Estaba previsto un incremento en los precios de YPF (y por consiguiente de las otras compañías) para el corriente mes. No se sabía con exactitud qué día, pero tomando en cuenta que en diciembre el aumento fue el día 3, se suponía que en enero sería el mismo día. Sin embargo comenzado el año, el gobierno nacional informó que no habría cambios hasta el día 15 aproximadamente. Ese día SHELL dio el primer paso e incrementó sus valores según el porcentaje anunciado. Sin embargo cuando al día siguiente YPF finalmente ajustó los precios, se supo que el 4% anunciado solo regiría para los productos standard, mientras que los premium subieron el 6,5%, algo similar a lo ocurrido el mes anterior.
Es así que como era de esperar, Raizen/Shell subió nuevamente sus combustibles premium, para ubicarlos en función de los correspondientes a YPF. Es que a pesar de que en términos reales el precio de la nafta súper, la más vendida en las estaciones de servicio, es ahora más barata que el año pasado y el anterior, los consumidores agobiados por épocas de vacas flacas, se fijan mucho en las pizarras de las bocas de expendio y tienen en cuenta diferencias de precios en las que antes no se fijaban. Por tal motivo las compañías petroleras que van a posicionarse por encima de YPF, miden muy bien el margen.
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