Alerta: congelarían los precios de los combustibles durante el año 2023

La secretaria de Energía, Flavia Royón, dijo que los precios vienen "retrasados en relación a la inflación" y "habrá más movimientos de acá a fin de año".

Aunque falta el dato de la inflación de septiembre, la variación en el costo de vida acumulado hasta ahora no baja del 62%. “Los combustibles vienen retrasados con respecto a la inflación”, le expresó la funcionaria al diario Clarín.

Las petroleras aplicaron un aumento del 6% en las naftas y 8% en los gasóleos a comienzos de mes, como consecuencia de la actualización en los impuestos que pagan y un mayor precio en el biodiesel que deben comprar. También hubo una mejora de sus márgenes.

Según algunas versiones, habría dos incrementos de por lo menos el 6% cada uno. “Los precios de los combustibles están desregulados, pero se conversa con las petroleras para que no tengan una escalada de precios, ni valores internacionales”, según le dijo Royón al programa «Toma y Daca» (AM 750)

“Los precios locales están mucho más baratos que en países limítrofes. Se vio con el desabastecimiento (de gasoil)”, apuntó Royón en relación a las compras de combustibles de autos con matrícula extranjera en estaciones argentinas que se vieron en el invierno.

“Todavía es necesario importar algo de combustible”, marcó Royón para explicar que las petroleras suelen buscar un precio que refleje la “paridad de importación”. Es el importe que se paga cuando se compra petróleo extranjero. Y el que suelen observar las compañías para medir sus resultados.

Sumamente preocupante para las estaciones de servicio, es el trascendido de que sería intención del gobierno autorizar dos subas del orden del 9% cada una hasta fin de año y luego establecer un congelamiento durante todo el año 2023. Esto ya ocurrió en las elecciones legislativas de 2021; entre mayo de 2021 y febrero de 2022, no hubo aumentos de precios, lo que generó graves perjuicios a todas las estaciones de servicio del país.

Los ingresos de las bocas de expendio son un porcentaje sobre el precio de venta, mientras que los egresos siguen en general el ritmo de la inflación. El producto de mayor venta en estos establecimientos es la nafta súper, cuyo precio hasta la fecha se ha incrementado en un 54%; sin embargo la inflación en el mismo período fue de aproximadamente (faltan los datos de septiembre) un 66%. Por consiguiente el precio debería aumentar un 12%, solo para equipar números de este año y sin contar el atraso acumulado en los últimos tres años.

El presupuesto del gobierno para el año próximo prevé una inflación del 60%; sin embargo se calcula que será mucho mayor. Conclusión: si los gastos crecen un 60% o mucho más y los ingresos 0%, la suerte de las estaciones  de servicio está echada.

 

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