Estacioneros españoles piden rebaja impositiva para los combustibles

Una rebaja impositiva de los carburantes ayudaría a mantener la competitividad de un sector esencial para España, como es el transporte de mercancías.

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) aplaude la rebaja temporal del IVA del 21% al 10% y la suspensión del impuesto de generación (7%) que el Consejo de Ministros aprobó con el objetivo de reducir una media de seis euros mensuales la factura de la luz. CEEES considera que una medida extraordinaria como ésta resulta muy necesaria en el momento actual, con los precios de la electricidad en máximos anuales y con la economía española tratando de sacudirse los últimos coletazos de la pandemia.

Por eso, resulta sorprendente que la reducción temporal de los impuestos que gravan la electricidad no se haga extensiva a los que se aplican a los carburantes. El caso de la gasolina y el gasóleo es prácticamente calcado al de la electricidad, si bien la presión fiscal (de casi el 60%) es aún más acusada en el caso de los combustibles de automoción.

Si se aplicará una reducción temporal del IVA del 21% al 10%, el precio de cada litro de gasolina bajaría más de 12 céntimos y cada repostaje completo se abarataría 6,82 euros. En el caso del gasóleo, el PVP de cada litro bajaría más de 11 céntimos, lo que se traduciría en un ahorro de 6,2 euros por cada depósito lleno.

Esta medida, de sencilla aplicación y con el precedente de la rebaja temporal de la fiscalidad sobre la electricidad a la que el Gobierno dará luz verde el jueves, tendría un impacto muy positivo en las economías domésticas y ayudaría a mantener la competitividad de un sector esencial para España, como es el transporte de mercancías. No en vano, la bajada del IVA del 21% al 10% supondría un ahorro de más de 5.000 euros anuales para un camión de transporte internacional.

Al mitigar el impacto que este impuesto indirecto tiene en todos los ciudadanos, independientemente de su renta, la economía española se verá beneficiada en su conjunto y los incrementos previsibles de ventas contribuirán a minimizar el impacto que la reducción del IVA del 21% al 10% tendrá en las cuentas públicas.

 

 

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