El US Biogas Congress 2019 celebrado la semana pasada en San Diego, California, convocó no sólo a los máximos referentes de la industria norteamericana de biogás, sino también a representantes de empresas petroleras, de la industria automotriz, del mercado de capitales, funcionarios estatales y políticos en general.
Es que, a pesar de la negativa de Trump a reconocer el cambio climático, varios estados, liderados por California, están implementando políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte y la energía en general.
En esta materia, el papel del biogás para la descarbonización de este sector resulta, en ocasiones, la mejor alternativa.
La primera jornada del Congreso comenzó con la disertación de Johannes Escudero, Director Ejecutivo de la Coalición de Gas Natural Renovable. Escudero destacó que EE.UU. tiene el potencial para reemplazar el 50% de los combustibles fósiles consumidos en el transporte con biogás purificado.
Para ello, el 42% debería ser generado a partir de cultivos exclusivamente sembrados con fines energéticos. Un 38% lo podrían aportar los residuos agrícolas, como los rastrojos de maíz, un 6% el estiércol de las explotaciones ganaderas y 5% los rellenos sanitarios.
Posteriormente, Jim Duffy, responsable de la implementación del programa Low Carbon Fuel Standard (LCFS) de California, describió los lineamientos del mismo, cuyo objetivo es reducir en 7,5% la intensidad de carbono en el transporte para 2020 y 20% para 2030, respecto a los niveles de 2010.
El LCFS es uno de los pilares de las medidas adoptadas por el estado californiano para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 40% para 2030 y bajar a la mitad el consumo de petróleo en el estado.
El funcionario explicó que el LCFS se basa en un esquema de compensación económica donde los productores de combustibles de alta huella de carbono deben compensar a los productores de combustibles limpios. Un organismo oficial determina cual es la intensidad de carbono que debe alcanzarse cada año.
Duffy explicó que la intensidad es la cantidad de gramos de dióxido de carbono equivalente que se emiten por cada unidad energética de combustible consumido.
Por ejemplo, el Diesel y la gasolina tienen valores en torno a los 100 gramos por galón, mientras que el GNC fósil se ubica en 85 gramos por galón. En comparación, el biogás obtenido de tambos ha logrado valores de hasta -350 gramos por galón. Esto significa que un camión que se abastece con biogás compensa la totalidad de emisiones generadas por 3,5 camiones diesel.
A su turno, un panel con representantes de firmas petroleras, como BP y Charles Love -una cadena de estaciones de servicio low cost- contaron que están apostando al biogás para uso vehicular.
Esto requiere de un proceso de purificación denominado upgrade, que consiste en elevar la concentración de metano desde los valores convencionales, de entre 45% a 55%, a valores de entre el 97% al 99%. De esta forma, también es posible inyectarlo a la red de gas natural. Sobre este punto se refirió Ross Buckenham, representante de California Bioenergy.
Contó que Chevrón se ha asociado a varios tamberos para construir un gasoducto desde los tambos hasta las estaciones de servicio. Destacó que en promedio una vaca genera suficiente estiércol en un año para reemplazar 500 litros de gasoil.
El segundo día estuvo enfocado en nuevos modelos de negocios. Entre los más llamativos, estuvo el de la empresa AmpAmericas, que cuenta con tres tambos de escala en el estado de Illinois. Entre todos, produce suficiente gas natural renovable para reemplazar 60.000 metros cúbicos de gasoil por año, que comercializa a través de 20 estaciones de servicio de su propiedad.
Otro de los ejemplos expuestos que vale la pena destacar es el caso de Bloom Energy, una empresa especializada en soluciones novedosas de energías renovables. La compañía está instalando una estación de recarga de automóviles eléctricos que obtendrá su electricidad a partir de una celda de combustible de óxido sólido. Este tipo de dispositivo tiene una eficiencia dos veces superior a un generador convencional. De este modo, con los efluentes de dos vacas, se podrá generar la energía necesaria para recargar un vehículo.
Sobre el cierre del evento, se expusieron algunas cifras del impacto que podría tener alcanzar el umbral de desarrollo de esta industria. Las estimaciones mostraron que aún quedan por construirse unas 10 mil plantas de biogás, por un monto equivalente a 285 mil millones de dólares, que crearán una demanda de 3,4 millones de empleos.
Fuente: Clarín
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