En 2025 el 22 por ciento de todos los vehículos que se fabriquen podrán ser enchufables

El informe de T&E, 'Electric Surge: Car makers electric plans across Europe 2019-2025', concreta que los fabricantes europeos del sector de la automoción pondrán a disposición de los consumidores hasta un total de 214 modelos más de vehículos eléctricos frente a los 60 disponibles en 2018.

Los datos forman parte del estudio de T&E que se basan en datos de la industria IHS Markit que afirma que el sector está preparado para «abrazar la electrificación del sector». Si bien, añade que son los Gobiernos los que deben de garantizar y promover esta electrificación con incentivos fiscales adecuados e infraestructuras de recarga suficientes para alejarse de los vehículos con combustibles fósiles.

Además, el estudio añade que de aquí a 2021 se incorporarán al mercado 92 modelos totalmente eléctricos y 118 híbridos enchufables. Entre las causas está el hecho de que con estos modelos los propios fabricantes podrán cumplir con el objetivo de CO2 establecido para la UE que pasa por alcanzar coches con 95 gr de emisiones de CO2 por cada kilómetros recorrido.

En ese sentido, Ecodes, que forma parte de T&E señala que de cumplirse los pronósticos, en 2025 el 22 por ciento de todos los vehículos que se fabriquen podrán ser enchufables, esto es más que suficiente para cumplir con el estándar de CO2 establecido por la UE para ese año.

En la misma línea y, en sentido contrario, el estudio expone que los planes de producción de otros sistemas alternativos son «prácticamente inexistentes», ya que «solamente» se prevé fabricar 9.000 vehículos de celdas de combustible para 2025, en comparación con 4 millones de coches eléctricos.

Además, estima que la producción de vehículos a gas comprimido se reducirá y no llegará al 1 por ciento de la producción europea prevista para mitad de 2020.

Desde Transport and Environment, Isabell Buschell, confía en que gracias a los estándares de CO2, Europa verá una «ola de coches eléctricos más asequibles y disponibles» en el mercado.

Sin embargo, reclama apoyo de los Gobiernos a la carga doméstica de vehículos eléctricos, en viviendas y centros de trabajo, así como reformas fiscales para que los vehículos eléctricos sean «más atractivos» que los coches contaminantes como el diésel y gasolina o «los poco eficientes híbridos enchufables».

En la actualidad, según el estudio, las previsiones de producción apuntan a una tendencia a reemplazar los coches de combustión interna por los eléctricos, con la mayor parte de las fábricas establecidas en Europa occidental (Alemania, Francia, España e Italia).

Sin embargo, el mayor número de vehículos eléctricos fabricados por persona se dará en Eslovaquia, al tiempo que la República Checa y Hungría también contarán con centros relevantes de producción, de acuerdo con el informe.

Por su parte, respecto a Reino Unido T&E mantiene una mayor incertidumbre puesto que sus previsiones podrían variar por un posible Brexit sin acuerdo.

En la actualidad existen 16 plantas de baterías de iones de litio a gran escala garantizadas en Europa para el año 2023. Con estos planes T&E confía en que se deberían producir 131 GWh de capacidad de batería que, según los datos de Benchmark Mineral Intelligence, son necesarios parar los vehículos eléctricos y baterías de almacenamiento estacionarias en Europa en 2023.

Por su parte, datos del Joint Research Centre de la UE han pronosticado que la fabricación de baterías a gran escala generará 120.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

En todo caso, tanto el informe de T&E, como Ecodes (que forma parte de la federación de ONGs) advierten de la importancia de garantizar que las baterías vendidas en la UE tienen una huella de carbono baja, que son reutilizables y que proceden de fuentes éticas que respetan los derechos humanos y ambientales.

Desde Ecodes, Míriam Zaitegui considera que este es un «momento clave» para la industria del automóvil en Europa y para España, «donde esta industria es tan relevante».

«Los fabricantes europeos finalmente están haciendo inversiones importantes para la electrificación del automóvil con hasta 145.000 millones de euros destinados ello. Es importante que nuestro Gobierno envíe las señales adecuadas a los fabricantes dejando claro que la era del diésel y gasolina ha terminado. Sólo así se podrán aprovechar las oportunidades que vienen con las nuevas formas de movilidad, como la creación de empleo», ha apostillado.

Según el informe Repostando hacia el futuro, de Transport and Environment y Ecodes, el vehículos eléctrico podrá generar 23.000 empleos de aquí a 2030, un dato que coincide con el apuntado la semana pasada por la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

En línea con los planes de MITECO

En este contexto, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética del Gobierno prevé dar un plazo de 27 meses a las pequeñas gasolineras, seis meses más que a las grandes estaciones de servicio, para que instalen puntos de recarga eléctrica de al menos 50 kw, una vez esté aprobada la norma que establece que estos puntos de recarga serán obligatorios desde el primer día tanto en nuevas estaciones de servicio como en los edificios de nueva construcción.

En un borrador del proyecto de ley, se mantiene el objetivo de lograr un parque móvil sin emisiones de CO2 en 2050 e invita a crear zonas de bajas emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes.

Entre las principales modificaciones recogidas en ese anteproyecto de ley respecto al inicialmente dado a conocer figura la creación por parte del Gobierno de una plataforma de información sobre puntos de recarga para garantizar la existencia de estas en las zonas de mayor demanda.

El texto precisa el anterior borrador sobre la obligaciones de las gasolineras para instalar las infraestructuras de recarga que anteriormente debían tener una potencia igual o superior a 22 kw frente a los 50 kw de la nueva propuesta, más del doble. Asimismo, añade que el objetivo no es ya que la recarga sea rápida o semirápida, sino que se ciñe a que sea «rápida».

Del mismo modo, modifica también el volumen agregado de ventas de gasolina y de gasóleo que deberán tener los titulares de estaciones de servicio en la obligación de instalar las ‘electrolineras’, ya que antes el mínimo debía ser 5 millones de litros y ahora este límite se duplica, hasta los 10 millones de litros para que las estaciones instalen estos puntos en un plazo no superior a 21 meses tras la aprobación de la ley.

En el caso de las más pequeñas, las que tienen un volumen de ventas de entre 5 y 10 millones de litros, también quedarán obligadas, aunque dispondrán de seis meses más, hasta 27 treintenas para poner en marcha estas infraestructuras.

Del mismo modo, en el caso de Ceuta y Melilla o de islas que no alcancen ese volumen, de 5 a 10 millones de litros o el 10 por ciento de los ingresos procedentes del combustible, la Administración ordenará de mayor a menor estas estaciones por ventas también tendrán que instalar estos sistemas de recarga a lo largo de los 27 meses.

En esta línea para lograr la movilidad libre de CO2 como tarde en 2050, ya no solo estarán obligadas las estaciones de recarga, sino que el Código Técnico de Edificación deberá fijar obligaciones relativas a la instalación de puntos de recarga en edificios nuevos y en intervenciones de edificios existentes.

 

Fuente: econoticias.com

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