La Secretaría de Energía sigue trabajando internamente en la elaboración de precios de referencia para cada uno de los combustibles que se venden en la Argentina. Pese a la disconformidad de las empresas refinadoras —YPF, Shell (Raízen), Axion y Trafigura— y los reparos del Ministerio de Hacienda, la cartera que dirige Javier Iguacel apunta a publicar en las próximas semanas un esquema de precios de referencias por región de las naftas y gasoil. Será un indicador a priori no vinculante. En lo técnico, la elaboración de los números corre por cuenta de Ignacio Barousse, director de Refinación y Comercialización.
Iguacel realiza una cuenta simplificada, que es impugnada metodológicamente por las petroleras. El funcionario argumenta que el margen bruto de refinación promedio en los EE.UU. ronda los 15 dólares por cada barril de petróleo. En la Argentina —cuestiona—, las petroleras pretenden tener un margen de 25 dólares.Por eso, en conversaciones privadas en el mes de agosto, el secretario llegó a acusar a las empresas de cartelizarse para aumentar sus ganancias. “Estamos haciendo el breakdown (desglose) ítem por ítem para calcular cada uno de los precios”, explicó una fuente de Energía.
Las petroleras niegan que el margen bruto de refinación en EE.UU. esté entandarizado en 15 dólares por barril. “Existen múltiples cracks spreads (margen de refinación) para cada producto refinado, que dependen de cuestiones como el crudo de referencia contra el que se determina el margen; la ubicación geográfica del punto de entrega de producto; el tipo de mercado (físico o electrónico); el mix de crudos procesado por cada refinería, y la escala de cada planta”, precisó un ejecutivo de una empresa refinadora, bajo reserva de nombre. “Un análisis más adecuado del crack de las refinerías de EE.UU. debería contemplar la suma de los productos refinados (gasoil, naftas) menos el precio del WTI y el diferencial de los costos del crudo procesado”, agregó.
Números
Según un estudio privado al que accedió EconoJournal, durante los primeros siete meses (enero-julio) de 2018, el margen de refinación promedio en las refinerías del Golfo de México para el gasoil de bajo azufre (ULSD, por sus siglas en inglés) fue de 21,5 US$/bbl si se lo calcula en base al precio del WTI. En cambio, si se toma como referencia la cotización del Brent, fue de 15,9 dólares. Para el caso de la nafta de alto octanaje (RBOB), el margen promedio fue de US$ 11,4 si se utiliza como referencia al Brent y de 17 dólares si se lo determina con relación al WTI. “Es decir, no es cierto que el crack spread promedio en EE.UU. esté anclado en 15 US$/bbl. Es variable y depende de los elementos que se utilicen para calcularlo. En abril de 2016, por ejemplo, con el precio del WTI cerca de 35 dólares, el crack spread promedio de EE.UU. superó los 30 US$/bbl”, explicó un especialista en el área de downstream.
Las empresas alegan, además, que, al margen de esa discusión de base teórica, en la Argentina se deben contemplar también otros factores como el costo del crédito para financiar capital de trabajo, costos laborales y de comercialización que no existen en EE.UU. (la carga de combustible es autogestionada, sin playeros).
“La comisión por venta con tarjeta de crédito es el 3 por ciento. Eso no pasa en Norteamérica”, cuestionó el presidente de otra petrolera. Tampoco la dimensión de las refinerías es comparable. En EE.UU. las refinerías son de mayor escala, pueden procesar hasta 250.000 barriles diarios de crudo cuando en la Argentina, el tamaño promedio es de 100.000 barriles. “Por tamaño, sus refinerías son mucho más eficientes”, añadió.
Experiencias regionales
Pese a eso, varios países de la región publican precios de referencia de los combustibles para que los consumidores cuenten con mayor información a la hora de elegir en qué estación de servicio cargar. Lo que hacen, en concreto, es publicar semanal o mensualmente los precios de paridad de importación de las naftas y gasoil y los comparan con el precio promedio de venta al público. En Uruguay, la Ursea, la unidad de regulación de servicios de energía, presenta en su página web los datos. En Perú, el organismo que elabora la información es el Osinergmin.
“Lo que hacen es tomar el costo del combustibles en el Golfo de México, en EE.UU, y a ese valor le agregan el costo del transporte hasta Perú, de los seguros del producto, las pérdidas, el costo de la terminal de importación y de almacenaje, entre otros costos. En función de eso presentan un precio de paridad importación”, explicó uno de los especialistas consultados. “En Chile, además, le suman el costo de operación de un oleoducto troncal y de la logística hasta las terminales de despacho”, agregó.
Lo concreto es que en los últimos dos años el margen bruto de refinación en la Argentina cayó como resultados de dos elementos centrales: a) la recuperación del precio internacional de petróleo, que transfirió la rentabilidad al negocio al inicio de la cadena de valor (es decir, al upstream), y b) la brusca devaluación de la moneda registrada este año, que afectó severamente los márgenes de las refinadoras.
Los cálculos que realizan las empresas es que el margen bruto del negocio cayó un 25% entre octubre de 2016 y el mismo mes de este año. Shell, que desde el 1º de octubre es controlada por la brasileña Raízen, perdió en septiembre más de US$ 25 millones, el peor descenso registrado en los últimos tres años.
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