodríguez, a quién le han denunciado dicho panorama y la necesidad de realizar inspecciones, pero hacen caso omiso.

Describió que la pandemia por el Covid-19, en el 2020, 2021, ha agravado la precariedad de los despachadores; en respuesta, las autoridades argumentan que no hay presupuesto, que los inspectores están enfermos y no quieren salir a la calle. Por ello, los empresarios, hacen de las suyas, actúan con total impunidad, porque no hay quien los supervise o fiscalice.

En la Ciudad de México hay cerca de 11 mil despachadores, en 340 estaciones de servicio. Poco menos del 80% cuenta con un salario base y sus ingresos dependen de los automovilistas (propinas).

Arellano Ayala ejemplifica que el contrato de Corpogas, sigue con Pemex, y ellos manejan un esquema de trabajo de explotación. En Hidrosina, los turnos son de 12 horas.

En otras estaciones, el personal está circulando de manera constante, no permanece mucho tiempo en alguna sucursal, lo que provoca que los despachadores trabajen de dos a tres turnos, para que les alcance, porque no les pagan un sueldo ni ninguna prestación, pero si se les obliga a cumplir esas jornadas.

«El trabajador tiene que comprar desde el calzado, antiderrapante, el overol, calibradores, todo el equipo necesario para trabajar es a costa del trabajador».

En Repsol está lo peor, agregó el líder sindical. Esta compañía española vino con la espada desenvainada. No sólo llegó con la práctica de no cubrir salarios ni prestaciones, sino a cobrar piso, a cobrarles a sus trabajadores para que puedan trabajar, de esclavitud y explotación.

 

Fuente: la-prensa.com.mx

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