Desabastecimiento de combustibles: digamos las cosas como son

Durante toda la semana pasada, en el ámbito de las estaciones de servicio se estuvo hablando mucho de los crecientes problemas de abastecimiento de combustibles líquidos.

El tema que antes era muy preocupante solo para las estaciones de servicio blancas, desde hace un tiempo comenzó a sentirse fuerte en las bocas de bandera, ya que los cupos establecidos desde hace tiempo, resultan cada vez más insuficientes, a lo que se suma el incumplimiento de los plazos de entrega, algo que está generando cada vez más frecuentemente quiebres de stock en algún producto o incluso en todos. Algunos estacioneros daban cuenta a elestacionero.com de atrasos de entre dos y tres días en las entregas, con las consecuencias imaginables.

Las explicaciones que dan las petroleras sobre las causas del problema son tan variadas como inexactas. Una de las empresas “grandes” informaba la semana pasada a algunos estacioneros, que los atrasos en las entregas se debían a que la demanda había crecido mucho y no se contaba con suficientes camiones para transportarla; claro que después, consultados los camioneros, resultaba que se tardaba mucho la carga en planta, pese a haber numerosos vehículos esperando. Otras empresas hablaban de problemas técnicos, desperfectos en maquinarias, temas administrativos, etc. Esta situación generó malestar en varios operadores de estaciones de banderas, que dijeron sentirse maltratados por su proveedora, por el tenor de las explicaciones.

Este tema suma no solo estrés en los estacioneros, sino también perjuicio económicos concretos en el peor momento, dado el estado de falta de  rentabilidad e incluso resultados negativos en la mayoría de las bocas de expendio.

Por otra parte, la próxima llegada de las fiestas de fin de año y de la temporada turística, con sus consecuentes incrementos en la demanda, genera preocupación ante la posibilidad de que los quiebres de stock sean más prolongados, incrementando la presión sobre las estaciones de servicio.

Esta situación no tiene nada de novedoso, ya que se repite cada vez que hay congelamientos de precios; los principales perjudicados como siempre: los estacioneros. Y lo peor es que el problema que debería solucionarse entre las petroleras y el gobierno nacional, ni siquiera se trata frontalmente, ya que cada parte da versiones que claramente no son veraces. Desde el gobierno se dice que no hay congelamiento de precios, porque los mismos son libres. Obviamente todos sabemos que estando inamovibles los valores en la empresa que tiene el 52% de las ventas en las estaciones de servicio, por una cuestión de competencia las otras no pueden subir los precios. Si a esto le agregamos que a esa empresa la controla el Estado como socio mayoritario, la conclusión es muy simple.

Por otra parte las petroleras que dan las explicaciones que detallamos más arriba, deberían decir, si no públicamente por lo menos privadamente a red abanderada, que las limitaciones se deben a la imposibilidad económica o a la inconveniencia (según el caso), de vender a los precios fijados por el gobierno.

El año pasado fue sumamente crítico para las estaciones de servicio y en el actual, que ya termina, no se recuperaron totalmente las ventas y se arrastra un congelamiento de precios de casi siete meses, con una inflación del 55% anual. Se necesita urgentemente normalizar los desajustes que afectan al sector.

 

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