Abren una segunda estación de GLP en Misiones

Después de los sucesivos aumentos en los precios de la nafta, el gas licuado de petróleo automotor (GLP) se convirtió en una opción para los automovilistas de la región.

La primera estación provincial fue emplazada en Garupá en febrero de 2014 y en casi cinco años convirtieron a más de 800 vehículos que utilizan el gas como combustible.
Finalmente, después de varios años de espera, Posadas también contará con una estación para la carga de GLP.
“Ya está todo preparado, sólo resta la inspección municipal que se realizará el lunes 28 para empezar a operar en la capital provincial”, reveló a El Territorio Sebastián Menna, gerente de ventas de la empresa Salustri SA.
La planta expendedora está instalada en la avenida Santa Cruz y calle Soria -a dos cuadras de avenida San Martín- y comenzará a funcionar tanto para el expendio del producto como para la instalación de los equipos.
“Fue un requerimiento de la gente, siempre se apuntó a Posadas, hay mucha gente que no instala el servicio por lo que representa venir hasta Garupá, la distancia y el peligro de salir a la ruta”, expuso en diálogo con este medio.
Según precisó, la nueva estación cuenta con dos máquinas y cuatro bocas de expendio.
La instalación del equipo de GLP en los vehículos representa una de las alternativas vigentes con ansias de disminuir gastos debido a los constantes aumentos de los combustibles, aunque costosa en una primera inversión.
En ese sentido, los tanques de GLP para autos nafteros demandan un desembolso de unos 24.000 pesos. Para su compra se evaluaron alternativas de crédito para ofrecer a los usuarios y que no les signifiquen mayores gastos.
El litro de combustible gaseoso cuesta hoy 21,40 pesos, casi un 50 por ciento menos si se compara con el litro de nafta súper, que cotiza actualmente a 41,59.
“Si no sufrimos un aumento muy grande del combustible líquido, el precio se mantiene, al gas lo tenemos que traer en flete, por lo tanto, cada vez que nos aumentan el gas, sube el combustible líquido, se traslada al flete y termina repercutiendo en el precio final por litro”, indicó.
Consultado sobre si existirá una diferencia por los impuestos entre la planta de Garupá y Posadas, Menna sostuvo: “Lo vamos a analizar, la idea es que el precio por litro sea el mismo; si sentimos que hay demasiada presión fiscal, lo tendremos que corregir, pero no será muy significante”.

Alta demanda
“Al principio la mayoría de los que instalaron el equipamiento eran taxis, remises y fletes, hoy se suman los particulares, vehículos de alta gama y hasta llegan vehículos 0km, lo sacan de la concesionaria y lo traen para la conversión a GLP”, advirtió Helga Hansen, administrativa de la empresa Salustri.
También indicó que se instala un equipo por día y que se trabaja con una lista de espera, ya que “el interesado viene, hace todo el trámite de conformación de la compra y ahí se da la fecha de la instalación, previa revisión general del vehículo, lo trae a la mañana y a la tarde ya tiene el auto convertido”.
“El movimiento es muy fluctuante, la demanda se mantiene”, señaló. Asimismo, subrayó que la expendedora carga GLP a unos 160 vehículos diariamente.
Por otra parte, desde la empresa prestataria del servicio explicaron que, mientras sea vehículo naftero, no hay inconvenientes para la reconversión y aclaró que todavía no se incursiona con diésel.
“Se acopla el equipo a la mecánica original, es un sistema maestro-esclavo, siempre ante una falla automáticamente cambia solo a nafta o cuando se termina el gas”, detallaron.
Además manifestaron que existen diferentes variedades de tanques, desde los que tienen forma de rueda de auxilio hasta los cilíndricos.
Un tanque convencional tiene 36 centímetros de diámetro por 1 metro de largo.

Mayor autonomía
El gerente de la firma emplazada en Garupá y próximamente en la ciudad capital recordó que el GLP es distinto al GNC que se comercializa en Buenos Aires y otros puntos del país y destacó la conveniencia del combustible para la región, más ante la falta de GNC.
Así, señaló que el GLP tiene mayor autonomía, no reseca los cilindros como el GNC, tiene muchos menos peso y, como trabaja con 105 octanos, tiene más potencia que la nafta premium.
“Si bien el funcionamiento y rendimiento es un poco superior al GNC, la diferencia radica en la autonomía, con un tanque de las mismas dimensiones en GNC sólo podes hacer 180 kilómetros, lo que te demanda tener una estación de carga cada 100 kilómetros para reabastecer, y con GLP podes llegar a hacer 900 kilómetros con el mismo tanque, cuadruplica el kilometraje porque entra en estado líquido”, explicó el encargado.
“En vehículos con carburador se siente cómo cambia la marcha al pasar del combustible común al gas, el andar se vuelve más parejo, más suave y liviano. Además, es un carburante limpio, no tiene contaminante”, dijo. Y agregó: “Es un ahorro importante ya que tiene ventajas sobre el combustible líquido y también sobre el GNC”.

 

Fuente: El Territorio

Los comentarios están cerrados.