YPF: La refundación de los recursos convencionales

La empresa YPF, de mayoría estatal, se propone “refundar los convencionales” con inversiones que tendrán incidencia en toda la Cuenca del Golfo San Jorge. A partir de la exploración secundaria y terciaria, la operadora planifica reducir el porcentaje de decline de los pozos maduros y así extender su vida útil.

En la actualidad, el 81 por ciento de su producción de hidrocarburos proviene de recursos convencionales. A su vez, la empresa de bandera podría ser clave para “regular” la producción en Vaca Muerta. En este contexto, en Santa Cruz se estudian cambios legislativos para fijar un horizonte más claro de inversiones.

El rol que vaya a tomar YPF será clave para el desarrollo energético del país, como también para mejoramiento del entramado productivo en toda la Cuenca del Golfo San Jorge y Austral. La reciente visita de su titular, Guillermo Nielsen, puso el foco en algo que será esencial para la región: la “refundación del convencional”, como lo definen dentro de la petrolera, a partir de una más eficiente explotación secundaria y terciaria.

A su vez, YPF debería ser la nave insignia para la producción en Vaca Muerta, una suerte de empresa reguladora del mercado que le marque las pautas de inversión al resto de las petroleras; es decir, salir de la lógica que indica que sólo el capital privado podría desarrollar los no convencionales, según la definición que brindó a La Opinión Austral el economista Miguel Cuervo, ex subsecretario de Combustibles durante el interinato de Eduardo Duhalde.

Durante los cuatro años de la Alianza Cambiemos, YPF se retiró de la inversión en recursos convencionales. En 2015, las erogaciones por los conceptos de exploración (incluida la secundaria) y explotación alcanzaron los 1.459 millones de dólares en el Golfo San Jorge contra 469 millones de inversión en 2018 (último dato oficial consolidado). Es decir, una caída del 67 por ciento.

Pero la merma fue mucho más drástica en Santa Cruz, ya que la empresa pasó de una inversión de 1.028 millones de dólares en 2015 a solamente 274 millones en 2018. Es decir un derrumbe del 73 por ciento. La desinversión registrada durante la Alianza Cambiemos estuvo acompañada por una merma en la producción de crudo en la Cuenca del Golfo San Jorge del 17 por ciento, aproximadamente. Al poner la lupa sólo en Santa Cruz, esa caída fue del 20 por ciento.

Estos datos contrastan con lo sucedido entre 2012 y 2015, período que coincidió con la recuperación de YPF por parte del Estado Nacional, acreedor del 51 por ciento de sus acciones. En ese breve período, la petrolera de bandera fue “la reguladora” del mercado.

En el rubro inversiones, el salto fue del 285 por ciento, al pasar de los 489 millones de dólares en 2012 a los 1.029 millones previo a la llegada del macrismo. Por ende, la producción también aumentó en un 7 por ciento.

¿Qué implican estos números? El rol del Estado (y por ende de YPF) es clave para el desarrollo energético del país, donde la explotación de hidrocarburos no debe ser vista solamente como parte de una ecuación financiera. Por eso será clave la letra chica del proyecto de ley que el Gobierno Nacional enviará al Congreso en donde se plantearán no sólo beneficios económicos para las operadoras (en recursos convencionales y shale) sino también para toda la cadena de valor, incluidas las pequeñas y medianas empresas proveedoras de servicios.

¿Qué significa refundar el “convencional?

Los recursos convencionales ocupan un lugar central en la operación de YPF. Según los números que se desprenden de su balance, el 81 por ciento de la producción de petróleo y el 51 por ciento de la generación de gas de la empresa proviene de los yacimientos convencionales. Del total de la producción secundaria de la operadora, el 55 por ciento proviene de la Cuenca del Golfo San Jorge.

Los yacimientos convencionales de la región, con 100 años de producción, presentan una tasa de declino del 14 por ciento, y según las metas que se están fijando dentro de la compañía estatal, el objetivo sería reducir ese decline a un 8 por ciento. A esta estrategia es la que denominan, internamente, “la refundación del convencional”.

Para lograrlo, la operadora deberá invertir en tecnología y desplegar de manera masiva la recuperación terciaria. El desarrollo tecnológico es central. Hace un año y medio, menos del 20 por ciento de los pozos inyectores tenían telemetría. Actualmente, el 90 por ciento cuenta con esta tecnología que permite detectar desvíos de manera inmediata con el objetivo de corregirlos en el menor tiempo posible.

En el sector sostienen que de lograrse una disminución del 2 o 3 por ciento en la declinación básica de un campo maduro, podría revertirse o retrasarse el índice de madurez en 10 años.

Tras su paso por la región, Nielsen ratificó que las intenciones de la empresa estaban enfocadas, además de en Vaca Muerta, en los convencionales. El titular de la operadora marcó esta directriz luego de que el presidente Alberto Fernández dijera que durante el macrismo “se habían enamorado de Vaca Muerta” para dejar de lado al resto de las producciones, algo que impactó de lleno en toda la Cuenca del Golfo San Jorge. Nielsen ingresó a la petrolera con el guión trazado por Miguel Gutiérrez, ex titular de YPF en la gestión macrista y rápidamente fue acomodándose a los lineamientos trazados por Nación.

En la actualidad, YPF posee 246 proyectos de convencionales que están bajo estudio para avanzar con la recuperación secundaria; en 2021 debería finalizarse el estudio de todos los bloques. Por otro lado, ya existen 67 proyectos en dónde se aplican nuevas formar de abordaje de los yacimientos lo que permitió mejorar el recupero, bajar la declinación, y retrasar el índice de madurez de los pozos.

En 2019, YPF inició su proyecto de producción por recuperación terciaria en la cuenca del Golfo San Jorge que contempló la instalación de cinco plantas en Chubut y dos en el norte de Santa Cruz, de las cuales 4 se encuentran en operación. Para este año, la empresa prevé poner en funcionamiento las 3 plantas restantes de polímeros e instalar 2 plantas complementarias para el tratamiento de agua. En Santa Cruz, el foco estará puesto en el Yacimiento Los Perales, mientras que en Chubut, en el Yacimiento Manantiales Behr.

Los comentarios están cerrados.