¿Se viene el autoservicio? El Lic. Cristian Folgar opina sobre el tema.
Recientemente la Secretaría de Energía convocó a una mesa de competitividad para el segmento downstream (refinación y comercialización de combustibles), al estilo de las negociaciones que ya encara desde hace tres meses para bajar los costos y desarrollar la infraestructura asociada a Vaca Muerta.
La idea es renegociar los convenios colectivos de trabajo, tal como sucedió con los gremios petroleros para la actividad no convencional en Vaca Muerta y otras cuencas del país. Es que según la visión sectorial, los costos laborales de las estaciones de servicio forman parte del costo argentino que eleva los precios al consumidor final, en este caso de las naftas y gasoil.
Manifiestan los representantes de las refinerías que en las estaciones de servicio en Argentina que proveen los combustibles de las marcas YPF, Shell, Axion y Puma Energy, entre otras, trabajan unas 20 personas para hacer el full service: la carga del combustible, lubricantes y aire a los vehículos, revisión de aceite y agua, además de la limpieza de parabrisas y el lavado de vehículos y la venta de otros productos en el market., mientras que en Estados Unidos y Europa esos servicios los hace el propio conductor y así se abaratan los costos.
Siempre que se habla de modificar o hacer más eficiente el expendio de combustible, surge el tema del autoservicio, tema bastantea controversial.
Para entender más sobre este asunto, El Estacionero consultó al Lic. Cristian Folgar, ex Subsecretario de Combustibles y actual consultor y profesor universitario, quien expresó lo siguiente:
“Creo que el tema del autoservicio se instalará o no en Argentina si los clientes finales le ven valor. Como todas las cuestiones que perduran a nivel venta minorista, son los consumidores quienes finalmente validan esas prácticas comerciales”.
Luego se preguntó “¿Hoy los consumidores requieren el autoservicio? ¿De los múltiples problemas/desafíos que enfrenta la cadena de valor del gas oíl y las naftas, el autoservicio es un factor siquiera medianamente relevante?”
Por supuesto, la posible instrumentación del autoservicio no cae bien en el gremio; los distintos representantes sindicales de los trabajadores de estaciones de servicio se manifestaron fuertemente en contra de negociar esa posibilidad y cuestionaron que se pondría en riesgo la seguridad si los conductores cargan su propio vehículo sin saber manipular una manguera.
Consultado sobre esta cuestión, el Lic. Folgar dijo: “Ese es uno de los mitos urbanos respecto al autoservicio; las cuestiones de ‘seguridad’. Hay países que habilitan el servicio, y hay países que no. Los países o estados que habilitan el servicio no presentan índices de eventos en carga de combustibles que habiliten a instalar el cuco de la seguridad”.
De acuerdo con los cálculos de las empresas, los salarios de los empleados de estaciones de servicio pesan en la cuenta final de costos. Nuestro entrevistado opinó al respecto:
“En Argentina la discusión en torno al autoservicio no está enfocada desde los requerimientos del consumidor, sino desde una discusión patronal/sindical donde los intereses de los consumidores están en segundo plano. Los sindicatos se oponen al autoservicio pues lo ven como una amenaza a fuentes laborales. Algunas refinadoras/banderas los ven como alternativa para prestar el servicio con ‘menores costos o menores riesgos’ (para la bandera/operador)”.
“En nuestro país se utilizó durante un tiempo el autoservicio. No generó ningún aluvión de despidos. No generó una reducción sustancial de costos. No generó una baja de precios relevante al consumidor. No generó un problema de inseguridad en el expendio de combustibles. La desaparición de la modalidad no generó tampoco quejas de los consumidores. No hay encuesta/estudio respecto a lo que espera un consumidor de una EESS que incluya como opción relevante el autoservicio”.
Reflexionando sobre el tema, el Lic. Folgar agregó: “El autoservicio podría ser una opción para evitar cierres de EESS durante la noche. Hoy hay EESS que cierran de noche. El autoservicio en esos casos aumentaría el empleo pues la EESS estaría abierta en un horario que hoy está cerrada. Si un consumidor hoy tiene una EESS con surtidores atendidos y otra EESS con autoservicio al mismo precio ¿Cuál elige? En la particular coyuntura que vive el mercado de combustibles local solo el autoservicio podría ser percibido como un valor para el consumidor si le permite acceder al bien de manera más barata que la alternativa, pues el bien final que reciben (nafta o gas oil) es el mismo”.
Consultado por este Portal acerca de si el autoservicio perjudicaría a algún sector, manifestó: “No pareciera que a ningún actor de la cadena de valor le afecte de manera relevante la introducción de esta modalidad de servicio. ¿Para qué abrir una discusión casi irrelevante teniendo en cuenta que hoy la industria ni siquiera tiene resuelto el uso de tarjetas de crédito o medios electrónicos de pago?
Por último, el Lic. Cristian Folgar dio la siguiente reflexión: “A futuro, en las grandes ciudades, en la medida que crezca el uso de vehículos eléctricos el autoservicio será la norma. ¿O alguien supone que un automovilista no está en condiciones de “enchufar” su vehículo a un cargador? Por cierto que todavía estamos muy lejos comercialmente de esta situación. Falta mucho para que el auto eléctrico sea la norma en las grandes ciudades. Pero el planeta está caminando en esa dirección, mientras que nosotros todavía no nos ponemos de acuerdo en el uso de las tarjetas de crédito”.
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