El boom de consumo de los combustibles premium disparó el rojo comercial energético
El déficit fue de u$s 84,5 millones en enero, por el crecimiento en la demanda de naftas y gasoil y más compras de crudo en un mercado local con insuficiente oferta.
Fuente: El Cronista
La merma en la producción petrolera, combinada con el dinamismo de la demanda de combustibles por la mejora en la actividad económica y un boom de consumo de variedades premium conllevó una ampliación del rojo comercial energético en enero, que llegó a u$s 84,5 millones, casi 10 veces más que en el primer mes de 2017.
La última actualización de estadísticas del Ministerio de Energía da cuenta de que las ventas de naftas crecieron en enero un 4,8% interanual, mientras que las de gasoil aumentaron 3,9%. La demanda de nafta súper (dos tercios del total) subió un 1,9%, y la de gasoil común (tres cuartos del total) bajó un 1,7%. En la variedad premium, las cifras son contundentes: el consumo de nafta grado 3 (un tercio del total, pero en ascenso) aumentó un 11,4%, y el de gasoil grado 3 tuvo un alza de 24,8%.
Por todo esto escalaron las importaciones. Las compras de gasoil ultra se incrementaron un 55,5% interanual en cantidades y un 85,2% en precios (u$s 93 millones); las de nafta súper treparon un 291% en cantidades y 368% en precios (u$s 19,3 millones); y las de nafta premium saltaron un 1874% en volúmen y 1975% en precios (u$s 31,8 millones). Con todo, las compras totales al exterior de materia prima y productos energéticos terminaron enero en u$s 382,3 millones, y las ventas llegaron hasta los u$s 297,8 millones. Es un 125,4% y 85% más, respectivamente, que en el mismo período del año anterior.
Aunque aún no llegaron los datos de producción de petróleo y gas, una señal se encuentra en las importaciones de crudo, que anotaron 41.602 barriles por día (bpd), por los que se pagaron u$s 91,3 millones. En enero del año pasado no se habían registrado compras de crudo al exterior y se produjeron 497.255 bpd.
Las exportaciones, en tanto, estuvieron en buena parte sostenidas por las ventas del crudo extraido en Chubut, en la Cuenca del Golfo San Jorge. Allí se produce un petróleo pesado, no apto para las plantas refinadoras locales. En el inicio de 2018 se vendieron 65.675 bpd al exterior (con un salto de 104,1% interanual), por u$s 138 millones (166,8% más que en enero de 2017).
Un ex secretario de Energía, que prefiere el anonimato, dijo que el boom de consumo de gasoil premium hará que las importaciones se extiendan por un tiempo más. Sin embargo, se ilusionó: «Se están dando las condiciones para que aumente la producción de crudo, porque se liberaron los precios locales y al no intervenir el Estado, hay un incentivo. Además, nadie soñaba el año pasado con los precios actuales del crudo en el mundo (en torno a los u$s 65 por barril), que van a reactivar la producción y, por ende, hacer que bajen las importaciones».
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la utilización de la capacidad instalada en las refinerías de petróleo promedió 81,7% en enero, contra un 85% en el mismo mes de 2017.
Para Cristian Folgar, ex secretario de Combustibles, «hay que mirar la película más allá de un mes puntual», pero «la balanza comercial energética, que ya estaba en rojo con el Gobierno anterior, está empeorando por la caída en la producción de hidrocarburos». «Se necesita comprar más naftas, gasoil y crudo y en el corto plazo no se va a revertir, porque bajaron las inversiones y las reservas ya descubiertas van a tardar años en ponerse en producción», completó.
El déficit comercial energético se profundizará en el segundo y tercer trimestre del año, con la llegada de cerca de 70 barcos con Gas Natural Licuado (GNL), lo que más pesa en la balanza.
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