Estacioneros deberán competir con Moyano, subsidiado por el Estado

El reparto de dinero del Estado y de prebendas de cara a las elecciones no para un segundo; ahora en perjuicio de los estacioneros

El importante gremialista camionero Hugo Moyano, acaba de recibir  un regalito más que suculento por parte del estado, que creó por una simple  resolución resolución, un programa, para financiar una red de paradores en el país para brindar servicios de seguridad, gastronomía, logística, combustibles, gomería y repuestos al transporte por camiones; hablando claro, para hacer estaciones de servicio.

El «programa», informa el medio Cadena 3, más allá del “biri biri”, habla de brindar asistencia técnica, económica y financiera a gobiernos provinciales y municipales, con un financiamiento indefinido de la Nación.

Hablando claro: nombrarán más burócratas para que, en nombre del presidente, negocien con Moyano y con gobernadores (y con intendentes donde el gobernador sea opositor) dónde montar estos centros, y cuánta plata pondrá el gobierno.

Es un viejo sueño de Moyano. Cuando Néstor Kirchner puso a uno de sus empresarios preferidos al frente de Repsol Moyano acordó con él abrir 300 centros de este tipo. Pero quedó en la nada.

No se sabe si estos centros serán operados por empresarios privados amigos o, peor, por alguna otra empresa estatal exitosa tipo Aerolíneas Argentinas.

Es otro intervencionismo estatal, que impide al mercado hacer su tarea y que las empresas camioneras, sus clientes y sus empleados banquen sus propias necesidades. Es cosa de ellos, no de los contribuyentes ¿En serio esa es una prioridad del Estado?

Es más: ya hay estaciones de servicio, comedores, playas que actualmente atienden las necesidades de los camioneros ¿Qué pasaría con todos ellos si se extendiera una red como la que acaban de regalarle a Moyano? ¿van a cerrar? Muchos de ellos, sí.

Para colmo, las estaciones de servicio de todo el país vienen de pasar una prueba de fuego, con consecuencias devastadoras en lo económico, que las ha dejado endeudadas, descapitalizadas y en muchos casos al borde del quebranto. Las ventas no terminan de recuperarse y la rentabilidad por litro vendido está en baja merced al crecimiento de los costos, de la mano de una inflación enorme, mientras los ingresos se encuentran congelados, junto con los precios de los combustibles.

¿En ese marco tendrán que perder más ventas aún a manos de “empresarios” con plata dulce, proveniente los impuestos que las mismas estaciones actuales pagan?

Es una obscenidad que debería abortarse inmediatamente; los fondos públicos tendrían que utilizarse para auxiliar a las exhaustas pymes que expenden combustibles hoy y no para quebrarlas.

¿Acaso le sobra la plata al gobierno para financiar semejante despropósito? Obviamente no; la emisión monetaria es galopante y el peso vale cada día menos. Sería más que saludable que se reconsiderara la instrumentación de “programa”

 

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