Disminuyen beneficios de los precios diferenciales patagónicos

En agosto de 1991, bajo la presidencia de Carlos Menem y siendo presidente de la Conadepa Oscar «Tatín» López Salaberry, se sancionó la Ley 23.996, que mediante una norma impositiva implementó un régimen diferencial para los combustibles que se consumían al sur del Paralelo 42º, en las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Las grandes distancias existentes en Patagonia y el uso del automóvil en la región como una necesidad y/o herramienta de trabajo y no como bien suntuario, sumado al mayor costo de vida, a la condición de provincias productoras de hidrocarburos y la necesidad de promocionar y tornar competitivas actividades como el turismo, la pesca, la industria y el transporte, entre otros, fueron fundamentos de esa decisión.
de alguna manera esa medida representó para la región un diferencial, justamente compensatorio, de casi un 50% en el valor de la nafta y el gasoil con respecto al resto del país.
Esta normativa tuvo sus alternativas, entre ellas cuando el gobierno de la Alianza, con Fernando de la Rúa presidente y el madrynense José Luis Machinea como ministro de Economía, en junio del 2000 sancionaron el Decreto de Necesidad y Urgencia 434/2000, que afectaba el régimen y que, pese a haber sido aprobado por Diputados, fue rechazado parcialmente por el Senado, lográndose de esa manera mantener el beneficio diferencial patagónico.
Luego con el proyecto de Presupuesto 2001, nuevamente el Ejecutivo intentó la eliminación del diferencial patagónico

No obstante lo señalado y por diversos mecanismos, ese diferencial del 50% con el paso del tiempo y hasta el presente, se fue perdiendo.
En mayo del 2015, por iniciativa de los senadores Miguel Angel Pichetto (Río Negro) y Guillermo Pereyra (Neuquén), se sancionó una ley por la cual, además de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, se ampliaba el beneficio del diferencial patagónico de combustibles a las provincias de Neuquén, Río Negro y La Pampa, y a las localidades de Carmen de Patagones, en Buenos Aires, y Malargüe, en Mendoza. La norma garantizaba un diferencial para la región con respecto al resto del país, de un 20% en el precio de las naftas y de un 10% en el gasoil

En diciembre de 2017, con la aprobación de la reforma tributaria que impulsó el gobierno de Mauricio Macri, nuevamente se volvió a achicar el diferencial patagónico y es así como hoy registra sus mínimos históricos.
Se presentan adjuntos cuadros que marcan con números concretos, las pérdidas que a través de los años se han registrado en el diferencial patagónico de combustibles,

Quizá el extremo de esta realidad lo marcan los valores del mes de agosto de 2018, donde, en toda la Patagonia, el gasoil se pagó más caro que en la Capital Federal.

Fuente: Diario El Chubut

 

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