Entrevista exclusiva al Ing. Javier Iguacel, Presidente de YPF en un posible gobierno de Bullrich

Elestacionero.com mantuvo una extensa conversación con el Ing. Javier Iguacel, ex Ministro de Energía durante el gobierno de Mauricio Macri y futuro Presidente de YPF de acceder Patricia Bullrich a la Presidencia de la Nación.


Por redacción El Estacionero

Este medio tuvo oportunidad de tener una entrevista con el Ing. Iguacel, cuando ocupaba el Ministerio de Energía. Nos llamó la atención su apertura de pensamiento y la claridad de sus ideas, lo que se vio reflejado además en los comentarios de los lectores expendedores de combustibles.

En la entrevista del jueves pasado, nuevamente nos causó una buena impresión

La primera pregunta al entrevistado, fue ¿Cuál es la política de precios para los combustibles que habría que llevar a cabo?

Nuestra idea es marchar hacia un esquema de precios libres, en el que los valores desde la producción hasta la venta en las estaciones de servicio, estén relacionados con los precios de mercado a nivel internacional. Esto se debe hacer rápido. Hay dos aspectos en esto; uno es el de los combustibles y otro el del gas y la electricidad. En el caso de los combustibles, vemos que cuando hay cambios, la gente se adapta rápido, estableciendo sus prioridades de consumo.

El problema es el de los precios relativos que tenemos en este momento; por ejemplo en el mundo, con 300 litros de combustibles, se cambian las cuatro cubiertas de un auto promedio, mientras en Argentina son 3000 los litros: aquí se dan los dos extremos; por un lado los combustibles que no reflejan el  valor que tienen y lo que aportan a la sociedad; y por otro lado las cubiertas, que es el único producto por el que conviene cruzar la frontera para comprarlas afuera, a contramano del mundo que viene a nuestro país a comprar de todo.

¿Qué habría que hacer al respecto, Ing. Iguacel?

Hay que corregir los precios relativos y hay que hacerlo rápido cuando se instrumente el programa general de gobierno. Muchos me preguntan qué incidencia puede tener esto en el transporte y en los precios en la cadena de valores. Son todos pretextos; el transporte depende del gasoil y este representa más o menos el 30% de la tarifa. Por otra parte, el transporte representa entre el 5% y el 10% del valor de los productos. Sin embrago el aumento del gasoil es siempre una buena excusa para subir los precios, como mañana lo puede ser el dólar o las paritarias.

Por otra parte, hay alternativas, ya que en Argentina tenemos grandes oportunidades de tener energía barata a precios competitivos a niveles del mundo, porque el gas está barato y va a seguir siéndolo por la disponibilidad que tenemos. Por eso los combustibles, aún que tuvieran el ajuste por los precios relativos, siguen siendo muy competitivos y buenos para la economía y para la gente.

Con respecto a los biocombustibles, ¿cree que está bien el porcentaje de corte obligatorio o habría que aumentarlo?

La verdad es que se respeta poco ese porcentaje; siempre está mas o menos en el 8% promedio y eso está bien como piso. Ahora en cuanto a liberar para arriba, si alguien quiere cortar al 10%, 15% o 20%, lo va a poder hacer; porque hay veces en que conviene mezclar más biocombustibles; le hace bien a la economía del interior, al agro, a una mejor balanza logística y es competitivo, así que el consumidor también se beneficia.

Por lo tanto el corte obligatorio va a ser un piso, pero no habrá un techo, ya que este dependerá de la tecnología de los motores. Javier Iguacel agregó que Incluso el biodiesel no tiene azufre, así que permite reducir importaciones; casi el 30% del gasoil se importa y se va a seguir haciendo ya que, si bien la capacidad de las refinerías ha mejorado un poco, no es suficiente para dejar de importar.

Lo que sí, me parece que la “doble Nelson” que existe, de que el estado fija los cupos y fija los precios, me parece que es demasiado; el precio debe surgir de la competencia entre los productores.

¿En caso de que se cortara con un porcentaje mayor de obligatorio, que pasaría con los impuestos sobre la diferencia entre el obligatorio y el real?

Bueno, en principio habría que hablar con los fiscalistas que siempre quieren cobrar más impuestos; yo siempre quiero cobrar lo mínimo posible. Mi visión es que no debería cobrarse ningún concepto mayor que el que se está cobrando ahora, lo que haría más competitivos a los biocombustibles. De esa manera si alguien quiere cortar con un porcentaje mayor al obligatorio por la diferencia de impuestos que acarrearía, podría hacerlo y tener un beneficio para el consumidor, que pague un precio un poco más barato y para el productor de bioetanol o biodiesel que ubique su producción más fácilmente.

Con respecto a los impuestos a los combustibles líquidos que acumulan un atraso muy grande, supongo que habrá que actualizarlos….

Si, esto está dispuesto por ley así que va a haber que ajustarlos, aunque es posible que se haga más lentamente para preservar el bolsillo de la gente. Eso todavía hay que conversarlo que el equipo económico para que esté en el programa macro que se va a anunciar, completó Iguacel.

¿No se ha pensado en volver al sistema anterior de cálculo de los impuestos, como un porcentaje “ad valorem” del precio de los combustibles?

La verdad es que el sistema actual es mejor; porque si el crudo sube mucho, permite disminuir el impacto en los precios y si baja mucho, permite no afectar muy fuerte la recaudación, permitiéndole al gobierno seguir recaudando un importe razonable. Actúa como un amortiguador de los precios.

Con respecto a las estaciones de servicio blancas ¿qué idea tiene usted? Porque son muchas y muy a menudo tienen problemas. ¿Hay intención de darles una solución?

El problema de las blancas es el tema de los precios relativos, que es un desastre. Hoy los distribuidores tienen que pagar precios más altos que los estacioneros en el surtidor. De esa manera las estaciones sin bandera no pueden competir con el resto, que trabajan en un sistema doblemente regulado, ya que lo está en precio del crudo y en el del surtidor.

Ese es un problema y lo tenemos que solucionar. Creo que las estaciones blancas deben tener la misma capacidad de las demás en abastecimiento y precios, y deben poder competir con la atención al público y el servicio. El precio y su propio margen puede ser el diferencial. Si se vuelve a precios de mercado, cualquiera va a poder importar a precios competitivos con los locales y de hecho hay jugadores que se dedican a importar y exportar. Así las estaciones de servicio blancas serán competitivas.

Claro, porque estaciones blancas existen en Estados Unidos, en Europa y otros países y les va relativamente bien…

Si por supuesto; como las empresas distribuidoras de café y otros productos que pueden vender una marca exclusiva o proveerse de distintos productores y en ambos casos funcionar bien, finalizó Iguacel.


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