Se debe a la reducción del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que es un monto nominal que quedó atrasado frente a la inflación y los aumentos de la nafta y el gasoil.
Pese a la suba y creación de impuestos en los últimos años, hubo un sector en el que los tributos y su peso en el valor final al consumidor cayeron sistemáticamente.
No todos los impuestos suben en la Argentina. Así lo estudió el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que informó que «la carga tributaria sobre el consumo de nafta bajó desde el 74% en 2018 al 41% en la actualidad».
Se debe a la reducción del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que es un monto nominal que quedó atrasado frente a la inflación y los aumentos de la nafta y el gasoil.
«En la Ciudad de Buenos Aires, la carga tributaria sobre el valor neto de la nafta era del 78% en marzo de 2018. En agosto de 2023 bajó al 42%. Esto implica una caída del 46%, que se explica completamente por la carga tributaria ejercida por la Nación, ya que, solo los dos impuestos fijos (ICL y el Impuesto al Dióxido de Carbono -IDC-) presentaron variaciones de su carga tributaria en el período», relevó el IARAF.
Lógicamente, cambios en la carga tributaria dieron lugar a cambios en la estructura tributaria indirecta del combustible. En el 2018 el tributo con mayor participación era el ICL con 63%, en la actualidad es de solo 36,3%.
Impuestos a los combustibles en Argentina
Los otros tributos que pesan en los combustibles son a nivel nacional el Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto a los débitos y créditos bancarios (Cheque); a nivel provincial el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB); y a nivel municipal las tasas de Inspección y Seguridad e Higiene.
En el Interior del país la situación es similar. La carga tributaria sobre el valor neto de la nafta era del 69% en marzo de 2018 y en agosto de 2023 es del 40%. Esto equivale a una caída del 42%. Nuevamente, la baja en la carga tributaria es explicada por la baja de la carga nacional.
El congelamiento de los impuestos a los combustibles durante más de dos años provoca pérdidas en la recaudación tributaria de la AFIP por el equivalente en pesos a más de 200 millones de dólares por mes
Mientras tanto, si se analiza el peso de cada tributo sobre el valor final de la nafta común, se observa que, para el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la carga tributaria era del 44% en marzo de 2018 y del 29,4% en agosto de 2023.
De esta forma, el valor neto de tributación indirecta de la factura era de 56,2% cinco años atrás y ahora trepó a 70,6%.
El congelamiento de los impuestos a los combustibles durante más de dos años provoca pérdidas en la recaudación tributaria de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por el equivalente en pesos a más de 200 millones de dólares por mes. Fuente: Cronista
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